¿Cuáles son las palancas de crecimiento de la banca privada en Andorra?

Con un tamaño de negocio reducido respecto a otros países, Andorra ha sabido convertir su menor dimensión en una ventaja competitiva para ciertos niveles de patrimonio. ¿Es esta la única diferencia de su actividad de banca privada?, ¿se ofertan diferentes productos financieros que en España?, ¿qué otras propuestas de valor tiene?

Las tres entidades financieras de referencia de Andorra debaten sobre el mercado doméstico, cuyo principal baluarte es un servicio “de prestigio”, más personalizado por el propio tamaño “familiar” de la actividad en el país.

Xavier Riestra, director de Negocio de MoraBanc, Jordi Playà, director del Área de Banca Comercial de Creand, y Marta Bravo, directora general adjunta de Estrategia y Negocio de AndBank, participan en este encuentro sobre directores de negocio de las principales entidades bancarias del país celebrado en el Meeting Point Andorra 2025 de FundsPeople, patrocinado por BlackRock, Edmond de Rothschild AM, Eurizon AM, M&G Investments, Muzinich&Co, Cases&Lacambra y FNZ.

Propuestas de valor

Para Xavier Riestra el acento hay que ponerlo en “la innovación y la independencia”, algo que hasta ahora les ha funcionado por el perfil “más familiar” de la banca privada andorrana. “Al ser más pequeña, no puedes competir con otras entidades con mayor presupuesto y tienes que diferenciarse por servicio”, lo que se traduce en “invertir en talento”.

Por su parte, Jordi Playà recordó que las entidades del país “cumplen los mismos requisitos y obligaciones que otras plazas financieras, con algunas ventajas como son la solvencia y la liquidez”. Siendo consciente del “prestigio, sobre todo en lo que se refiere a la banca privada”, de la banca doméstica, considera que la clave es ofrecer un “buen asesoramiento” con una arquitectura abierta para lo que la entidad apuesta por una “buena formación de los banqueros” y proporcionando “trajes a medida” a los clientes.

Pone sobre la mesa Marta Bravo el volumen bajo gestión de las tres entidades dominantes del país: 25 mil millones de euros a nivel local y 95 mil millones sumado el negocio exterior, lo que que “denota que las cosas se están haciendo bien”, a su juicio. Si bien, reconoció que, por tamaño, “será difícil situarse en posiciones como Luxemburgo, con 0,5 billones de euros según fuentes de mercado recientes”, pero tiene claro que el servicio que ofrecen no difiere del que presta la competencia internacional y que cuentan con un valor autóctono: “Tenemos el tamaño ideal para dar servicio a clientes con menor patrimonio. En ese sentido, estamos al nivel o mejor, con más flexibilidad, más perfil boutique”.

Innovación tecnológica

La innovación tecnológica es en toda la industria una palanca imprescindible y todas las entidades están creando sus propias herramientas in-house e incorporando otras de terceros. En el caso de Andbank, las plataformas digitales concentran su apuesta innovadora, a través de las cuales se puede realizar el 70% de la actividad bancaria que hace cualquier usuario de banca privada y comercial. “Cuando se hace un producto digital con aquello que el cliente necesita, se dispara la atracción”.

Compraventa de activos financieros a través del bróker online, medios de pago como bizum particulares y bizum pro para empresas o transferencias instantáneas son algunas de las innovaciones tecnológicas de la banca digital de MoraBanc.

Por su parte, la estrategia digital de Creand hace hincapié en la aplicación móvil, “cada vez más utilizada por los clientes”, y la inteligencia artificial predictiva como herramienta útil para anticiparse a las decisiones de los clientes, lo que es fundamental para mantenerse “competitivos”.

Innovación en productos

Poco a poco la banca tradicional está incorporando los activos digitales, a lo que no son ajenas las entidades financieras andorranas. “Son un activo más a comercializar y en el que estamos trabajando para que el cliente pueda operar desde su propia posición”, comentó el director del área de Banca Comercial de Creand.

Con dos fondos en las criptomonedas bitcoin y Ethereum y con custodia de activos digitales, MoraBanc ya se ha metido de lleno en un negocio en expansión que mueve ya 2,8 BnUSD a nivel mundial. “Al final es abrir las puertas a un mercado que estaba esperando que entrásemos, dotándolo de una buena capa de seguridad”, señaló su director de Negocio, quien también citó el unit linked, “gran desconocido en España”.

En cualquier caso, explicó que en Andorra no hay gran diferenciación en vehículos con respecto a España y que, en su caso, la propuesta de valor pasa por inversiones en la economía realofertando productos alternativos como elemento diversificador. También mencionó estos vehículos Playà, “con un crecimiento de la demanda en los últimos años impulsado por una nueva generación de clientes”.

Coincidió en que los productos ofertados son similares a España la directora adjunta de Negocio y Estrategia de Andbank, aunque destacó que la gestión en Andorra “es más tradicional, porque solemos hacer inversión en directo, mientras que en España se hace vía fondos”. Asimismo, comentó que hay bastante homogeneidad en cuanto al perfil del cliente, siendo, incluso, más conservador.

MIFID II: implicaciones para la industria andorrana

Los representantes de las tres principales entidades andorranas convergen en que MIFID II representa una oportunidad para mejorar la transparencia y la protección del inversor, además de impulsar el avance tecnológico. Así lo trasladó Marta Bravo, enfatizando que esto desemboca en “un mejor servicio de asesoramiento y gestión”, por lo que “lo valoramos positivamente”. De esta manera, insistió en que “es una oportunidad para poner al día” la industria financiera andorrana.

En la misma línea versó la intervención sobre regulación de Jordi Playà, que apostilló que “nos hemos tenido que adaptar, lo que ha sido complejo”, pero son “pasos que había que darlos”. Alegó que, “a nivel de transparencia, es igual de importante que el cliente conozca los costes, como la parte contractual”. En definitiva, cree que “es un paso muy relevante, y el sistema financiero andorrano está alineado”.

Xavier Riestra coincidió en que “hay que adaptarse y avanzar”, consciente de que con MIFID II no terminan los cambios regulatorios, sino que “continuará, y hay que estar al día”. Asimismo, añadió que “lo importante es que vamos hacia un modelo relacional de banca privada cada vez más directo y transparente”. A su juicio, la normativa ha contribuido a diferenciar los clientes puros RTO de los que necesitan de un gestor, de un seguimiento diario de su cartera.