Cómo se explica que los flujos hacia fondos resistieran la peor caída del mercado en décadas

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Izzy Gerosa on Unsplash

Sorprende que a la vez que los datos macroeconómicos apuntan a una recesión más severa aún que la de 2008 hayan bolsas que coticen incluso con ganancias en el año. Pero pocos hubieran predicho que en el mes de la caída más virulenta de las bolsas desde la Gran Depresión habría categorías de fondos de renta variable que verían entradas netas positivas. Porque lo cierto es que las cifras de flujos netos de marzo en Europa dejan una imagen curiosa de cómo la industria de gestión de activos ha vivido esta corrección.

Si nos quedamos únicamente con los datos del primer titular, es innegable que marzo fue un mes negativo para las captaciones en fondos. Pero hay que desgranar las cifras globales. Como bien señala Philip Kalus, consejero delegado de Accelerando Associates, uno podría concluir que marzo fue una matanza, pero en realidad hubieron muchas casas con flujos netos positivos y muchos más con salidas relativamente moderadas teniendo en cuenta las circunstancias del mercado.

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Como se aprecia en este ranking que aportan desde Accelerando Associates, en Europa la categoría con mayores flujos positivos en el mes (excluyendo monetarios y ETF) fue de renta variable británica y destacan los flujos en la bolsa suiza, y small caps globales. Incluso en el sector energía.

Hay que recordar que esto no deja de ser un análisis de un periodo muy breve. Y que como apunta Kalus, los flujos a corto plazo en Europa generalmente se distorsionan por algunos grandes movimientos de unas pocas firmas importantes. Dicho lo anterior, nota un sentimiento heterogéneo en el mercado. “Muchos se están posicionando para buscar gangas, pero también hay otros grandes inversores que anticipan un mercado bajista más largo”, cuenta.

Y las gestoras internacionales coinciden en ver ese sentimiento. Javier Ruiz Villabrille, responsable en España de Flossbach von Storch, ve en estos flujos la manifestación de varios factores. Principalmente, que es una crisis que tiene un punto final, la vacuna, y que los bancos centrales han dejado claro que los tipos permanecerán bajos mucho tiempo. Por eso, tras una semana clave de capitulación, de comerse la caída, los inversores pasaron a la siguiente fase. “Dentro de la honestidad intelectual de que nadie tiene una bola de cristal, los clientes han estado más pendientes de no perderse el rebote”, cuenta.  

Hay algo de naturaleza humana es esa necesidad del inversor en pasar página a través de sus inversiones La sensación es muy diferente a la de crisis anteriores. “Ahora el elemento humano y la importancia de la salud está en un escalón superior en la escala de prioridades. Es cierto que nos ha pillado por sorpresa a todos, gobiernos, OMS, gestoras, inversores… y la meta de todos es la vuelta a la normalidad lo antes posible”, afirma Álvaro Antón Luna, responsable de Aberdeen Standard Investments para Iberia.

Por qué han triunfado los sectoriales

Dentro de esas captaciones de renta variable, las gestoras indicen en que el apetito está en las propuestas temáticas o sectoriales. En reits, tecnología, salud e inversión sostenible que destaca Martina Álvarez, directora de ventas de Janus Henderson para Iberia. Es la continuidad de una tendencia que empezó hace años. Son productos que el inversor final entiende o percibe ya que se basan en tendencias estructurales que todos estamos viendo: la amazonificación de la sociedad o auge de las ventas online, envejecimiento de la población, movimiento hacia la nube o digitalización de pagos, cambio de hábitos de consumo, etc. “El inversor final lo ve más real que el EuroStoxx 50 o el S&P 500”, apunta. 

