En este contexto, la entidad es positiva en renta fija de gobiernos y privada. En cambio, en renta variable se mantienen neutrales, con el mayor peso en Estados Unidos y emergentes.
La sociedad de valores ha presentado sus perspectivas para el próximo año, que cree estará marcado por la evolución de la inflación. Además, también será clave que se mantengan las expectativas de las bajadas de tipos de los bancos centrales y que el crecimiento económico permita que se cumplan las previsiones de resultados empresariales.
Aun así, para 2025 “no esperamos un año tan bueno como 2024 por el tema de valoraciones. La clave estará en la inflación de Estados Unidos, si se controla, podremos tener un año razonable, pero en ningún caso aspirable a las rentabilidades que hemos tenido este año”, ha avisado Miguel Ángel García, director de inversiones de Diaphanum.
En este contexto, la entidad es positiva en renta fija de gobiernos y privada. En su opinión, la deuda pública presenta una relación rentabilidad riesgo razonable, por lo que aconsejan que la mejor forma de aprovechar los niveles actuales es invirtiendo en bonos periféricos, que presentan unos diferenciales positivos. En el largo plazo, la entidad prevé que el bono alemán se sitúe en torno al 2%, el español en el 3% y el americano en el 3,5%.
Con respecto a los corporativos, presentan unas rentabilidades muy por encima de la media histórica. Les gusta, sobre todo, los Investment Grade.
En cambio, en renta variable se mantienen neutrales, con el mayor peso en Estados Unidos y emergentes. Por sectores, sobreponderan inmobiliario, tecnología y salud (biotecnología). También están neutrales en tesorería y activos alternativos. “Hemos buscado fuentes de rentabilidad adicionales, como por ejemplo las hipotecas americanas. En la parte de alternativos ha funcionado especialmente bien la posición en oro”, ha comentado Rafael Ciruelos, socio director de Diaphanum.
Crecimiento a dos velocidades
El escenario central que manejan para el año que viene es “un mundo con bastante riesgo geopolítico y el ruido que puede generar la Administración Trump, con el consiguiente aumento de la volatilidad”, ha explicado Ciruelos. En cuanto al crecimiento, la economía mundial seguirá por encima de lo esperado, aunque observan dos velocidades: crecimiento fuerte en Asia emergente y EE.UU. frente a la debilidad de Japón y Europa.
Seguirán las bajadas de tipos. La entidad espera que el Banco Central Europeo (BCE) va a bajar tipos en 25 puntos básicos hasta llegar al nivel neutral del 2% - 2,5%. “En Europa tendrían que ir algo más deprisa porque la economía da síntomas de debilidad tremendos. Igual que el BCE no vio venir la inflación, parece que tampoco está muy preocupado por la caída de la actividad comercial”, ha avisado García. Por su parte, esperan que la Reserva Federal Estadounidense (Fed) baje también los tipos 25 puntos básicos, pero “si antes se pensaba que los tipos iban a bajar relativamente rápido en 2025, ahora habrá que esperar a la evolución de la inflación”, ha añadido. Llegaría hasta el tipo neutral del 2,5% - 3%.
La inflación ha continuado la tendencia a la baja, acercándose a los niveles de los bancos centrales. La subyacente también lo ha hecho, pero a un ritmo más lento. “Los bancos centrales de las economías desarrolladas están en proceso de bajadas de tipos, con idea de que haya menos dinero en circulación y la inflación se controle”, ha comentado García.