¿Contagio o problema estructural? Análisis sobre el último repunte de la volatilidad en el sector de biotecnología

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Hagerstown Community College, Flickr, Creative Commons

¿Puede una noticia publicada en el New York Times actuar como azote de la volatilidad de todo un sector? ¿Y un tuit? Evan McCulloch, gestor de Franklin Templeton Investments, considera que si bien la biotecnología se ha resentido del repunte generalizado de la volatilidad en EE.UU., sin embargo el origen del último brote de volatilidad en el sector está precisamente en una información que publicó el diario neoyorkino el pasado 20 de septiembre; en él se mencionaba que una pequeña biotecnológica de propiedad privada había incrementado en un 5.000% el precio de un medicamento para tratar la toxoplasmosis que acababa de adquirir. La clave del asunto fue un tuit posterior de Hillary Clinton en el que se quejaba del precio excesivo de algunos medicamentos y anunciaba un plan para reducir los costes de prescripción. A su vez, este mensaje dio pie a otros políticos para participar en el debate sobre los costes sanitarios en EE.UU. 

Es interesante hacer notar que el ruido de fondo en torno a los costes ha estado pululando una temporada. Se han publicado una serie de artículos de prensa sobre este tema desde julio. El presidente Obama ha hecho comentarios periódicos sobre los elevados precios de los medicamentos, y el senador Bernie Snaders, que también está compitiendo por una nominación a candidato presidencial por los demócratas, publicó un plan centrado en los precios que generó atención renovada”, resume el gestor. 

Sin embargo, descarta que vaya a producirse un potencial recorte gubernamental de los precios de los fármacos: “Para bien o para mal, mi respuesta es que no van a reducirse los precios. Lo único que hizo Clinton fue articular un plan, no es legislación. El precio de prescripción es un tema popular porque mucha gente en EE.UU. piensa que el precio de los medicamentos es elevado, y es un problema que funciona bien con los votantes, pero no es legislación y, si lo fuera, probablemente no sería aprobada en un Congreso que cuenta con mayoría republicana”. El gestor indica que “dado que parece probable que los republicanos mantengan su mayoría en la Cámara de Representantes tras las elecciones de 2016, no creo que se apruebe ninguna ley hasta 2018 como pronto”. 

Dicho esto, el gestor está dispuesto a valorar todos los escenarios posibles. Así, evalúa las posibles implicaciones de que se materialice el plan anunciado por Clinton, y concluye que “el impacto sería muy manejable para el sector”. De acuerdo con sus estimaciones, “cualquier recorte en los precios de los fármacos incluidos en el programa Medicare sería muy inferior a la reciente corrección del 15-20% en el sector”. 

Por otra parte, al margen de que se apruebe o no la propuesta de Clinton, McCulloch tiene una advertencia para los inversores: espere más reformas basadas en el mercado. “Este proceso de vergüenza pública que están empleando los políticos probablemente cause que las compañías moderen las subidas de precios de aquí en adelante y dan poder a las compañías aseguradoras para buscar mayores reembolsos y hacer más sustituciones por fármacos más baratos. Por tanto, esperamos algo de moderación en el crecimiento de los márgenes, aunque probablemente sea imperceptible a nivel sectorial”, afirma el experto.

En este entorno, la receta de Franklin Templeton pasa por centrarse en las biotecnológicas cuyas medicinas tengan poca competencia y aporten un fuerte valor añadido para así mitigar el impacto de cualquier hipotético riesgo regulatorio. 

El sector mantiene su fuerza

Una vez dadas explicaciones sobre el reciente episodio de rentabilidad, el gestor procede a dar una actualización sobre el sector. Se muestra muy claro: “Creo que los fundamentales del sector de la biotecnología son tan fuertes como siempre. Bajo nuestro punto de vista, el canal de nuevos productos del sector está completo, y se está avanzando en importantes tratamientos nuevos para tratar el cáncer, el Alzheimer y una gama entera de enfermedades genéticas raras”. 

Por otra parte, señala que actualmente la FDA (administración estadounidense encargada de supervisar la aprobación de nuevos medicamentos) “está trabajando de forma cooperativa con el sector para hacer llegar nuevas medicinas a los pacientes, y en muchas situaciones ha aprobado fármacos que han tenido una fuerte proposición de valor para los pacientes”. 

El gestor concluye su análisis con la siguiente reflexión: “Hasta hace poco, las preocupaciones de los inversores se ceñían generalmente a las valoraciones, no a los fundamentales. Aunque han aumentado las preocupaciones en torno al poder de fijación de precios de los fármacos, no espero un gran cambio. Y con unas valoraciones más atractivas tras la reciente corrección, pensamos que el entorno para el sector es muy positivo”.