¿Cumple España las exigencias de los inversores para comprar deuda pública?

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kevinpoh, Flickr Creative Commons

Los inversores buscan en la deuda pública tres características principales y la deuda española no cumple ninguna de ellas, según Owen Murfin, responsable de Crédito de BlackRock. “Buscan activos muy líquidos que sirvan como alternativa a la propia liquidez, descorrelación con la renta variable y eliminar toda opción de incurrir en pérdidas en el principal”, según explica.

Pero ni la deuda pública española ni la italiana parecen cumplir con estos requisitos: “La deuda española no es lo suficientemente líquida, su evolución está muy ligada a las bolsas y la recuperación de la inversión no está garantizada en su totalidad, pues aunque la probabilidad de reestructruación o suspensión de pagos es muy pequeña, es una posibilidad real”, asegura.

Para él, sería imprudente hacer una fuerte asignación a estos mercados debido a las dislocaciones de rentabilidad y volatilidad sufridas en comparación con la deuda pública de otros países, aunque tampoco cree que la clave esté en las rentabilidades negativas que ofrecen los mercados de mayor calidad. La respuesta está, según el experto, en tomar más riesgo asociado con el crédito, apostando por deuda corporativa tanto con grado de inversión como de alta rentabilidad.

Incluso en el terreno corporativo, considera que es difícil encontrar nombres que no estén impactados o asociados con el riesgo país. Por eso, la respuesta de la cartera inicial del fondo de renta fija internacional que BlackRock va a empezar a cogestionar junto a Pimco, bajo el mandato de Fineco (Fon Fineco Renta Fija Internacional), está mayoritariamente fuera de España. Su exposición a dicho mercado es del 5%.

El peso de Italia es mayor, del 11%, porque cree que los problemas son distintos. Murfin menciona el déficit presupuestario, el mayor riesgo social y las tensiones descentralizadoras como elementos desfavorables en España: “Los ciudadanos son ricos mientras el Gobierno es pobre, lo que aumenta las posibilidades mayores impuestos, con las consiguientes tensiones y protestas”, dice. Aunque cree que los tramos con menores vencimientos ya han descontado en su precio la fuerte volatilidad, cree que ésta seguirá siendo fuerte en la deuda pública, y menos intensa en la corporativa.

Compras en las últimas semanas

El otro cogestor del fondo, Pimco, es también muy cauto en deuda española. Ryan Blute, responsable de Crédito de la gestora, aseguraba que han estado comprando deuda pública desde que el BCE mostró su apoyo a los países con problemas en septiembre, centrándose en bonos con vencimiento menor a tres años, aquellos con apoyo de la autoridad. “Algunos países no tienen problemas estructurales; simplemente necesitan un puente y con la actitud del Banco Central nos sentimos más cómodos”, dice. Pero Blute no descarta que en los próximos años algún país salga del euro.

Eso sí, se muestra favorable a las emisiones de empresas españolas en otros mercados, para limitar el riesgo país. Por ejemplo, ha comprado recientemente emisiones de filiales de Santander y Telefónica en Estados Unidos.