Comparativa de rentabilidad entre los fondos activos europeos y sus índices de referencia

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Melenita2012, Flickr, Creative Commons

Lyxor Asset Management ha presentado los resultados de un estudio en el que se compara la rentabilidad de los fondos activos domiciliados en Europa con la de sus índices de referencia. En este trabajo, en el que se analiza la rentabilidad de 3.740 fondos activos (que representan 1,2 billones de activos gestionados) con respecto a sus índices de referencia tradicionales durante un periodo de diez años, se pone de manifiesto que solo el 20% de los fondos activos domiciliados en Europa baten a sus benchmarks a diez años, un porcentaje que se eleva al 23% a cinco años. A más corto plazo, los resultados son más positivos y en 2015 una media del 47% de ellos registraron un mejor comportamiento que sus índices de referencia. Esta cifra supera con creces la registrada en 2014, periodo en el que, de media, tan solo un 25% de los fondos obtuvieron rentabilidades superiores. Al analizar la fuente de dicha rentabilidad superior, Lyxor descubrió que una parte significativa de ésta podría atribuirse a factores de riesgo específicos.

Estos “factores de riesgo” hacen referencia a valores que presentan las mismas características o comportamientos. La entidad ha identificado cinco factores de riesgo clave (tamaño reducido, valor, calidad, baja beta y momentum) que, en conjunto, representan el 90% de las rentabilidades de la cartera. Como ejemplo, los gestores de fondos activos europeos sobreponderaron los factores de baja beta, momentum y calidad en 2015, y todos ellos batieron la rentabilidad de los índices de referencia. De acuerdo con el estudio de la gestora, ahí estuvo el secreto de su éxito. “Esto pone de manifiesto la creciente importancia de los factores de riesgo y otras estrategias smart beta a la hora de generar rentabilidades en la compleja coyuntura de mercado actual”, indican desde la entidad. El estudio de Lyxor también compara la rentabilidad de los fondos activos con los índices Smart Beta y mínima varianza, diseñados para mitigar la volatilidad de la cartera.

En este ámbito, los resultados fueron aún más interesantes: mientras que el 72% de los fondos activos en la categoría europea rindieron mejor que un índice de referencia tradicional en 2015, tan solo el 14% exhibió una mejor trayectoria que el índice smart beta. “Estas conclusiones demuestran el papel cada vez más importante que desempeñan las estrategias smart beta basadas en normas que no se rigen por la capitalización de mercado, como pilar esencial de las carteras de los inversores. La inversión basada en factores constituye una de las diversas estrategias de inversión conocidas como smart beta. En los mercados actuales, caracterizados por unos tipos de interés en niveles muy bajos, una mayor volatilidad y la ausencia de una tendencia clara en los mercados de activos de riesgo, los inversores deben poner la mirada en nuevas estrategias de asignación de la cartera a fin de lograr mayor diversificación y generación de rentabilidad”, afirma Marlene Hassine, jefa de análisis de ETF de Lyxor.