¿Cómo están utilizando los asesores los ETF de smart beta? En una reciente encuesta realizada por Source a más de 100 asesores financieros en Reino Unido, el proveedor de fondos cotizados ha apreciado que casi dos terceras partes de los asesores que actualmente están recomendando ETF utilizan productos que simplemente replican un índice o, lo que es lo mismo, ofrecen beta de mercado. Este tipo de productos proporcionan exposición de bajo coste a benchmarks como el FTSE 100, S&P 500 o distintos índices MSCI. En cambio solamente un 11% de los entrevistados están utilizando ETF smart beta.
"Si cogemos cualquier publicación financiera en la actualidad es más que probable que encontremos algo sobre smart beta. La popularidad de los fondos así llamados ha tenido como resultado la inversión de casi 500.000 millones de dólares a nivel global en ETF de smart beta. En cualquier caso, todavía existe gran debate, incluso acerca del nombre, con al menos una docena de términos diferentes. Lo que es más importante, en nuestra opinión, no es cómo se llaman, si no como se usan este tipo de fondos. Para hacer esto, debemos en primer lugar entender con qué fin se han diseñado", indican desde la firma al frente de la cuál está Leonardo López para el mercado español.
El universo smart beta es amplio y diverso, pero en Source creen que se puede dividir en dos categorías: estrategias y herramientas.
En primer lugar, aquellos productos que se clasifiquen como 'Estrategias' deberían ser capaces de reemplazar los índices tradicionales por capitalización de mercado. Ejemplos incluyen fondos que ofrecen exposición similar a un mercado particular, pero filtran y/o ponderan los componentes por características diferentes a la capitalización bursátil. Un fondo podría filtrar por determinados factores, como dividendos, calidad, valor o momentum. Podría luego ponderar los componentes por la contribución que cada uno de estos factores aporta al riesgo de la cartera o incluso algo tan sencillo como dar exactamente el mismo peso a todos ellos. El objetivo de estas estrategias será ofrecer mejores retornos que un índice tradicional de capitalización de mercado, ya sea en términos absolutos o ajustados por riesgos. Como tal, este tipo de productos smart beta podría encajar en carteras como posiciones estratégicas de largo plazo.
Por su lado, las 'Herramientas' ofrecen algo diferente. Se trata de instrumentos mucho más especializados, persiguiendo un tema específico o segmento del mercado. Un ejemplo sería un fondo que incluya sólo aquellas compañías dentro del índice que sean principalmente exportadoras, es decir que deriven un cierto porcentaje de sus beneficios del exterior. Un inversor esperaría que este tipo de compañía se comportase bien en ciertos entornos de mercado, pero no en otros. Dada su naturaleza, estos fondos podrían encajar en carteras como posiciones tácticas de corto plazo, permitiendo a los inversores expresar una visión particular en las condiciones concretas, explican desde la entidad.
Una manera de determinar si un fondo es una estrategia o una herramienta sería preguntarse “¿intenta batir al mercado por sí mismo o permite al inversor ajustar precisamente su cartera para en su conjunto batir al mercado?”. Según Source, ambos tipos de fondos smart beta pueden encajar fácilmente en una cartera, con las estrategias siendo una parte core y las herramientas siendo utilizadas puntualmente cuando se necesiten. "Creemos que los ETF smart beta pueden usarse no sólo para mejorar la rentabilidad ajustada por riesgo de una cartera, sino que al ser inversiones pasivas deberían permitir hacerlo con un coste menor que los fondos activos", aseguran.