Dunas Capital AM se marca como objetivo alcanzar los 1.000 millones en dos años

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Cedida por Dunas Capital Asset Management

Se cumplen tres años desde que Dunas Capital AM lanzara su gama de fondos Dunas Valor, que actualmente está compuesta por tres productos: Dunas Valor Prudente, Dunas Valor Equilibrio y Dunas Valor Flexible. Pero no ha sido hasta este año cuando han notado un “salto importante en la gama en cuanto a partícipes y activos”, algo que relacionan directamente, además de con el mayor histórico de estos productos, con “disponer de las cuentas ómnibus”.

Por comparar, en 2017 arrancaron con unos 30 millones entre los tres fondos y ahora rondan los 230 millones. Desglosados, Dunas Valor Prudente tiene 160 millones; Dunas Valor Flexible unos 53 millones y Dunas Equilibrio, 19 millones. Si a ello se le suman otros productos gestionados por el equipo, incluyendo la gama Dunas Selección, los Fondos de Pensiones y algunos mandatos, Dunas Capital AM ronda actualmente los 600 millones de patrimonio.

“Ahora es cuando más potenciales clientes nos pueden tener en el radar y se están interesando. No solo porque lo hayamos hecho bien sino por el diseño del producto, con una volatilidad muy baja pero muy flexible”, comenta Alfonso Benito, director de inversiones de Dunas Capital AM. “Tenemos un buen motor y chasis entre los productos de baja volatilidad, y esto nos ha permitido tener un control de volatilidad mejor que otros competidores y aprovechar las oportunidades al tener activos que son nichos de mercado escalables”, arguye.

Con esta premisa, Benito cree que un “objetivo razonable de aquí a los próximos dos años sería alcanzar los 1.000 millones”. En su opinión, esto “no es ninguna quimera sino un escenario razonable si seguimos haciendo las cosas bien”. Eso sí, cree que muy probablemente el patrimonio siga concentrado en el fondo prudente porque “hay mucha necesidad de un producto como el nuestro”, añade.

Posicionamiento de las carteras

Dunas Valor Prudente es un fondo multiactivo. Es un fondo que puede tener una pequeña posición de renta variable especialmente para cubrir posiciones de crédito. Este año, por ejemplo, han estado cortos de renta variable y esto “nos ha permitido un control de la volatilidad mucho más elevado”, justifica Benito.

Asimismo, tienen la posibilidad de invertir en bonos que están fuera del grado de inversión y también en activos que tengan cierta capacidad de conversión en equity. Por ejemplo, en los últimos meses se han fijado en los bonos senior convertibles: “Es un caladero con muchos peces y pocos barcos en el que estamos aprovechando para coger una serie de primas que nos permite mantener una TIR en el fondo”, cuenta el experto, que también cita al MARF como fuente donde han realizado técnicas de cobertura.

Esta misma filosofía se replica en el resto de la gama pero con un perfil de volatilidad más elevado, por eso el peso de la renta variable es mayor y entra como un factor adicional de rentabilidad/riesgo. En estos fondos (Equilibrio y Flexible) “sí que nos hemos visto afectados por nuestra filosofía de inversión, por el comportamiento que está teniendo el valor fundamental frente al factor momentum en las inversiones”, admite. Sin embargo, creen que esto ha sido “un tema más de momentum que de fundamentales” y esperan que pueda “revertirse en un periodo corto de tiempo”.