Europa se prepara para un invierno difícil. Las restricciones a los flujos de gas natural de Rusia a los países de la UE tras la invasión de Ucrania en febrero continúan representando una amenaza para las economías del continente. El gasoducto Nord Stream 1, principal canal que abastece a Alemania y consecuentemente a Europa, sufrió una nueva parada por actividades de mantenimiento, según la empresa que lo gestiona, la filial Gazprom con sede en Moscú. Una situación parecida a la que se produjo a finales de julio, cuando el oleoducto se cerró por motivos similares y luego volvió a funcionar, pero a la mitad de su capacidad.
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