El auge de los mercados privados ha puesto en primer plano al crédito privado con grado de inversión (IG). Según Mohit Mittal, Benjamin Ensminger-Law, Bryan Tsu y Jason Mandinach, esta categoría, que incluye desde préstamos corporativos hasta estructuras de asset-based finance (ABF), se presenta como una alternativa capaz de ofrecer primas de rentabilidad frente al crédito público gracias a la personalización de los términos que reciben los prestatarios. Sin embargo, esa prima no está exenta de riesgos: menor liquidez, mayor complejidad y menos transparencia estructural que en los mercados públicos.
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