Claves y consecuencias de las elecciones en Reino Unido: primeras reacciones

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Los comicios británicos han hablado: habrá Brexit, y será ahora. Boris Johnson revalidará su puesto como Primer Ministro con la mayoría parlamentaria más amplia desde 1987. El Partido Conservador ha ganado las elecciones con 364 escaños, cómodamente por encima de los 326 que necesita. 

En palabras de Stéphane Dutu, analista de Unigestión, ha recibido un claro mandato para cumplir con el acuerdo razonable del Brexit que firmó con la UE en octubre. Además, la victoria clara de los Brexiteers le da la flexibilidad para buscar cualquier relación con Europa que los Tories estimen como lo mejor para Reino Unido.

El consenso de las gestoras interpreta que la victoria de Johnson significa que veremos al fin el Brexit de aquí a enero de 2020. Pero aún quedarán tareas pendientes. Como recuerdan desde Amundi, luego tendrán que negociar un acuerdo comercial con la UE. Y antes de julio de 2020 tienen que decidir si extienden el periodo de transición más allá del año que viene. En campaña el partido Conservador avisó de que no lo pedirían. Esto podría generar otro precipicio del Brexit a finales de 2020 si Reino Unido sale de golpe del mercado único. Es un punto que también preocupa a Adrian Hilton, responsable de divisas y renta fija en Columbia Threadneedle Investments.

Primera reacción del mercado

Como primer titular, hay que esperar un rally en los mid-cap y valores domésticos británicos, según Tristan Hanson, gestor de multi-activos de M&G, ya que el resultado electoral es más business friendly que si hubieran ganado los Laboristas. Y es que, como recuerda James Clunie, responsable de estrategia de retorno abolsuto de Jupiter AM, las políticas de Corbyn y McDonnell eran fuertemente anti-inversores. “Hablaban de nacionalismo, de la expropiación de activos, mayores impuestos para las empresas. Los inversores, incluyendo los fondos de pensiones, individuos y los fondos de donativos habrían sufrido”, afirma.

Más allá, Paras Anand, responsable de gestión de activos para Asia-Pacífico de Fidelity International, invita a los inversores a plantearse qué presagia para la fortaleza del dólar, el cambio de prioridades en favor del gasto público (Johnson, en concreto, tiene un historial de fomento de la inversión en grandes proyectos de infraestructuras) y las señales discrepantes en las perspectivas de inflación. Azad Zangana, de Schroders, también recuerda que los Conservadores han prometido más gasto público. “Menos que los Laboristas, pero es una señal del fin de la austeridad”.

La libra es el mayor espejo del resultado electoral. La divisa británica se anotaba una subida del 2% en cuanto se dieron los resultados. Claro que hay que tener en cuenta que ha subido más de un diez por ciento desde sus mínimos de agosto. “Quizá para la divisa haya sido mejor el viaje que la llegada a este punto”, plantea Richard Dunbar, responsable de análisis de inversión macro de Aberdeen Standard Investments.Opina similar Paul O’Connor, responsable del equipo multi-activo de Janus Henderson"No creemos que exista mucho margen para que la libra suba de forma sostenida desde los niveles actuales en vista de las considerables incertidumbres que siguen rodeando el proceso del Brexit y de los actuales efectos perjudiciales de este en la economía del Reino Unido". 

Hay que analizar este resultado desde dos perspectivas. A corto plazo, esta victoria podría resultar positiva para las empresas británicas y para los sectores más sensibles al ciclo económico, como los bancos y las promotoras de vivienda, según Emma Mogford, gestora de renta variable británica en Newton (BNY Mellon IM). En su opinión, una mayoría conservadora también elimina parte de la incertidumbre que afectaba a los sectores en riesgo de ser nacionalizados por un gobierno laborista, como el agua y la banda ancha, por lo que es probable que se reduzca el descuento que afectaba a esas compañías.

Pero también hay que recordar que aún tienen que negociar la transición con la UE, por lo que cierta incertidumbre persiste. Por eso Mogford ve algo de volatilidad en la libra a partir de enero. Además, como recuerda Esty Dwek, responsable de estrategia de mercado de Natixis IM, es probable que el crecimiento de Reino Unido siga débil un tiempo, por lo que el Banco de Inglaterra tendrá que recortar tipos el año que viene. “El repunte de los próximos días no debería hacernos olvidar que Brexit no ha hecho más que empezar, y que la negociación de un acuerdo comercial lleva tiempo y será un ejercicio difícil”, insiste Gilles Prince, director de inversiones en Edmond de Rothschild Suiza.

Cómo impacta en los activos

Aún con todo, para Mark Holman, consejero delegado de TwentyFour AM (Vontobel AM), son muy buenas noticias para los inversores de crédito, especialmente los que están en libras esterlinas. “Esperamos que los banqueros estén excepcionalmente ocupados y los inversores también deberían estar preparándose para una nueva ola de oferta de bonos en libras esterlinas en enero, liderada por los financieros, que como emisores frecuentes, normalmente pueden preparar sus operaciones con gran rapidez”, explica.

En cambio, los activos refugio como los gubernamentales sufrirán. Y desde Amundi coinciden en este último punto. “El rendimiento de los Gilt a 10 años podría aumentar desde los niveles actuales, permaneciendo por debajo del 1% a finales de 2020”, prevén desde la gestora francesa.

En la renta variable, según Dutu, los activos de riesgo británicos, la libra y las cotizadas domésticas brillarán. Y así opinan la mayoría de las gestoras. Incluso algunos activos europeos se podrían ver beneficiados. Concretamente, la banca europea, según comentan desde M&G y Credit Suisse, quienes han sufrido el peso de la incertidumbre del Brexit. De ahí que el Ibex-35 esté teniendo una buena sesión este viernes.

Dicho lo cual, las cuestiones pendientes complican las cosas para las cotizadas exportadoras hacia o desde Reino Unido. Según Philip Dicken, responsable de renta variable europea de Columbia Threadneedle Investments, el más afectado negativamente es el sector automovilístico. El gestor está pendiente de los acuerdos comerciales. Si se imponen aranceles a un lado u otro del canal, por lo que las compañías implicadas probablemente no vean una recuperación de su cotización hasta que no haya una resolución completa del Brexit.