Antes de exponer el origen de esta tendencia es importante responder a otra pregunta: ¿en qué consiste la inversión en factores? El también conocido como factor investing trata de superar al mercado capturando las primas o factores de riesgo de las propias acciones con el objetivo de incrementar la rentabilidad y/o modificar el riesgo de la cartera.
El nacimiento de la exposición a factores surgió con la introducción del Capital Asset Pricing Model (CAPM). Se trata del primer modelo utilizado para explicar los retornos de las acciones, el cual aportó la primera definición precisa de riesgo y explicó como este factor lleva a los retornos esperados.
¿Qué factores ofrecen mayor rentabilidad?
En la teoría del CAPM solo existe un factor, la βeta de mercado, según la cual el retorno esperado es una función lineal positiva de su βeta. Sin embargo, este modelo empezó a tener detractores que mostraban que había contradicciones empíricas en su formulación y reclamaban la aparición de un nuevo factor, pero no todos los factores han sido capaces de ofrecer primas de riesgo relativas al CAPM. Para que un factor de riesgo sea reconocido y considerado como válido, tiene que ser atractivo, explicable, persistente, generalizado e invertible.
Las principales preguntas que surgen al conocer que hay una serie de factores que generan un exceso de rentabilidad sobre el mercado en el largo plazo son: ¿a qué se debe? ¿seguirá dándose en el futuro? Para encontrar respuestas, hay dos vertientes en el mundo académico acerca de su explicación. Descúbrelas junto a muchas más respuestas en el nuevo curso de FundsPeople Learning, Guía para invertir en factores, que ha contado con la colaboración de DWS.
Además, este módulo es válido como 1 CPD credit de CFA Society Spain o como una hora de formación para recertificación EIA, EIP, EFA y EFP de EFPA España, siempre que se finalice correctamente el test de conocimiento que figura al final de este curso.
