¿Cómo reaccionarán los mercados en función de los resultados electorales de Holanda y Francia?

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Bahai

La primera cita importante en el calendario electoral europeo es el próximo día 15 de marzo, cuando se celebran elecciones generales en Holanda. La posibilidad de una victoria de Geert Wilders, apodado el “Trump holandés”, resulta preocupante en palabras de Robeco porque “es fervientemente anti-UE, y ha atacado tanto al Islam como a los inmigrantes, en particular la gran comunidad marroquí de los Países Bajos”. (leer más sobre posibles resultados electorales en Holanda)

Wilders ha trabajado en el parlamento holandés durante los últimos 19 años y el PVV participó en una coalición holandesa hasta 2012, aunque nunca haya ocupado cargos gubernamentales. No obstante, Léon Cornelissen, economista jefe de la firma, considera que el PVV es más un riesgo a largo plazo porque se está perfilando como “la única verdadera oposición como un grupo anti-establishment”.

Frente al sentimiento anti europeo del político, una encuesta publicada recientemente por TNS Nipo mostró que sólo un 25% de los holandeses están a favor de abandonar la UE, y un 55% respalda la permanencia. “Los Países Bajos son un miembro fundador de la UE, y tienen importantes relaciones comerciales con el Reino Unido, donde el Brexit ya es una preocupación por la pérdida de comercio para los holandeses. Hay un consenso en los Países Bajos de que salir de la UE sería una locura, aunque existen preocupaciones sobre el euro”, concluye Cornelissen.

Lukas Daalder – director de inversiones de Robeco- opina que la altamente internacionalizada Bolsa de Ámsterdam apena sufrirá: “Incluso si Wilders gana con un amplio margen, las probabilidades de que tenga un gran impacto en los mercados holandeses o cualquier otro mercado es limitada. Para formar un gobierno de coalición, tendría que bajar el tono de sus ideas políticas más radicales y ser más condescendiente". Para Daadler, “simplemente los Países Bajos son demasiado pequeños para realmente influir en los mercados europeos o globales".

Paul Brain, responsable de renta fija en Newton (parte de BNY Mellon) alerta de que el mercado no está teniendo en cuenta otro riesgo: la posibilidad de que el partido más votado – aunque sea el PVV- se quede fuera de la coalición para formar el gobierno, algo que “podría dividir al país”. “Sería lógico que, como mínimo, la nueva coalición de gobierno se hiciese eco del sentimiento antinmigración y que se mostrase más dura con el proceso de integración europea”, añade Brain.

Gareth Colesmith, gestor de carteras senior en Insight (también parte de BNY Mellon), espera que tanto este resultado electoral como de los otros dos eventos de riesgo político previstos para 2017 sean “relativamente benignos para los inversores”, aunque advierte que “los episodios de volatilidad serán casi inevitables, lo que generará oportunidades para que los inversores activos en renta fija aprovechen las oportunidades de valor relativo, principalmente en los mercados de deuda soberana en euros”.

¿Qué está pasando en Francia?

David Greene, gestor de carteras de renta fija europea en Pioneer Investments, comenta sobre las elecciones francesas que “las encuestas para la primera vuelta tienen unos resultados muy ajustados, y todas indican que Le Pen tendrá que luchar para ganar la competición del 7 de abril”.

Greene aporta dos datos por los que desaconseja la comparación de este proceso electoral con el estadounidense o el Brexit: “Para empezar, la brecha entre Le Pen y Fillon o Macron es sustancial, mucho más alta que la vista en las votaciones de Reino Unido o EE.UU. En segundo lugar, el Frente Nacional es bueno movilizando el apoyo electoral, pero tienen dificultades para conseguir apoyos por parte de otros partidos, por lo que es improbable que gane en la segunda vuelta”.

El experto concluye que “los mercados están siendo demasiado pesimistas con el resultado final” y así lo están reflejando los bonos soberanos franceses. También ha detectado preocupación entre los mercados por la promesa de Le Pen de celebrar un referéndum sobre la permanencia en la UE. “Supondría cambiar la constitución francesa, y esa propuesta necesita ser aprobada por una mayoría de los miembros de las dos cámaras. Le Pen tiene pocas probabilidades de conseguirlo”, resume Greene.

Anna Stupnytska, economista global de Fidelity, considera que el resultado de las elecciones francesas va a ser binario: “Una victoria de Le Pen se considerará poco favorable al mercado, pese a las probables limitaciones de sus facultades como presidenta. Fillon o Macron se consideran resultados favorables al mercado. El euro soportaría la mayor parte del peso de una victoria de Le Pen y el euro/dólar se acercaría fácilmente a la paridad (y posiblemente la sobrepasaría)”.

La renta variable francesa podría verse menos afectada, “dada su exposición global”, pero los diferenciales de la deuda francesa “se ampliarían sustancialmente, afectando a su vez a los países periféricos europeos y sobre todo a Italia, que se debate bajo el peso de la crisis bancaria y el vacío de liderazgo”. Esta reacción en cadena “frustraría la estrategia de recorte de la expansión cuantitativa del BCE vía reducción del nivel de compras mensuales de bonos, aunque seguiría en el mercado”.

En cambio, una victoria de Fillon o de Macron impulsaría a los activos franceses y europeos al disminuir la prima de riesgo político. En este escenario, “los diferenciales entre los OAT franceses y los bunds alemanes se estrecharían y el euro se revalorizaría, sobre todo frente al dólar y el yen”.

La economista también advierte de la posibilidad de que surjan eventos inesperados a última hora. Uno sería la posible coalición electoral entre el socialista Benoît Hamon y el candidato de extrema izquierda Jean-Luc Mélenchon, que “podría provocar desilusión entre sus simpatizantes, dando lugar a una alta tasa de abstención en la segunda vuelta que permitiría a Le Pen superar su techo”.

Otra posibilidad es que se produjera un acontecimiento externo. “Una encuesta de BVA realizada en febrero reveló que los problemas más importantes para los votantes son el desempleo, el estado de bienestar, la seguridad, el terrorismo y la inmigración. Los votantes de Le Pen sitúan el terrorismo en primer lugar, mientras que para los partidarios de Fillon lo más importante es la seguridad y para los votantes de Macron el tema fundamental es el desempleo. Las perturbaciones externas podrían alterar el panorama”, resume la experta.