Kwok Chern Yeh, gestor del Aberdeen Global - Japanese Equity, acaba de estar de visita en Madrid para explicar la idiosincrasia de una estrategia que, actualmente, es uno de los buques insignia de Aberdeen Standard Investments en España.
Japón es un mercado desconocido para la inmensa mayoría de los inversores españoles. Su lejanía geográfica y las grandes diferencias sociales y culturales que presenta con respecto a Occidente hacen que, a menudo, muchos no acaben de entender la realidad nipona, lo que en la práctica supone pasar por alto las oportunidades que ofrece el país del Sol naciente. Parece evidente que la mejor opción para aquel inversor que tenga la intención de invertir en Japón es delegar esa tarea en un gestor que tenga los pies sobre el terreno, con un conocimiento amplio sobre las compañías y que sepa en todo momento discernir entre lo que es importante y lo que no.
Uno de ellos podría ser perfectamente Kwok Chern Yeh, gestor del Aberdeen Global - Japanese Equity, uno de los fondos de bolsa japonesa de referencia en el mercado español, lo que lo acredita con la calificación Blockbuster Funds People, que le certifica como un producto con más de 100 millones de euros de inversores españoles. La buena acogida que está teniendo su producto entre los inversores españoles ha vuelto a traer a Chern Yeh a Madrid, visita que ha aprovechado para explicar a Funds People algunos aspectos que –a su juicio- son importantes tener en cuenta a la hora de invertir en Japón y otros que no. El primero de ellos hace referencia a la situación política que vive el país.
“Japón atraviesa un momento político muy bueno. Pese a que la popularidad de Shinzo Abe ha caído últimamente de manera significativa, el país lleva viviendo una cierta estabilidad que dura ya seis años. Antes lo habitual era ver gobiernos inestables y crisis políticas. Este periodo tan prolongado de estabilidad política se antoja como una anormalidad”, afirma. Sin embargo, Chern Yeh asegura que, quien piense que esta es en sí misma una razón para invertir en renta variable nipona, se estaría equivocando. “La influencia de la política sobre la vida de las compañías es prácticamente nula. Ni siquiera la evolución del yen es un factor que afecte significativamente a mis inversiones”, reconoce.
Chern Yeh señala que la fortaleza mostrada por la divisa nipona en los últimos tiempos no es algo que le quite el sueño. “El yen no ha llegado a niveles preocupantes y, además, con una Reserva Federal americana subiendo tipos, lo lógico es esperar que se deprecie frente al billete verde. Tampoco creo que una guerra comercial entre Estados Unidos y China vaya a tener un impacto negativo en Japón. Más bien al contrario: mi estimación es que éste será neutral o incluso positivo. Lo que sí podría afectar de una manera más clara a las compañías japonesas es una caída del comercio global. Eso podría afectar a las cuentas de resultados de las compañías japonesas y a la cotización de algunas de los valores que tengo en cartera”, asevera.
La cartera del gestor es muy diferente a la del índice. De hecho, presenta un active share muy elevado, del 84%. “Se trata de una cartera muy concentrada, formada por aproximadamente 40 valores, en la que las diez primeras posiciones absorben el 45% del total de la inversión”, explica. El fondo tiene una beta de 0,9. Históricamente, en fases de rally del mercado, se ha quedado por detrás del índice. Sin embargo, en momentos de corrección, lo ha hecho mejor. “No sé si la bolsa japonesa va a subir o bajar. Nuestro objetivo es ofrecer a nuestros partícipes una rentabilidad estable, tratando de evitar en la medida de lo posible la volatilidad del mercado. En el pasado esto lo hemos conseguido. El fondo se ha comportado mejor en fases de corrección”.
Este concepto se entiende perfectamente cuando Chern Yeh detalla el tipo de valores que le gustan y por los que apuesta. Él los define como empresas con un fuerte sesgo defensivo, con sólidos balances, líderes en su sector, con fundamentales que tienden a mejorar y con equipos directivos abiertos de mente que se centren en asignar los recursos en aquellas áreas del negocio que generen una mayor rentabilidad para la compañía. Esto lo hace apoyándose en temáticas que, en su opinión, tienen un recorrido de medio-largo plazo y son muy potentes, como por ejemplo la robótica y la tecnología, las cuales ve como una tendencia trasversal que afecta a muchos sectores.
“La tecnología, por ejemplo, es una temática que actúa en tres ámbitos: mejora la productividad, reduce los costes y eleva la calidad de los productos que producen las empresas. En estos momentos existe una corriente muy fuerte en el mundo a favor de la eficiencia energética. Esta tendencia cobrará una gran relevancia a medio plazo. Golpea de lleno en sectores como el de la automoción, donde con la revolución de los coches eléctricos, los componentes más importantes ya no provienen de la mecánica, sino de la electrónica. Japón es muy buena en semiconductores. Existen compañías como Renesas punteras en este ámbito, sin apenas competencia y con un modelo de negocio único. Este es el tipo de empresas que buscamos para nuestra cartera”, revela el gestor.
Otro ejemplo sería Shin-Etsu Chemical, empresa que fabrica componentes electrónicos de telefonía y que, actualmente, es la primera posición del fondo (6%). “Solo existen otras tres empresas en el mundo que hagan algo parecido. Los productos que fabrica están incorporados en todos los teléfonos móviles del mundo”, subraya. Chern Yeh tampoco se olvida de aquellas compañías que han apostado por reestructurar su negocio y les ha salido bien, como es el caso de Yamaha. “Antes no prestábamos atención a aquellas empresas que estaban en procesos de redefinición de su negocio, pero cuando ves que los directivos ponen el dinero en el lugar correcto, detectas la oportunidad”. Estas son las cosas que, a su juicio, son realmente importantes a la hora de invertir en Japón.