¿Cómo afecta la gestión pasiva encubierta a las comisiones que cobran los fondos activos?

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shig, flickr, Creative Commons

El estudio realizado por Martijn Cremers (Universidad de Notre Dame), Miguel A. Ferreira (Nova School of Business and Economics), Pedro Matos (Universidad de Virginia, Darden School of Business) y Laura Starks (Universidad de Texas en Austin) que examina la relación entre la gestión activa y pasiva en todo el mundo –y que puede consultarse íntegramente aquí– pone de manifiesto que la gestión pasiva encubierta (fondos indexados que se disfrazan de gestión activa) es una práctica común y extendida en todo el mundo y que su prevalencia en los distintos mercados depende de diversos factores, entre los que destacan el entorno regulatorio y el tamaño de la industria nacional de fondos.

Ante esta situación, cabe preguntarse cómo influye la existencia de closet trackers –definidos como aquellos fondos con un active share inferior al 60%– en el coste total de los fondos activos, sobre todo teniendo en cuenta que en países como España un 42% de los fondos de renta variable podían catalogarse como de gestión pasiva encubierta al cierre de 2010.

El estudio constata en primer lugar que los fondos de gestión activa reaccionan de dos formas ante la irrupción de los productos de gestión pasiva explícita: incrementando sus ratios de active share y rebajando las comisiones que aplican. “Nuestro análisis de los datos de fondos de renta variable domiciliados o comercializados en 32 países de todo el mundo a partir de datos de Lipper (ahora Broadridge) y FactSet/LionShares para el periodo 2002-2010 indica que los fondos activos tienden a despegarse más del índice en aquellos países con una mayor cuota de mercado de los fondos pasivos”, explican los autores.

“Estos resultados sugieren que los fondos suelen realizar una gestión más activa en los mercados en los que experimentan una mayor presión competitiva por parte de los fondos de gestión pasiva explícita. Los efectos son económicamente significativos, puesto que un aumento de una desviación típica en el coste total medio de los fondos pasivos comercializados en un país se asocia con una caída de 1,5 puntos porcentuales en el active share medio”, añaden.

Los autores argumentan que, pese a que los fondos con un active share más elevado tienden a cobrar comisiones más altas –al igual que los fondos con tracking errors más elevados, los fondos de menor tamaño y los más antiguos– el coste total medio de los fondos activos es mayor en los países en los que los fondos auténticamente pasivos cuentan con menos cuota de mercado y son más caros. “Según nuestros cálculos, una reducción del coste total medio de los fondos indexados de 50 puntos básicos se asocia con una rebaja de 16 puntos básicos en las comisiones de los fondos de gestión activa. Nuestro análisis sugiere que los inversores pagan más por la gestión activa en aquellos mercados en los que los productos de gestión pasiva explícita ejercen una menor presión competitiva”.

¿Y qué ocurre en los mercados con una alta presencia de closet trackers? “Los resultados de nuestro estudio demuestran que los fondos activos cobran comisiones más elevadas en los mercados en los que está más extendida la gestión pasiva encubierta”, afirma el estudio. “Un aumento de 15 puntos porcentuales en el porcentaje de este tipo de fondos se asocia con un incremento del coste total medio de los fondos cercano a cuatro puntos porcentuales, lo que indica que el nivel de closet tracking en un mercado es reflejo de una industria de fondos menos competitiva en la que los fondos pueden exigir comisiones más altas”, concluyen.