Debate Legal FundsPeople: La oleada normativa a debate

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Funds People

Tras ocho años de cambios legales ¿ha mejorado la competitividad de la industria? ¿es eficaz la mayor protección al inversor? ¿son asumibles los costes de cumplimiento? los expertos dan las claves. Se ha regulado en caliente y se ha sobrerreaccionado. Faltaba supervisión de entidades muy concretas, en países muy concretos y se han producido normas que son como matar pájaros a cañonazos. Consecuencias: costes inasumibles para los más pequeños, concentración de la actividad, una industria nacional que se tiene que ir fuera y escaso margen para la creatividad. Estas son algunas de las opiniones de los expertos legales reunidos por Funds People para hacer un balance de ocho años de cambios regulatorios tras la crisis financiera. La línea divisoria entre cliente profesional y minorista, el concepto de asesoramiento y la ineficiencia de muchas normas centran la primera edición del Debate Legal FundsPeople, una reunión entre profesionales del Derecho para debatir la actualidad normativa de la inversión colectiva, que se celebrará con carácter trimestral.

En este primer encuentro participaron Elisa Ricón, directora general de Inverco; Natalia López Condado, responsable de Asset Management & Private Banking de Clifford Chance; Salvador Ruiz Bachs, socio de Allen & Overy, Jorge Canta, socio de Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, y María Gracia Rubio, socia de RdC Abogados.

Debate Legal es un encuentro para analizar la actualidad regulatoria de la inversión colectiva. Organizado por Funds People, con carácter trimestral, contará con profesionales del Derecho y representantes de Inverco.

Para Salvador Ruiz Bachs, socio de Allen & Overy, "el regulador se ha convertido en juez y jurado de lo que está bien y de lo que está mal. Se regula al mínimo detalle, las normas son taxativas, sin flexibilidad y eso destroza los modelos de negocio". Para Ruiz Bachs, esta situación "lleva a un exceso regulatorio y a un coste de implementación tan elevado que trae consigo la concentración de la actividad porque ese coste solo lo pueden asumir algunos. Esta regulación genera gestoras más grandes, fondos más grandes y depositarios globales". En su opinión, a muchos clientes se les cerrará el acceso a ciertos productos y servicios, "no necesariamente como los supervisores quieren", y añade que "el asesoramiento para minoristas y banca personal tiene un difícil futuro".

Ineficiencias

Algo más optimista se muestra Natalia López Condado, responsable de Asset Management & Private Banking de Clifford Chance, para quien sí hay futuro para las "entidades pequeñas, las boutiques independientes y muy especializadas que sepan transmitir al cliente". Asimismo, destaca "el esfuerzo de la industria por profesionalizar a los actores del mercado". Ahora bien, López Condado no duda que "han aumentado los costes de cumplimiento sin compensar necesariamente los beneficios esperados por la norma lo que unido a la falta de criterios claros y a la interpretación restrictiva de las normas que, a veces, hace el regulador europeo ESMA, produce ineficiencias". Como muestra, señala la interpretación de ESMA en la cadena de custodia y la segregación de activos donde al no permitir mezclar FIA y UCITS en una cuenta global del subcustodio, se imposibilita, entre otros, la gestión de los colaterales, aumentando costes y generando ineficiencias”.

Elisa Ricón, directora general de Inverco, pone el acento en el proceso normativo en el seno de la UE en donde la pugna por imponer criterios en cada uno de los niveles ha producido marcos regulatorios "que establecen un café para todos que no siempre es necesario". En su opinión, esto se ha visto con la regulación de los fondos alternativos. "En España, estaban tan regulados como los armonizados", explica, "pero los han metido en un saco extraño y conviven con productos muy dispares". Ricón echa en falta "una normativa que recoja puntos intermedios entre el todo y la nada" y apunta a la Directiva MiFI bajo la cual "o todo es comercialización o todo es asesoramiento". En su opinión, "la comercialización puede no ser suficiente para que el inversor sepa a qué producto acceder, pero el asesoramiento es demasiado por el coste y la responsabilidad que conlleva". En ese sentido, Jorge Canta, socio de Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, afirma que "en España el concepto de asesoramiento se ha convertido en una locura, se ha creado una situación de sobreprotección al inversor y hay una gran asimetría entre el profesional y determinados minoristas con gran capacidad de entendimiento de los productos". A lo que López Condado añade que "con MiFID II cada vez son mayores los niveles de protección a los profesionales".

La falta de puntos intermedios también es motivo de queja para María Gracia Rubio, socia de RdC Abogados, quien señala que "está el concepto de comercialización y el de recepción y transmisión de órdenes, pero en el medio no hay nada". A diario, Rubio ve que "hay entidades que hacen algo más que recibir y transmitir órdenes y que necesitan estar en la caja de comercializadoras, pero la CNMV viene a decir que comercialización es lo que se hace a través de Allfunds Bank y esto es un sujeto de frustración permanente". 

La industria se va fuera

Para Jorge Canta tampoco es mejor la situación en la que están las "gestoras independientes, las que no tienen capacidad de canalizar órdenes a través de un grupo y que, tanto por la parte legal como por la estructura de mercado, son incapaces de vender sus fondos en redes españolas. Se van fuera, lo que es contraproducente, para montar un fondo en Luxemburgo, para montar una cuenta ómnibus". Dos años después de la nueva regulación de las cuentas ómnibus, apunta Elisa Ricón, apenas hay una sola cuenta de este tipo en España. "Es evidente que algo falla", explica Ricón y recuerda que desde Inverco se han  planteado los ajustes necesarios sin que haya aún una reacción. Para Rubio, "las gestoras españolas son extraordinarias, el producto es barato, pero la industria entera se va a Luxemburgo. Es tremendo que para vender en Chile haya que ir a Luxemburgo". Detrás de esta huida, los expertos coinciden en que “no hay alineación entre el regulador y las autoridades fiscales”.

López Condado también apunta otra situación: una normativa nacional en la que es casi imposible crear nuevos vehículos. "Se plantea, por ejemplo, una SA que sea un FIA y en España, a diferencia de otros países del entorno, no se puede hacer ¿por qué?", se pregunta. En este sentido, Rubio se pregunta si “el aumento de los fondos de gestión pasiva no estará correlacionado con la dificultad de hacer fondos nuevos”. Para Ruiz Bachs está claro que "la batalla por el producto estrella, por lo sofisticado, se ha perdido en España". A lo que Ricón contesta: "No hay que tirar la toalla, cuando haya armonización fiscal y de prácticas supervisoras, el pasaporte será una gran herramienta"