Las razones por las que los depósitos de las empresas crecen el triple que los de los hogares

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Hernan Piñera, Flickr, Creative Commons

La incertidumbre derivada por la crisis del coronavirus ha provocado una vuelta a los depósitos que hacía tiempo que no se veía. Los últimos datos que publica el BCE sobre depósitos de las empresas y hogares de la UEM lo han vuelto a confirmar ya que según los mismos, una información que recoge Bankia Estudios, el stock de depósitos de empresas y hogares de la UEM ha aumentado en una décima su ritmo de crecimiento mensual, hasta  el 0,8%, empujando su tasa interanual hasta 9,6%, la más elevada desde mayo de 2008 o, lo que es lo mismo, desde la gran crisis financiera.

Pero hay un dato que quizá resulta especialmente llamativo y es que gran parte de ese incremento no obedece tanto a que los hogares hayan vuelto a recurrir al depósito como ya sucedió en 2008 para refugiarse en tiempos de crisis, sino que han sido las empresas las que han disparado sus posiciones en estos productos. En concreto, mientras que los depósitos de empresas han aumentado a un ritmo del 18,8%,  los depósitos de hogares han experimentado un crecimiento del 6,6%.  En el caso de España, en términos interanuales el incremento acelera 15,9% en los de empresas y del 7% en los de hogares, aunque en el último mes se ha producido un descenso de los primeros.

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Son varias las causas que explican esa diferencia entre el crecimiento de los depósitos de las empresas y el visto en los hogares. “Hay un elemento de gestión empresarial. Tras dispararse la concesión de crédito de empresas- gran parte de esos créditos son ICO- se están guardando por lo que pueda pasar y otra razón que es más porque las empresas tenían imposiciones de depósitos a plazo no a la vista y ha habido un trasvase de depósitos a plazo por depósitos a la vista e implica aumentar la posición de liquidez. Es una cuestión de precaución”, explica Javier Santacruz, profesor del IEB.

Sin embargo, según defiende Nicolás Vicente,  investigador asociado al Instituto de Estudios Económicos, eso no implica que las empresas no estén usando esa liquidez. “Es importante aclarar que la formación de depósitos empresariales no conlleva, como a veces se concluye erróneamente, que la liquidez no esté siendo empleada, por ejemplo, en saldar las obligaciones comerciales de las empresas. Lo que sucede es que, contablemente, un pago de una empresa a otra se traduce en una traslación del depósito de la empresa pagadora al depósito de la empresa que recibe el abono, por lo que en agregado no se produce movimiento alguno en la masa de depósitos”, afirma.

Además, este experto explica también otra de las causas que pueden explicar esa diferencia en el crecimiento de depósitos: que el stock de los hogares es mucho mayor, lo que deja menor margen de crecimiento. “Los hogares muestran estructuralmente un stock de depósitos que es más de 3 veces superior al de las empresas, y que representa un 40% del total de sus activos financieros (frente a un peso de los depósitos del 10% en el caso de las empresas) por lo que tienen un mayor colchón para momentos donde se produce un estrangulamiento de la liquidez a corto plazo”, explica. De hecho, pese a que las empresas han concentrado el mayor incremento interanual en ese sentido, el 72,9% del stock de depósitos en la UEM sigue en manos de los hogares.