¿Cómo puede condicionar el riesgo de Brexit el rumbo de los mercados en los próximos cuatro meses?

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The Prime Minister's Office, Flickr, Creative Commons

No paran de acumularse nuevos acontecimientos de alto voltaje para los mercados. Esta ha sido la secuencia: el viernes pasado, David Cameron consigue cerrar un acuerdo con la UE en el que se reconoce el estatus especial de Reino Unido y que el país no está obligado a una mayor integración dentro de la Unión. También anuncia que el 23 de junio será la fecha elegida para celebrar el referéndum que consulte a los británicos si Reino Unido debería quedarse o abandonar la UE. El pasado lunes, el ex alcalde de Londres Boris Johnson anuncia públicamente que votará a favor de una salida de la zona euro y agita el riesgo de Brexit hasta el punto de que la libra se desploma ese mismo día hasta niveles inéditos desde marzo de 2009. Ayer, la divisa profundizaba sus pérdidas contra el dólar con otra caída de casi el 5%, hasta intercambiarse a 1,4026 dólares por libra. 

La pregunta clave es: ¿deben preocuparse los inversores por este riesgo político añadido? Bastien Drut, estratega de Amundi, afirma que “gran parte del riesgo de Brexit ya está puesto en precio”, y atribuye la depreciación de la libra a la pérdida de momento del Reino Unido. Asimismo, advierte de que el resultado del referéndum “claramente influirá sobre las expectativas en torno a la política monetaria del Banco de Inglaterra”. Por ello, matiza que si bien ya está en precio mucha parte del pesimismo, si finalmente los ciudadanos británicos votan “No” a la permanencia y se ejecuta el escenario de Brexit “la libra sufrirá fuertemente", aunque insiste en que "este escenario aún no está en precio”.

Al margen del comportamiento de la divisa y de las acciones británicas, Drut llama la atención sobre el impacto de la salida de Reino Unido sobre su deuda soberana, especialmente teniendo en cuenta que el déficit por cuenta corriente del país ha alcanzado unas dimensiones notables – el 6% del PIB- tanto en relación con la media histórica del país como respecto a la propia zona euro. “Todo el mundo se está fijando en el impacto sobre el comercio entre Reino Unido y la UE, pero no están teniendo en cuenta que el país también tendrá dificultades para financiarse si se va de la Unión”, asevera el estratega.

“Los mercados exhiben claramente un efecto Brexit, basado en las probabilidades actuales – registradas por los corredores de apuestas de Reino Unido- de en torno a una de tres probabilidades de que Reino Unido se vaya de la UE”, comenta por su parte David Page, analista y estratega de AXA IM. Page advierte de que “un sentimiento más negativo después de este acuerdo (el alcanzado el viernes) podría incrementar la percepción sobre las oportunidades de una salida”, lo que a su vez podría conllevar “más presión bajista sobre la libra, los bonos, la renta variable y la deuda corporativa”. 

Las estimaciones de AXA IM apuntan a que un escenario de Brexit tendría un impacto adverso sobre el PIB británico, con una caída que sitúan entre el 2% y el 7%. La magnitud de la caída hace del referéndum, en opinión del experto, “el mayor evento económico de al menos los próximos cuatro meses”. 

Matthew Beesley, responsable de renta variable global de Henderson, corrobora que la salida de la UE “claramente sería muy negativa desde la perspectiva del PIB de Reino Unido, tanto en lo que respecta al shock repentino como un impacto más sustancial y de largo plazo, al reorientarse las empresas hacia un nuevo asentamiento”. Beesley añade que la salida de Reino Unido también entraña riesgos para la zona euro en su conjunto: “Reino Unido paga cerca de 1.000 millones de euros al año a la UE, dinero que otros países tendrán que encontrar si se va”. 
Donal Kinsella, director de inversiones de renta fija de Henderson, añade que – haciéndose eco de lo que opina la mayor parte de la City londinense- que un Brexit “sería negativo para el tipo de cambio de la libra frente a la mayoría de las grandes divisas globales”. 

Cuatro meses de campaña por delante

Steen Jakobsen, economista jefe de Saxo Bank, comenta sobre el acuerdo alcanzado entre Cameron y las autoridades europeas el viernes que, además de insuficiente, “en un par de semanas nadie lo va a recordar o entender, ya que es demasiado complicado y sin ningún tipo de cambios realmente fundamentales”.  En cuanto a la campaña que se ha abierto de forma oficiosa después de trascender los términos del acuerdo, Jakobsen opina que “Cameron es un jugador de campaña lo suficientemente fuerte para marcar una diferencia subyacente en el incierto futuro”.

El experto plantea dos posibles escenarios. Si Cameron fracasa en su intento de convencer a los británicos de las bondades de la permancia, Jakobsen asume su salida del cargo: “El 50% de los parlamentarios ya están alineados con un No y será imposible para él liderar a los conservadores después de un No, sobre todo después de que Boris Johnson se haya unido al bando "de salida" en el último momento”. En cambio, el presidente del Gobierno “cuenta con el apoyo de las principales compañías y de 50 de los 100 consejeros delegados que integran el índice británico FTSE 100”. 

Jakobsen anticipa un escenario muy pesimista si Reino Unido vota “No”: “Veremos un derrumbe de la UE, el abandono de la ley común y la igualdad de trato quedará a la vista de todos”, amén de otros problemas que llevan marcando la agenda europea desde hace años (Grecia, la unión bancaria, la acción del BCE…).