Claves para entender por qué 2017 ha sido el mejor año para los hedge funds desde 2013

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Por fin una buena noticia para los fondos de inversión libre: si bien 2016 fue el peor año para la industria de hegde funds desde el inicio de la crisis financiera, 2017 ha terminado como el mejor año desde 2013, con una generación de alfa estable. Son varios los motivos detrás de esta recuperación, que detallan los expertos de Lyxor AM. En primer lugar, indican que los motores del mercado fueron “menos especulativos”, al diluirse la influencia de las decisiones políticas y monetarias. “Esto llevó a los activos a cotizar más cerca de sus fundamentales”, añaden.

El crecimiento global sincronizado también contribuyó al buen comportamiento, al mostrar una tendencia más sólida, junto con la continuación de divergencias entre regiones, lo que permitió a los gestores de hedge fund construir más estrategias de valor relativo. Finalmente, desde la gestora indican la contribución positiva a las estrategias que supuso que los bancos centrales iniciaran los trámites hacia una normalización de sus políticas monetarias en 2017.

Ahora bien, ¿qué es lo que verdaderamente ha funcionado dentro del vasto universo de gestión alternativa? “En general, las estrategias micro dominaron 2017, mientras que las apuestas macro vivieron un rally en el segundo semestre”, responden los analistas de Lyxor AM. Este balance ha permitido que el Lyxor Hedge Fund Index terminara el año en positivo, con un avance del 3,8%.

Por categorías, las más rentables han sido Renta Variable Long Short con sesgo variable (Lyxor L/S Equity Variable Bias Index), con un rendimiento del 10%; le han seguido las categorías de Situaciones Especiales (9,2%) y Arbitraje de Fusiones y Adquisiciones (M&A por sus siglas en inglés), con un 6,1%. La única estrategia que ha terminado el año en negativo, aunque con ligeras pérdidas (-0,1%) ha sido Global Macro.

Los analistas de Lyxor AM centran pues sus comentarios en el buen comportamiento de la mayoría de fondos de Renta Variable Long Short, destacando que la contribución fue tanto por la beta de mercado como por la capacidad de los gestores de esta categoría para generar alfa al introducir un sesgo cíclico en la mayoría de las estrategias. Dicho esto, desde la gestora matizan que las estrategias cuantitativas se quedaron rezagadas, “debido a los mínimos récord de volatilidad y a la reducida diferenciación por factores”. En cambio, observan los progresos de los fondos con sesgo value, “en particular por sus exposiciones a materiales industriales y energía”.

“2017 fue un año estelar para los fondos Event Driven, empujados por un sano volumen de operaciones complejas de M&A y por la perspectiva de la reforma fiscal de EE.UU. y una mayor desregulación”, destacan los analistas en segundo lugar. Éstos subrayan el buen hacer de los especialistas en fusiones, que supieron sortear el ensanchamiento de los diferenciales de acuerdo desde el verano mediante la estrategia de “centrarse en los acuerdos más complejos y rentables, al tiempo que eran contrarian con las operaciones más populares”.

Un capítulo aparte ha sido el comportamiento de los CTA: si bien presentaron un comportamiento inferior al mercado durante gran parte del primer semestre, la reversión de tendencias en divisas y tipos permitió un fuerte rally durante el segundo trimestre. “Sus exposiciones, más equilibradas, entre largos en renta variable, bonos y energía, se amortizaron, a medida que poco a poco se iba desarrollando la aceleración económica sin presión inflacionaria”, explican desde Lyxor. Los expertos resumen así cómo ha quedado el panorama para los CTA a final de año: “Los que siguieron la tendencia terminaron el año con una reducción de sus asignaciones a bonos, de tal manera que a finales de año el posicionamiento en agregado se volvió corto en bonos estadounidenses. En cuanto a las acciones, mantuvieron un sesgo a EE.UU. y un posicionamiento equilibrado en otras regiones. Se mantuvieron largos en energía, euros y libras”.

Después del jarro de agua fría de la subida del euro en el primer semestre, los fondos Global Macro también recuperaron terreno perdido durante el segundo semestre. En este caso, lo que mejor funcionó fue el posicionamiento constructivo respecto a la economía global, expresado a través de posiciones largas en acciones y en el sector energía. No obstante, desde Lyxor observan una alta dispersión de resultados en esta categoría, debido a que la mayoría de los gestores optó por implementar posiciones de valor relativo en sus carteras.

¿Qué esperar para 2018?

“Para el primer trimestre de 2018, anticipamos que el tiempo extra de crecimiento decente podría dar apoyo a las estrategias bottom-up, aunque en menor medida que antes y con baches más frecuentes” afirma Jean Baptiste Berthon, estratega cross-asset sénior de Lyxor. El posicionamiento que propone parte de la revisión de las estrategias de Renta Variable Long Short estadounidense , puesto que considera que “las altas valoraciones favorecen a los estilos táctico y deep value”.

La estrategia de Lyxor infrapondera fondos con exposición a Europa, “aunque podría desencadenarse el alfa con los atrasos políticos”, observa el experto. Siguiendo con el posicionamiento por regiones, en la firma están sobreponderados en Japón e infraponderados en Reino Unido y fondos cuantitativos.

En cuanto a estrategias, teniendo en cuenta los riesgos regulatorios y el ensanchamiento de los diferenciales, han optado por sobreponderar a expertos en Arbitraje de Fusiones y Adquisiciones. También sobreponderan Situaciones Especiales, aunque esperan que regrese la volatilidad. En cambio, esperan que los gestores Macro afronten algunos desafíos, “pues al ser cautos los bancos centrales y sincronizar sus acciones, se podría limitar el valor relativo en tipos de interés y el pulso de las divisas”, amén de la previsión de que las materias primas también podrían cotizar en rangos. Por esta razón, se han puesto neutrales en CTA y han revisado Global Macro a la baja.