Consecuencias políticas, monetarias y en el mercado de la crisis desatada por el Gobierno de Liz Truss

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Foto: BMiz, Flickr, Creative Commons

El Gobierno británico ha decidido finalmente abandonar las políticas clave de su anunciado plan fiscal tras el espectacular fracaso del primer presupuesto presentado por el destituido ministro de Economía Kwasi Kwarteng. Tras una tremenda agitación de la libra y el mercado británico de renta fija, la primera ministra, Liz Truss, se vio forzada a renunciar a su programa.

¿Qué pasó?

La libra esterlina alcanzó un mínimo histórico frente al dólar estadounidense en 1,068 y cayó hasta los 1,112 frente al euro el 26 de septiembre, mientras que el rendimiento de los bonos del Estado a 30 años superó varias veces el techo del 5% en las operaciones intradía, frente al 3,78% de la víspera de anuncio del presupuesto.

Ante esta situación, el Banco de Inglaterra se vio obligado a intervenir y comprar gilts a largo plazo, ya que se hizo evidente que la velocidad de la subida de los tipos de interés había causado problemas a algunos fondos de pensiones. Sin embargo, con el banco central endureciendo su política monetaria, esto entraba en conflicto con su objetivo principal de tratar de reducir la inflación de nuevo al 2%. Por lo tanto, la autoridad monetaria se comprometió a ofrecer este apoyo sólo durante un corto período, y no se convertiría en el prestamista de último recurso de un Gobierno que había decidido tirar la prudencia fiscal por la ventana.

Kwarteng respondió a la crisis política anulando el cambio más polémico, la supresión del tipo impositivo adicional (45%). También anunció una actualización fiscal para finales de octubre, que esta vez incluiría una previsión de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria independiente, que no se había tenido en cuenta anteriormente. Sin embargo, Truss no tuvo más remedio que tomar nuevas medidas. Convocó al ministro de Economía, que se encontraba en Washington para una reunión del FMI, para informarle de su despido. Con sólo 38 días en el cargo, Kwarteng se convirtió en el ministro que menos tiempo ha durado en el cargo.

Consecuencias políticas…

Según Azad Zangana, el plan fiscal no sólo era insostenible para los inversores, sino que la óptica política de ofrecer los mayores recortes de impuestos a las rentas más altas generó una tremenda reacción política. “Las encuestas del Partido Conservador para las próximas elecciones generales han pasado de estar a 10 puntos de su principal rival, los laboristas, a estar a más de 30 puntos. Esto conduciría casi con toda seguridad a una victoria aplastante de los laboristas, no vista desde las elecciones de 1997”.

De acuerdo con el economista y estratega senior para Europa de Schroders, esta historia podría no haber acabado aún, ya que los rumores siguen sugiriendo que el Partido Conservador podría destituir a Liz Truss para reforzar su posición ante la opinión pública de cara a las próximas elecciones generales, que deben celebrarse antes de enero de 2025.

“Al fin y al cabo, el plan de crecimiento en el que basó su campaña ha quedado hecho trizas y ha tenido que ser rescatada por un colega del ala opuesta del partido. Incluso los periódicos amigos se preguntan si el actual ministro de Economía, Jeremy Hunt, dirige ahora el país”. Por ahora, los mercados de apuestas dan una probabilidad de dos tercios a que Liz Truss se vea obligada a abandonar el cargo antes de que acabe el año.

… sobre la política monetaria…

En lo que respecta a la política monetaria, dada la retirada de los estímulos fiscales, Zangana considera que el Banco de Inglaterra estará menos presionado para subir los tipos de interés en la misma medida. “Los mercados monetarios estaban valorando un pico de los tipos en el 5,5% desde el 2,25% actual, pero ahora ha bajado al 4,75% tras la marcha atrás dada por el Gobierno”.

Sin embargo, el experto espera que el Banco de Inglaterra mantenga una postura moderada. Aunque es probable que acelere las subidas de tipos en su próxima reunión de política monetaria de noviembre, prevé que suba los tipos menos de lo que esperan los mercados, potencialmente a un máximo del 4,5%. “Esto ayudaría a los hogares que se enfrentan a dificultades de refinanciación con sus hipotecas, pero puede dar lugar a que la inflación se afiance en la economía”, afirma.

… y efectos sobre el mercado

En el mercado, los rendimientos de la deuda pública británica han mostrado su visto bueno a la eliminación de gran parte del presupuesto por parte de Jeremy Hunt. Esto ha contribuido a consolidar un bienvenido respiro en los rendimientos de los gilts, dado el fin del apoyo del Banco de Inglaterra.

Para Peter Goves, analista de Renta Fija de MFS Investment Management, “todavía hay factores que pueden mantener los rendimientos relativamente altos debido a las continuas subidas del Banco de Inglaterra y al contexto inflacionista. Sin embargo, la reversión de gran parte de los recortes de impuestos no financiados es bienvenida. Es un paso hacia la restauración de la credibilidad fiscal. Ahora todos los ojos están puestos en la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria”, concluye.