Cómo construir una cartera diversificada para invertir los próximos cinco años

Luca_Paolini_
Pictet AM

En un mundo en el que los tipos de interés y la inflación están arrancando al alza, ¿cómo será invertir de cara a los próximos cinco a diez años? Estas y otras premisas han guiado un estudio sobre inversión efectuado por Pictet AM, que ha presentado recientemente en Madrid su estratega jefe, Luca Paolini. El objetivo del estudio es detectar qué tendencias ahora incipientes dominarán el mercado en el próximo lustro, y cómo poder incorporarlas a la cartera.

Elementos clave para el próximo lustro

“La forma de la curva de tipos probablemente sea la mejor pista de en qué punto estamos del ciclo”, empieza Paolini. El experto destaca que la relación entre los bonos estadounidenses a dos y diez años se ha invertido, un comportamiento que históricamente ha funcionado como un heraldo de recesión en el horizonte, con precedentes en 1999 y 2007. “Nos acercamos al final del ciclo de negocios, y esto puede afectar de manera importante al comportamiento de la renta variable en los próximos cinco años”, afirma el estratega.

Éste opina que, cuando se materialice la recesión, “lo más probable es que en cinco años el S&P 500 presente unos niveles similares a los de la actualidad”, en referencia a que el indicador sufrirá una fuerte corrección de la que conseguirá recuperarse para alcanzar como mucho los niveles actuales. También se deberá tener en cuenta el impacto del paquete de estímulos fiscales aprobado a principios de año sobre la bolsa, pues según Paolini “probablemente haya llegado en el momento equivocado”.

El segundo elemento central en el análisis del estratega es el comportamiento a futuro del dólar. En Pictet están cortos en la divisa de manera estructural desde 2016, aunque a finales de 2017 la sobreponderaron tácticamente durante tres meses. Paolini cree que hay elementos suficientes para justificar la debilidad del dólar, y cree que “va a ser un gran impulso para la renta fija y la renta variable emergentes”. Además, recuerda que la estructura de los mercados emergentes se ha transformado en la última década, de manera que ahora presentan menores riesgos y suponen una buena oportunidad para exponerse al sector tecnológico, que supone ya un 28% del índice emergente, frente al 25% en EE.UU.

El tercer elemento clave para la predicción de Pictet es el estado de las valoraciones en este final de ciclo. “Ahora la mayor parte de clases de activos están caras y no hay valor en los activos tradicionales, por lo que el punto de partida es malo”, afirma el estratega. Éste se fija en que hoy la rentabilidad media que ofrece una inversión en renta variable o renta fija estadounidense es de alrededor del 2,4% , frente al 2,3% de la inflación, algo inédito desde la década de 1980 y que implica que quienes compren ahora “necesitarán una apreciación significativa para poder batir a la inflación”. El experto concluye que “probablemente es el mejor momento para diversificar, reduciendo el peso de EE.UU. e incrementando el peso de acciones internacionales".

No obstante, el experto constata que sí se han incrementado los niveles de dispersión, por lo que asevera que “aunque la valoración sea limitada, se pueden encontrar bolsillos de valor en la renta fija soberana, el crédito y la renta variable”. Paolini añade que sin duda influirá sobre esta dispersión la retirada del QE del BCE: “Su reversión va a ser un desafío clave, pues la acción del BCE va a pasar de ser un gran factor positivo a nada”. El estratega añade que en los dos últimos años se ha operado un gran cambio en el mercado, pues los inversores han empezado a fijarse en elementos más allá de las noticias macro. “Esto te obliga a analizar quién va a ganar dentro de cada activo” afirma Paolini, que pone como ejemplo la reciente rotación de valores defensivos a valores cíclicos. Su conclusión es que el próximo lustro será el de la generación de alfa, primordialmente a través de estrategias de retorno absoluto.  

¿Cómo diversificar la cartera?

Después de este repaso panorámico, Paolini efectúa una serie de conclusiones. La primera, que el punto más conflictivo hoy en día dentro de una cartera diversificada es la asignación a renta fija: “Se ha vuelto más arriesgada, porque se ha reducido su calidad e incrementado su duración media. Rotar de renta variable a renta fija puede ser una decisión equivocada para los inversores que quieran cumplir con sus objetivos financieros, sobre todo si ahorran para el largo plazo”. Como única alternativa dentro de la renta fija recomienda los bonos emergentes, por ofrecer exposición a una región con crecimientos superiores, inflación a la baja y que presenta reformas estructurales en marcha en numerosos países, incluyendo los de mayor tamaño (China, India).

La segunda conclusión es que los inversores “deberán extender su horizonte de inversión si quieren asumir más riesgos”. Es decir, que recomienda invertir con un enfoque de largo plazo y más global que en el pasado: “Se requiere tener una nueva mentalidad para afrontar el nuevo entorno, pues conseguir retornos va a ser más difícil”. El estratega propone una cartera modelo capaz de afrontar estos desafíos, con un objetivo de rentabilidad real del 3,5% (ver gráfico).

cartera_modelo

La recomendación básica del estratega es asumir más riesgo, siempre con un horizonte temporal más largo que en el pasado. Por eso, recomienda una asignación del 10% en renta variable emergente y otro 10% en renta fija emergente. De hecho, considera que ahora ambos activos ofrecen un atractivo punto de entrada para quienes estén infrainvertidos en ambas clases.

Paolini también aconseja un 10% de exposición a megatendencias seculares de crecimiento. “En una economía globalizada y tecnificada, la clasificación por sectores no es tan importante; lo importante es centrarse en las tendencias seculares que no dependan de factores macro. Si nos movemos en un entorno de crecimiento más débil, el mercado va a recompensar a aquellos activos que sean más estables”, afirma.

Paolini también recomienda asignar un 10% de la cartera en estrategias de retorno absoluto – concretamente de valor relativo- para generar alfa y explorar las divergencias del mercado. Por ejemplo, indica que hoy un posicionamiento adecuado sería ponerse cortos en deuda corporativa de países desarrollados y largos en crédito emergente, aunque siempre teniendo en cuenta los costes de cobertura de la divisa.

También se aconseja una asignación del 10% a oro, porque Paolini cree que es importante “tener algún tipo de protección real en la cartera” y considera que ahora mismo no es aconsejable buscar protección en los treasuries. “Incluso sería apropiado invertir en capital riesgo, aunque esté caro, porque ofrece una prima por iliquidez”, explica. El resto de la cartera se completa con asignaciones a activos core (renta variable y renta fija tradicional) y asignaciones tácticas y oportunistas.