UBS Global AM cree que, aunque a muchos les preocupan los elevados niveles de deuda con los que conviven algunos países, la deuda en sí no es realmente el problema.
“Es de sobra conocido que muchos países tienen demasiada deuda, lo que ha centrado la atención de muchos inversores en aquellos que tienen una deuda más elevada. No obstante, la deuda en sí no es realmente el problema. Es la carga que impone la deuda el verdadero problema. En este sentido, un país con un ratio de deuda frente al PIB del 100% que paga unos intereses del 3% se enfrenta a un problema menor al que lo haría una economía con el mismo ratio de deuda respecto al PIB, pero con unos intereses al 7%”. Así lo explican en UBS Global Asset Management, al asegurar que aunque el enfoque tiende a centrarse en el nivel de deuda, la sostenibilidad depende de la carga de los intereses.
Pero, ¿cómo saber si un país cuenta con una deuda sostenible? En un informe publicado por la gestora, los expertos de renta fija de la entidad helvética señalan que existe una fórmula para analizar la sostenibilidad de la deuda de un país. La metodología es simple: se trataría de extraer la diferencia entre los intereses y la tendencia del crecimiento económico. “Cuando el interés de los pagos son más elevados que la tendencia del crecimiento económico, la deuda aumentará a menos que el país pueda equilibrar sus cuentas con un superávit primario. Asimismo, cuando los pagos de los intereses son más bajos que la tendencia del crecimiento, la deuda baja a menos que el país opte por el déficit primario”, indican.
Para la gestora, resulta sorprendente que la deuda de muchos países haya aumentado sin que se haya producido un empeoramiento de la sostenibilidad. “En particular, este ha sido el caso de Reino Unido, Francia, Estados Unidos o Canadá, que tienen una deuda mayor que en el pasado pero con unos intereses todavía ampliamente en línea o incluso inferiores a la tendencia del crecimiento de su PIB nominal. En otras palabras: el problema de estos países no es el déficit primario sino la carga de la deuda existente”, afirman. Incluso España, en el centro de todas las preocupaciones a nivel mundial, paga unos intereses sólo ligeramente por encima del crecimiento tendencial de su economía.
“Evidentemente, alguien podría argumentar que la estimación de la tendencia de crecimiento de la OCDE puede ser demasiado alta, en cuyo caso España se convierte en un país mucho menos sostenible. Sin embargo, en comparación con otras economías de su entorno, como Grecia o Portugal, el país se encuentra en una posición de estabilidad”, afirman. Las cifras de Italia son incluso peores que las de España, si bien hay que tener en cuenta que el país transalpino goza de superávit primario, mientras que España tiene déficit primario. Este dato explica por qué el mercado considera que España entraña un mayor riesgo, apuntan desde la gestora suiza.