El S&P 500 y el Nasdaq cerraron la sesión del martes con fuertes descensos, registrando su peor caída diaria desde el lunes negro del 5 de agosto. A la cabeza del descenso se situó Nvidia, que perdió casi un 10% de su cotización. La volatilidad se acentúa en los mercados estadounidenses por las dudas sobre los futuros ingresos de la IA y el temor a una ralentización económica.
Wall Street arranca la semana con un tono de corrección. El S&P 500 cerró la sesión del martes con un descenso del 2,1% y el Nasdaq, el índice de referencia del sector tecnológico, cayó un 3,3%. Fue la peor caída diaria desde el lunes negro del 5 de agosto. A la cabeza del descenso se situó uno de los gigantes tecnológicos, Nvidia, cuyas acciones cayeron un 9,53% en la sesión.
Es el segundo revés importante para el gigante mundial de los chips en poco tiempo, tras la corrección coincidente con la publicación de su último informe trimestral, que decepcionó las expectativas, a pesar de los resultados sorprendentemente positivos. Pero la debilidad se extendió más allá de la tecnología a otros sectores cíclicos tras el decepcionante informe del ISM manufacturero, que mantuvo su tendencia a la baja en agosto por quinto mes consecutivo, amplificando los temores a una posible ralentización de la primera economía mundial.
“Septiembre ha tenido un comienzo, como mínimo, feo”, reconoce Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote. “Nvidia se desplomó casi un 10% en respuesta a las preocupaciones macroeconómicas más amplias y la sospecha de fatiga de la IA, y otro 2,42% en la negociación después de las horas de mercado con la noticia de que el DoJ (el Departamento de Justicia de EE.UU.) ha enviado citaciones a la compañía porque sospecha que Nvidia ha violado las leyes antimonopolio”, explica. Tras el desplome de Nvidia, las empresas de chips de Asia también sufrieron pérdidas: TSM se desplomó un 5% y SK Hynix cayó más de un 8%.
Señales de fatiga de la IA como temática
Según Ozkardeskaya, la noticia de los posibles cargos antimonopolio llega en un momento en que Nvidia está vulnerable. “Hace sólo una semana, la empresa publicó unos resultados rotundos. Superaron sus previsiones de ventas en 2.000 millones de dólares por quinto trimestre consecutivo y presentaron unas previsiones sólidas -y superiores a lo esperado- para el trimestre en curso”, afirma el analista. “Sin embargo, el precio de las acciones cayó porque los inversores se centraron en posibles problemas, como si las grandes tecnológicas recortarían el gasto en inteligencia artificial”, continúa. “Pero los grandes inversores en inteligencia artificial, como Meta y Google, han dicho que seguirán gastando mucho. Más allá de la noticia del DoJ, los recientes resultados de Nvidia podrían haberse interpretado positivamente, pero no fue así. Para mí, esto es un signo de fatiga”, sentencia.
BlackRock también señala una lenta adopción de la IA que alimenta las dudas entre los inversores. No obstante, la opinión del gigante de la inversión al respecto sigue siendo positiva. “Los inversores están debatiendo si los ingresos futuros de las principales empresas tecnológicas y de computación en la nube pueden justificar los miles de millones de dólares de inversión en inteligencia artificial (IA)”, advierten. “Creemos que distinguir entre empresas individuales y la economía en general es clave para evaluar el impacto. Sobreponderamos el tema de la IA y vemos ganadores a lo largo de la cadena de suministro de la IA. Sin embargo, vemos señales que nos hacen cambiar de opinión, como el estancamiento del crecimiento de los ingresos o la lenta adopción de la IA”, analizan.
Septiembre, un mes históricamente volátil
Julius Baer se muestra optimista sobre la renta variable estadounidense a largo plazo e interpreta las turbulencias como transitorias, pronosticando puntos de entrada más favorables en las próximas semanas. “Seguimos considerando la reciente volatilidad como una corrección intermedia en una tendencia alcista primaria del mercado alcista secular”, comenta Mathieu Racheter, responsable de Análisis de Estrategias de Renta Variable. “Aunque el perfil de riesgo/rentabilidad de la inversión en valores cíclicos se ha vuelto más atractivo, los inversores a largo plazo deberían seguir apostando por los valores estadounidenses de crecimiento de gran capitalización, que deberían seguir siendo los líderes del mercado alcista secular”, afirma el experto.
Mark Haefele, director de Inversiones de UBS Global Wealth Management, coincide. A pesar de la reciente caída, espera que la renta variable suba en los próximos seis a doce meses, aunque no descarta una nueva volatilidad a corto plazo. “Septiembre ha sido históricamente un mes malo para los rendimientos, lo que sugiere que cierta estacionalidad puede desempeñar un papel en el sentimiento negativo”, argumenta. “El S&P 500 ha caído en septiembre en cada uno de los últimos cuatro años y en siete de los últimos diez. Este contexto histórico puede ayudar a explicar por qué el movimiento del martes podría ser señal de un sentimiento de riesgo más amplio a medida que los inversores se preparan para una volatilidad potencial”, añade.
Expectativas de empleo en EE.UU.
Según Haefele, de UBS GWM, la incertidumbre sobre las perspectivas de crecimiento económico podría afectar a las expectativas de las empresas con flujos de ingresos cíclicos, entre ellas muchas tecnológicas. Por este motivo, la atención de los inversores se centrará ahora en el mercado laboral y en el informe de nóminas no agrícolas de agosto que se publica este viernes, que proporcionará más información sobre la salud de la economía estadounidense.
Estos datos serán cruciales para la decisión sobre la magnitud del recorte de tipos de la Fed en su reunión de septiembre. El consenso espera un recorte de 25 puntos básicos, pero aumenta la probabilidad de un recorte de 50 puntos básicos. “Otro informe decepcionante sobre el empleo podría provocar una recesión y empujar a la Fed a actuar de forma más agresiva”, sostiene Haefele. “Todas las miradas están puestas en los datos de empleo de EE.UU., que podrían empeorar las cosas o frenar el reciente risk-off”, afirma Ipek Ozkardeskaya.
“Esperamos un mercado laboral resistente”, defiende por su parte Gero Jung, economista jefe de Mirabaud Asset Management. “Los últimos datos económicos concuerdan perfectamente con una actividad económica resistente, presiones más débiles y una Fed que empezará a bajar los tipos a finales de este mes”, prosigue.