Dos cambios introducidos por el BCE en su política monetaria que han pasado desapercibidos

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Foto: Christine Lagarde. Fuente: Martin Lamberts/ECB.

El Banco Central Europeo anunció algunos cambios importantes como resultado de su revisión de estrategia. El más importante (y que ha centrado la atención) es que el objetivo de inflación es ahora del 2% a medio plazo. Es en el aspecto en el que los analistas y los medios de comunicación han puesto el acento. Se trata de algo muy relevante, ya que ello significa que la autoridad monetaria europea tolerará periodos transitorios donde la inflación esté moderadamente por encima del objetivo. Sin embargo, además, el BCE anunció otros dos cambios importantes.

Tal y como coinciden en señalar desde J.P.Morgan AM y PIMCO, el primero es que empezará a incorporar los costes de la vivienda en el cálculo de la inflación. El segundo, la introducción de objetivos sobre el cambio climático en su marco de política monetaria, lo que indica el probable aumento de la importancia de la inversión sostenible.

Costes de la vivienda

En lo que respecta al primer punto, el banco central pasará inmediatamente a incluir en su evaluación de la inflación las estimaciones iniciales de los costes de las viviendas ocupadas por sus propietarios. Esta medida, que ha sido bien recibida, debería conducir a una mayor convergencia de las tasas de inflación entre la eurozona y los países que, como Estados Unidos, incluyen los costes de la vivienda ocupada por el propietario en sus cálculos de la inflación.

“Estimamos que con el tiempo añadirá aproximadamente un 0,1% a la inflación del IPCA, acercando la inflación al objetivo. Pero el nuevo objetivo está ahora más lejos, lo que implica que la política monetaria debería seguir siendo más fácil durante más tiempo”, afirman Andrew Bosomworth y Konstantin Veit, expertos de PIMCO.

Introducción de objetivos de cambio climático

El segundo cambio anunciado es que el BCE pasará a tener en cuenta el impacto del cambio climático en la estabilidad de los precios en su estrategia de política monetaria. “La adición de este objetivo da credibilidad institucional a los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG) cada vez más utilizados por los gestores de inversiones y alinea estrechamente las políticas del BCE y del gobierno europeo. La flexibilización cuantitativa verde podría tener un mayor protagonismo en el futuro”, señalan los expertos de la entidad.

En concreto, tal y como explican desde Aberdeen Standard Investments, a corto plazo, el BCE quiere crear una experiencia de elaboración de modelos y fuentes de datos sobre el riesgo climático. Pero a medio plazo va a realizar una QE verde (al menos para el programa de compra de bonos corporativos), recortar los bonos en sus operaciones de garantía en función de las credenciales climáticas de las empresas, y someter al Eurosistema a pruebas de resistencia frente a escenarios de cambio climático.