Cómo invertir en petróleo (parte 2: inversión indirecta)

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Artículo escrito por Tomás García Purriños, gestor de Morabanc AM

En el artículo anterior veíamos algunas formas de invertir en petróleo de forma directa, destacando que ninguna de ellas era perfecta y lo más importante consiste en entender cómo funciona el producto y a qué riesgos nos exponemos de cara a seleccionar la más adecuada.

Como ya dijimos anteriormente, todas las opciones existentes tienen sus ventajas e inconvenientes y seleccionar una u otra dependerá tanto de nuestras expectativas sobre la materia prima y su curva de futuros, como del tipo de exposición que queramos tener, como de nuestros conocimientos y perfil de riesgo.

En este sentido también es importante entender que tanto los precios del petróleo como la forma de la curva de sus futuros son muy volátiles y sus movimientos dependen de muchísimos factores. Además, los productos disponibles para invertir en petróleo suelen ser de naturaleza compleja, no son aptos para todos los inversores y suelen tener también una volatilidad notable.

Hoy veremos las principales formas indirectas de invertir en petróleo:

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De nuevo, ninguna es perfecta y todas dependerán de nuestro nivel de conocimientos y de nuestras expectativas.

La forma más conocida y habitual de tomar exposición indirecta al precio del petróleo sería hacerlo a través de acciones. La correlación entre petróleo y bolsa global es entorno al 0,50 (semanal, últimos 10 años). Por tanto, lo lógico sería pensar que las compañías relacionadas con el crudo será superior. Y así es:

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Pero aunque la correlación de estos sectores y el precio del petróleo es alta, siguen teniendo una mayor relación con la renta variable en general que con el crudo. Es decir, que al invertir en ellas nos exponemos más a riesgo de renta variable que al riesgo de movimiento de los precios del petróleo.

Esto es así porque muchas veces las propias compañías petroleras cubren los precios del crudo para dedicarse a aquello que mejor saben hacer, que es explorar, producir, refinar, transportar y vender crudo (en el caso de las integradas, todas las actividades).  Además, también nos exponemos a los riesgos del valor concreto, que pueden incluir un mejor o peor management, balance, etc. Es decir, el precio del petróleo podría subir pero la acción podría caer, por ejemplo, por una mala gestión de la compañía.

En el caso de que hagamos la inversión a través de ETFs sectoriales, nos expondremos también a los riesgos del sector en concreto, que puede ser diferente al del precio del crudo. Y de nuevo, las características propias del producto puede añadir complicaciones adicionales (por ejemplo, en los ETFs apalancados es muy importante el timing de entrada, al ser daily leverage).

Además el rendimiento del sector, aunque correlacionado, podría ser muy diferente en magnitud al del petróleo.

Respecto a la inversión a través de opciones, estructurados, etc. tenemos una problemática notable derivada de la complejidad y diversidad de estos productos. Muchas veces obtendremos exposición a variables que ni siquiera tienen que ver exclusivamente con los precios del crudo (por ejemplo, a la volatilidad de los mismos, o al tiempo que tarde en hacer el movimiento). Obviamente, excede los objetivos del artículo y deberían estudiarse caso por caso. Tan sólo destacar que en el caso de producto estructurados y derivados no listados, se podría incurrir en riesgo de crédito, de liquidez y de contrapartida, entre otros.

La parte positiva es la enorme flexibilidad y capacidad de generar diferentes estrategias dependiendo de nuestra visión del petróleo o de las acciones relacionadas.

Finalmente, otra de las opciones indirectas más comunes de invertir en petróleo es hacerlo a través de fondos de inversión, Hedge Funds, CTAs, etc. Aquí, de nuevo, la ventaja es la sencillez de la operativa. Pero la complejidad de las estrategias de cada producto puede ser notable. Aquí ya no nos exponemos tanto al riesgo del petróleo como al riesgo del propio gestor y su sistema.

En este sentido, cabe que el fondo replique un índice de futuros o que intente batirlo con estrategias Long Only, o Long-Short. La casuística, de nuevo, es tan elevada que no se puede hablar en términos generales y habría que entender y analizar las estrategias de cada uno, así como su estructura legal, riesgos operativos, etc.

En resumen, exponerse a los cambios de precio del petróleo spot es complicado y no existe una opción sencilla ni que nos garantice 100% exposición sólo al movimiento del subyacente. Conviene tenerlo muy en cuenta de cara a no incurrir en riesgos no deseados.