Comisiones ligadas a la rentabilidad: la revolución que no termina de cuajar

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Marten Bjork on Unsplash

Pagar solo si el gestor bate al índice. Era la promesa detrás de lo que se dice va a ser la gran revolución en la industria de la gestión de activos. En los últimos años varias gestoras se han mostrado muy vocales en su esfuerzo por lanzar clases con una comisión variable ligada a rentabilidad del fondo. Primeros espadas de la industria como Fidelity, Allianz Global Investors o AllianceBernstein. Incluso es el concepto detrás de Aperture Investors, el proyecto personal de Peter Kraus, el que fuera presidente y consejero delegado de AllianceBernstein durante casi nueve años. En España, gestoras como Buy and Hold han lanzado iniciativas similares.

En los últimos dos años, el número de fondos con clases duales (variable y fija) casi se ha cuadruplicado, según el análisis de la consultora Fitz Partners. En un estudio reciente identifican 22 promotores con 167 estrategias con clases duales domiciliadas en Luxemburgo, Irlanda o Reino Unido. Es un crecimiento muy fuerte respecto a 2017, cuando realizaron el primer análisis. Ese año solo existían 43 estrategias con esta oferta.

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Lo más importante que resalta Hugues Gillibert, consejero delegado de Fitz Partners, es que más de la mitad de esas 167 estrategias se han diseñado para el mercado retail. Hasta el momento eran estructuras reservadas para el inversor institucional.

Por qué no termina de calar

Pero pasar de la teoría a la práctica se resiste en la industria. La realidad es que este tipo de vehículos no han recibido un flujo masivo de capital. O, por lo menos, no lo suficiente para ver una profunda transformación en el modelo de negocio general.

“Lo cierto es que no es algo que comentan mucho nuestros clientes. No sentimos esa presión por tener ese tipo de clases con comisiones sobre la rentabilidad. Ni en España ni en otros mercados”, afirma Grant Leon, responsable de distribución europea en Capital Group. La gestora americana ha preferido enfocarse en ser lo más eficientes posibles en los costes anuales, particularmente en el TER (total expense ratios). “En la industria, y así ha sido el caso en los últimos años, hay demasiado énfasis en los costes de la gestión y no lo suficiente en las comisiones totales. Y ese al final es el coste real que paga el cliente”, recuerda.

No es que los inversores no compartan la filosofía de ser recompensados por alpha real sino que, como nota Philip Kalus, consejero delegado de Accelerando Associates, los compradores de fondos están divididos en cómo llevarlo a cabo. “Muchos esperan alpha por pagar una comisión de gestión no de comisiones adicionales ligadas a la rentabilidad”, explica.

Quizás en el coste real que comentan tanto Kalus como Grant esté la clave. Porque no es que se elimine por completo la comisión de gestión en sustitución por la variable. El propio estudio de Fitz Partners resalta que el coste total de las clases con comisión de rentabilidad es superior. Dicho lo cual, la consultora detecta que las gestoras han rebajado de media un 22% sus comisiones de gestión en esas clases para mitigarlo. Así, el coste extra neto de cobrar por batir al índice solo es de seis puntos básicos.

“Y es que otros clientes prefieren unas estructuras con comisión variable. No vale el mismo patrón para todos”, añade Kalus. Y de ahí se entiende ese auge por clases duales más que una ruptura radical entre comisiones variables o fijas.