Conclusiones de las gestoras internacionales al último discurso de la Fed: espere más subidas de tipos, pero probablemente a un ritmo más lento que hasta ahora

Reserva Federal
Foto: Tim Evanson, Flickr, Creative Commons

Lo previsto. Nueva subida de tipos de la Reserva Federal de Estados Unidos. La sexta del año y la cuarta en los últimos cinco meses. Y de 75 puntos básicos, hasta situar el precio del dinero en un rango comprendido entre el 3,75% y el 4%. La decisión los miembros de la autoridad monetaria la tomaron por unanimidad con el objetivo de luchar contra la inflación. Hasta ahí nada fuera del guion. La novedad es que, aunque la Fed anticipa nuevas subidas, ha dejado abierta la puerta a que esos incrementos se produzcan a un ritmo inferior al aplicado hasta ahora.

Tal y como destaca Christian Scherrmann, economista para EE.UU. en DWS, Jerome Powell reconoció una desaceleración de la actividad económica en comparación con el año pasado. Además, comentó que las condiciones financieras se están endureciendo "bastante", lo que podría interpretarse como una creencia por parte de los banqueros centrales de que sus acciones están resultando eficaces. También reiteró la conocida idea de que las subidas de tipos necesitan tiempo para mostrar todo su efecto

“La rueda de prensa fue una cortina de humo, y las subidas de tipos seguirán siendo habituales en el futuro cercano. Ahora, la Fed podría considerar ajustar el ritmo de subidas en la reunión de diciembre y prolongar su ciclo de subidas más allá del primer trimestre de 2023. De hecho, Jay Powell declaró explícitamente que es prematuro esperar que la Fed haga una pausa en el ciclo de subidas. Esto podría hacer que la tasa terminal superara el 5%. El mercado revaloriza la probabilidad de una subida de 50 puntos básicos en diciembre hasta el 65%, desde el 44%”, revela Jon Maier, director de Inversiones de Global X.

Primera señal: existe evidencia de que la inflación está cayendo

De acuerdo con Paul O’Connor, responsable de Multiactivos de Janus Henderson, los precios de los futuros indican que la Fed subirá los tipos en unos 50 puntos básicos en diciembre y en una cantidad similar en el primer trimestre, hasta un máximo de alrededor del 5%. El banco central se está acercando claramente al punto en el que debe plantearse la cuestión de cuán altos deben ser los tipos. Pero… ¿cómo estar seguros de que la Fed se está acercando al pico de tipos y a un posible giro en su política? Según los expertos de las gestoras internacionales, habría que estar atentos a tres señales.

De acuerdo con Keith Wade, economista jefe de Schroders, la inflación general del IPC parece haber alcanzado un máximo del 9,1% interanual en junio y se situó en el 8,2% en septiembre. El cambio de tendencia se ha debido en gran medida a la disminución de la inflación de los precios de las materias primas, ya que los precios de la gasolina han vuelto a caer por debajo de los cuatro dólares por galón.

“De cara al futuro, esperamos que la inflación se modere, ya que el debilitamiento de la demanda limita la capacidad de las empresas para repercutir los aumentos de costes. La ralentización del crecimiento mundial también debería pesar sobre los precios de las materias primas. Por otra parte, uno de los principales motores de la inflación subyacente, el coste de los inmuebles, debería moderarse a medida que el mercado de la vivienda vaya decayendo”, explica Wade.

Segunda señal: el mercado laboral se está debilitando

De acuerdo con el experto, la clave para una caída sostenida de la inflación subyacente es el debilitamiento del mercado laboral, que hasta ahora se ha mantenido resistente frente a la desaceleración del crecimiento este año. La tasa de desempleo cayó al 3,5% en septiembre (muy por debajo de las estimaciones de equilibrio en el 4,5%), las nóminas siguen creciendo y, aunque las ofertas de empleo han caído ligeramente, sigue habiendo casi dos vacantes por cada desempleado. El mercado laboral sigue estando tenso.

Un factor que ha agravado el problema ha sido el retroceso de la tasa de población activa, ya que muchos trabajadores han decidido no volver al mercado laboral tras la pandemia. Las jubilaciones y las bajas de larga duración han jugado un papel importante, y la tasa de participación se mantiene un 1,1% por debajo de los niveles anteriores a la crisis, lo que equivale a 1,8 millones de trabajadores. Según el economista de Schroders, una mayor participación ayudaría a aliviar la escasez de oferta, pero, mientras tanto, los salarios están aumentando e incrementando la presión de los costes.

Tercera señal: el crecimiento económico cae por debajo de la tendencia actual

En el comunicado de la Fed se dice textualmente que, para determinar el ritmo de los futuros aumentos, “el Comité tendrá en cuenta a partir de ahora el endurecimiento acumulado de la política monetaria, los retardos con los que la política monetaria afecta a la actividad económica y a la inflación. Y también la evolución económica y financiera”. Esta última frase es una importante novedad con respecto al mensaje de septiembre. “Un crecimiento económico por debajo de la tendencia actual es la tercera condición necesaria para que la Fed declare el fin de ciclo de subidas de tipos de interés”, indica Jack Janasiewicz, gestor de fondos y estratega de Natixis IM Solutions.

En EE.UU., las últimas cifras indican que la economía se recuperó en el tercer trimestre, con un aumento del PIB del 2,6% (trimestral anualizado) tras un descenso del 0,6% en el segundo trimestre. Sin embargo, el rebote del PIB se debió en gran medida a un repunte de las exportaciones netas, ya que los cuellos de botella disminuyeron, mientras que la demanda interna subyacente siguió siendo débil. La relajación de las cadenas de suministro ha ayudado y también se ha reflejado en la disminución de los precios de los bienes. Mientras tanto, el mercado de la vivienda, que se ha llevado la peor parte del endurecimiento de la política monetaria, sigue ralentizándose bruscamente.

En este entorno, Salman Ahmed, responsable global de macro y asignación estratégica de activos en Fidelity International, sigue viendo una elevada probabilidad de riesgos provocados por un aterrizaje forzoso a medida que nos acercamos a 2023, mientras el ciclo de endurecimiento de la política monetaria se extiende por el sistema. "De hecho, nuestros indicadores muestran una probabilidad de recesión del 55% para mediados del próximo año. La reducción del ritmo de las subidas será un paso importante a medida que el endurecimiento entre en la fase final", indica.

La reacción del mercado fue confusa

 A medida que la decisión y la declaración de la Reserva Federal establecían el movimiento de la rapidez, los mercados reaccionaron de forma moderada. “Las expectativas del tipo de interés de los fondos de la Reserva Federal para el próximo mes de diciembre cayeron 15 puntos básicos, hasta situarse por debajo del 4,75%, los rendimientos del Tesoro estadounidense a 2 años bajaron 13 puntos básicos hasta el 4,43% y los de 10 años cayeron 8 puntos básicos hasta el 3,97%. El dólar se depreció un 0,9% frente a una cesta de divisas y el S&P 500 subió un 1,3%”, recuerda David Page.

Sin embargo, cuando el presidente de la Fed explicó que el endurecimiento de la política monetaria probablemente sería más lento, pero más alto y durante más tiempo de lo que se había considerado, todo esto se revirtió bruscamente. “Los rendimientos a 2 años subieron 3 puntos porcentuales, hasta el 4,59%, los de 10 años 2 puntos porcentuales, hasta el 4,07%, el dólar está ahora un 0,5% más alto que antes del anuncio y el mercado de renta variable americano bajó un 1,8%”, explica el responsable de Análisis Macro en AXA IM