Diez años de crisis del value: ¿reversión hacia la media a la vista?

Reloj arena
Neonbrand, Unsplash

La idea detrás de la inversión value es simple: las compañías menos caras tienden a largo plazo a registrar un mejor comportamiento que las compañías más caras. Los inversores tienen principalmente dos argumentos de por qué este estilo de inversión funciona: los sesgos de comportamiento y las primas de riesgo. La mayoría de ellos se focalizan en los valores con las perspectivas de su crecimiento futuro, haciendo además que los títulos ya infravalorados sean menos caros de lo que deberían serlo. A pesar de estos argumentos, si bien el value en los últimos diez años ha quedado como un factor rezagado con respecto al mercado, la reciente actividad de mercado está comenzando a sugerir la posibilidad de un regreso de este estilo de inversión.

En una investigación llevada a cabo por Christopher Gannatti, jefe de análisis en WisdomTree, el experto reconoce que hay muchos modos de definir el valor en términos de fundamentos. “La baja relación de precios/beneficios (P/E), los altos valores contables con respecto a los precios de mercado y los elevados rendimientos por dividendo, representan algunos ejemplos de elegir una métrica y después inclinarse hacia el precio de acción más bajo en comparación a esa métrica. Dentro de la renta variable estadounidense, creemos que una filosofía enfocada en el dividendo representa un enfoque value más profundo porque quitan del universo de inversión los títulos que no abonan dividendo (por lo general, de más crecimiento)”.

Según explica, los valores que pagan dividendos han estado bajo presión desde finales de 2016. “En diciembre de 2018, el MSCI USA Information Technology Index, que generalmente está constituido por títulos que no pagan dividendos, registraba un comportamiento superior al MSCI USA Utilities Index -compuesto mayoritariamente por títulos que sí pagan dividendos-, por más de un 10% anual desde el 30 de diciembre de 2016. De hecho, el spread de seguimiento de los retornos a 12 meses entre los títulos que no pagan dividendos y el quintil de títulos que pagan los dividendos más altos dentro del S&P 500, alcanzó a finales de septiembre la mayor ampliación”. Tal como puede apreciarse en el gráfico, la reversión a la media ha sido rápida, como en las dos últimas ocasiones (2003 y 2009) en que el spread alcanzó dichos niveles. 

Figura 1: S&P 500: los valores de mayores rendimientos por dividendo vs. los valores que no pagan dividendos (comparación de seguir los retornos rolados de 12 meses, medidos trimestralmente)

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Durante el segundo semestre de 2018 y más magnificado por la reciente venta, el jefe de análisis en WisdomTree ha visto que los sectores defensivos comúnmente asociados al factor de valor, comienzan a superar en rendimiento a los sectores de growth del mercado. En el gráfico que presenta a continuación, el experto muestra el logaritmo de los niveles de los índices MSCI USA Utilities y el MSCI USA Information Technology con la base reformulada. Este gráfico logarítmico permite comparar visualmente el rendimiento de ambos índices durante un período dado al ver qué línea yace más empinada. Durante octubre de 2018, el MSCI USA Utilities Index superó en casi un 15% al rendimiento del MSCI USA Information Technology Index. Esta tendencia data de dos meses atrás cuando la línea azul comenzó a empinarse más que la línea gris invertida.

Figura 2: el MSCI USA Utilities Index vs. el MSCI Information Technology Index

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“Es probable que el concepto de reversión hacia la media no haya desaparecido. No caben casi dudas de que, a medida que nos acercamos al décimo año completo de expansión económica desde la última recesión en EE.UU, el mercado estadounidense yace en la fase de fin de ciclo. Si bien el momentum como un estilo de trading de valores –capitalizándose sobre la continuidad de un rumbo de mercado existente-, puede aún tener espacio para avanzar, lo cierto es que lo que nos estamos cuestionando es si los inversores están comenzando a creer que la próxima subida del dólar que se descuente en la renta variable estadounidense llevará a que el momentum o el value tengan una mejor oportunidad de marcar un comportamiento más sólido. Creemos que el equilibrio entre ambas posibilidades puede estar comenzando a favorecer al valor sobre el momentum”, concluye.