¿Cómo está afectando la incertidumbre política a la confianza de los inversores españoles?

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La confianza del inversor español ha continuado en valores negativos en el segundo trimestre de 2016, aunque mejora en relación a los tres meses anteriores. Así lo revela la última encuesta que elabora trimestralmente J.P. Morgan Asset Management, que muestra cómo el índice se situó en -1,1 puntos, frente a los -2 puntos registrados en el trimestre anterior. El avance de casi un punto rompe con la tendencia bajista registrada en el último año, aunque es insuficiente para abandonar los valores negativos que acumula desde que comenzó este ejercicio. Los cambios en la orientación del índice no asientan una tendencia definida, ni permiten prever el comportamiento futuro. De las respuestas de los inversores en la encuesta se deduce que la incertidumbre provocada por acontecimientos políticos nacionales e internacionales está detrás de estos resultados.

La influencia de las noticias políticas se evidencia tanto entre los inversores que esperan que los mercados suban, como en los que prevén bajadas. Así, los procesos electorales y sus consecuencias son el principal factor a considerar por los que esperan mejorías en los próximos seis meses. Uno de cada cuatro coincide con esta opinión. Entre los pesimistas, la situación política es relevante para el 40,2% de los inversores que esperan un deterioro de los mercados, solo por detrás de la crisis económica o financiera. Con todo, la última oleada de la encuesta se realizó pocos días antes de las últimas elecciones en España y del referéndum del Reino Unido sobre su salida de la Unión Europea.

La inquietud de los inversores es también palpable en sus opiniones sobre la mejora de la economía y sobre el comportamiento futuro de los mercados. En este último terreno, el 19,7% esperan que las bolsas suban en los próximos seis meses, mientras que el 28,6% prevén que bajen. Pese a ello, ambos datos son menores a los del trimestre anterior, ya que la mayoría de los encuestados, el 51,7%, vaticina que no se producirán variaciones en los resultados de los índices en el segundo semestre de este año.

El mercado español, en cabeza

Dentro de este panorama incierto, destacan las expectativas sobre la bolsa española, que es el mercado que más inversores esperan que mejore. Casi uno de cada cuatro, el 24,7%, consideran que será la zona que más avance en la segunda parte de este año, puesto que le ha arrebatado a los mercados europeos. En esta ocasión, el 21,2% creen que serán los demás mercados del continente los que lideren las subidas. Las opiniones sobre los mercados de Estados Unidos, asiático y japonés mejoran respecto al trimestre anterior, aunque quedan con peor resultado. En el caso de Wall Street, el 18,8% piensan que será el que más suba, cifra que se reduce al 17,1% en el caso de los asiáticos, y al 9,8% cuando se pregunta por el japonés. Las peores previsiones son para los mercados emergentes. Solo el 4,1% de las respuestas consideran que liderarán los resultados de las bolsas.

Estabilidad en las opiniones sobre el crecimiento

La indefinición de tendencia que se observa en otros epígrafes de la encuesta se extiende a las opiniones sobre la mejoría de la economía española. Los datos son, en general, parecidos a los del trimestre anterior. El 25,8% de los inversores percibe ya los síntomas de la recuperación, apenas siete décimas menos que entre enero y marzo. Al mismo tiempo, el 28,4% piensan que el empleo mejorará en los próximos meses, algo más de un punto superior al porcentaje del sondeo previo. La estabilidad en las estimaciones sobre el crecimiento se traslada también a las expectativas sobre la salida definitiva de la crisis. En esta ocasión, el 57,8% de las respuestas señalan que el final de la crisis llegará dentro de más de 4 años, tres puntos porcentuales más que en el primer trimestre.

Más ahorro a largo plazo

La encuesta también refleja los cambios progresivos que se están produciendo en el mercado financiero español. Preguntados sobre sus intenciones para el próximo semestre, los inversores se mueven lentamente hacía productos de ahorro a largo plazo, como los fondos de inversión, en detrimento de las libretas, cuentas de ahorro, y depósitos. El 63,7% piensa utilizar estas últimas vías, 1,3 puntos menos que el trimestre anterior y lejos del 76% que se decantaban por esta opción hace cinco años. Por el contrario, suben 4,2 puntos los que piensan invertir en fondos de inversión, renta variable o fija, o planes de pensiones, hasta el 19,8% de los encuestados.