También lo han notado en BlackRock, donde las estrategias temáticas y sectoriales las que han acaparado una parte importante de las entradas. Según cuenta Andre Themudo, responsable del Negocio de Distribución de la firma en España, Portugal y Andorra, han notado un fuerte aumento de suscripciones en fondos como el World Healthscience, que acumula un saldo neto de más de 1.000 millones de euros en Europa en lo que va de año y que gestiona un tercio de los activos para esta categoría a nivel europeo, o el BGF World Technology, que ha registrado entradas netas en el entorno de los 500 millones de euros. ​"Los inversores institucionales han preferido no aumentar su nivel de riesgo y permanecer a la espera de ver cómo evolucionan los mercados, por lo que han dejado la iniciativa a los canales de distribución, en los que se han buscado oportunidades en renta variable, especialmente en fondos sectoriales y temáticos", cuenta.

La inversión sostenible ha demostrado con cifras que es más que una moda pasajera. Así lo ha notado, Amparo Ruiz Campo, responsable de DPAM para España y LatAm. Algunos de sus clientes han aprovechado para comprar sus estrategias de temáticas sostenibles, dada la demostrada resiliencia y también bolsa europea de calidad. Los flujos positivos son la cosecha de un esfuerzo plantado en los meses buenos, de explicar que son apuestas a medio y largo plazo. “En momentos de incertidumbre este tipo de compañías (con liderazgo, fuerza de innovación…) suelen resistir mejor y al mismo tiempo, en un contexto de repunte, son las empresas que deberían sobresalir, puesto que los inversores históricamente han tendido a volver primero a las empresas de mayor calidad”, explica Mathias Blandin, responsable de La Financière de l´Echiquier para Iberia.

Una caída para aprovechar

El nivel de las valoraciones ha sido también uno de los grandes alicientes para los flujos positivos. Como apunta María García, directora de ventas de Edmond de Rothschild AM: “En marzo nuestros clientes entraron en modo risk off. Pero risk off no es sell off”. Adaptaron cautelosamente sus carteras e incluso algunos aprovecharon para construir posiciones en activos que parecían caros antes de las caídas. Alexei Jourovski, responsable de renta variable de Unigestion, coincide: “El colapso inicial fue brutal y rápido, lo que abrió oportunidades en sectores que habían corregido demasiado y que subsecuentemente rebotaron”.

A esta crisis los inversores han llegado con la lección aprendida: que si las acciones en las que se está invertido mantienen su tesis de inversión/valoración intacta, lo mejor es mantener los nervios y evitar realizar cambios bruscos. Desde gestoras como Fidelity siempre se ha mostrado con ejemplos cómo el market timing -acertar con el momento óptimo de entrada- en la mayoría de los casos es erróneo y se suele perder siempre el rebote de los mercados. “Los que han tenido que vender forzosamente han sido fondos de gestión cuantitativa, apalancados, indexados o ETFs. Sin embargo, el inversor activo ha aprovechado las correcciones de mercado para comprar compañías que saldrán reforzadas de la crisis con unos descuentos muy interesantes”, afirma Óscar Esteban, director de ventas para España.

Es el sentimiento general que notan las gestoras internacionales, que los inversores no se han dejado llevar por el pánico, como detecta Carla Bergareche, directora general para España y Portugal de Schroders. Al contrario, mantuvieron la calma para mirar más allá del ruido. Y en estas semanas se ha hablado mucho de oportunidades con perfiles de inversores que pueden resistir el riesgo. “Las valoraciones de compañías de alta calidad están pagando cupones con rentabilidades que no veíamos desde hace mucho tiempo, e inversores con perfil de riesgo más alto también están interesados en los diferenciales muy atractivos que ofrece ahora el high yield”, cuenta Alicia García, responsable de M&G para España, Portugal y Andorra. Sila Piñeiro, directora de Multimanager y Gestión Alternativa de Credit Suisse Gestión, coincide: “Normalmente, sin tener en cuenta otros factores como la necesidad de liquidez, cuanto mayor es la cultura financiera de los inversores, más capacidad tienen para aguantar esta volatilidad del mercado.