Dos razones que explican el crecimiento de los activos privados y una que le frena

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El crecimiento de los activos privados no tiene vistas de frenarse. Nueve de cada 10 inversores institucionales prevé aumentar su exposición al mercado privado, a una o más clases de activos, en los próximos 12 meses. Y es que el 47% de los inversores afirma que seguirá diversificando su inversión en mercados alternativos y privados. Por el contrario, seguirá reduciendo su exposición a los valores cotizados, motivados por el impacto económico y financiero de la pandemia. Es casi el doble del año pasado. La conclusión del último Estudio del Inversor Institucional de Schroders es clara. Veamos las razones.

La necesidad de diversificar

Un rotundo 80% de los inversores declaró que la necesidad de diversificar las carteras estaba impulsando sus asignaciones a activos privados. La cifra crece por encima del 78% de hace un año y del 73% encuestado de 2019.

¿Y qué aportan los mercados privados? La trayectoria y la estabilidad del equipo, así como la calidad y la transparencia de los informes fueron los factores que los inversores destacaron como los más importantes a la hora de seleccionar gestores de activos privados. Los inversores de Latinoamérica también pusieron un énfasis mucho mayor en la capacidad de cumplir con los requisitos locales, en comparación con los inversores a nivel globales. 

"Resulta alentador que se está reconociendo la versatilidad dentro de los mercados privados. Pero la variedad y la consistencia de la diversificación dentro de los activos privados pueden estar subestimadas”, afirma Georg Wunderlin, director global de Activos Privados de Schroders Capital. En su opinión, la oportunidad no consiste únicamente en diversificar entre las inversiones cotizadas y las privadas.

También se trata  de diversificar dentro de los activos privados. Combinando diferentes clases de activos privados los inversores pueden exponerse a perfiles de rentabilidad, riesgo y liquidez muy diferentes. Aprovechar también los distintos motores de rentabilidad derivados de factores macroeconómicos y específicos del sector. “Hay muchos matices dentro de los mercados privados”, insiste Wunderlin.

Una opción para la inversión sostenible

Precisamente uno de los usos que se está dando a los mercados privados es el canalizar la inversión sostenible. Y es un cambio que llegó con la crisis del COVID-19. Más de un tercio (37%) de los inversores afirmó que el impacto de la pandemia había aumentado la importancia sobre las cuestiones ASG en su inversión en mercados privados. “El creciente impulso detrás de la sostenibilidad en activos privados sin duda será uno para vigilar el próximos años”, destacan desde Schroders.

Y esto se está dejando notar en los flujos. A nivel mundial, el private equity ha sido la clase de activos más destacada para futuras asignaciones, con un 37% de los inversores que esperan aumentar sus asignaciones. Pero le sigue muy de cerca la renta variable de infraestructuras (32%). Y la inversión de impacto (29%) copa casi un tercio de los planes futuros.

En opinión de Maria Teresa Zappia, directora de Impacto y directora general adjunta de BlueOrchard, el COVID-19 ha puesto de relieve la importancia de proporcionar financiación en tiempo real a los sectores centrales de la economía. Ha demostrado lo vital que es la combinación de recursos públicos y privados en tiempos de crisis. Especialmente cuando las necesidades de financiación son abrumadoras y la financiación del sector privado por sí sola no sería suficiente. La deuda privada en los mercados emergentes y frontera también demostró ser crucial, con iniciativas dedicadas a los sectores y regiones más afectados por la pandemia

Qué preocupa al invertir en activos privados

La preocupación por las altas comisiones de inversión, la falta de transparencia y las elevadas valoraciones fueron los principales obstáculos citados por los inversores a la hora de invertir en activos privados.

Sin embargo,  desde Schroders también resaltan que cuando se les preguntó por los retos, la iliquidez (42%) y la complejidad de la clase de activos (35%) no figuraban entre los principales desafíos para los inversores. 

“Esto puede indicar que los inversores están reconociendo ahora que la iliquidez y los largos períodos de permanencia obligada (lock-up), aunque son una preocupación, son también una razón clave para invertir en activos privados”, plantean desde la gestora.