La política es la mayor preocupación de los inversores, según lo pone de manifiesto una encuesta realizada por Janus Henderson Investors, en la cual la incertidumbre relacionada con la próxima votación estadounidense del 5 de noviembre se sitúa a la cabeza de la lista de riesgos, superando a los temores sobre la inflación y los tipos altos.
El estudio titulado “Investor Survey 2024: Insights for a Brighter Future” se llevó a cabo entre abril y mayo de 2024 y recogió las opiniones de 1.000 inversores estadounidenses de alto poder adquisitivo y alto patrimonio neto para comprender cómo está afectando el entorno económico y político a las actitudes, preferencias y comportamientos financieros. Los resultados muestran que la incertidumbre relacionada con las próximas elecciones presidenciales, el entorno económico y los tipos de interés ha llevado a algunos inversores a reducir el riesgo de sus carteras.
Las elecciones estadounidenses lideran las preocupaciones
Un año electoral marcado por las tensiones se deja sentir claramente entre los inversores actuales: el 78% de los encuestados está preocupado por el impacto que las próximas elecciones presidenciales puedan tener en su situación financiera durante los próximos 12 meses.
De hecho, los encuestados están más preocupados por las elecciones que por la persistente inflación (70%), los elevados tipos de interés (57%), la débil evolución de los mercados bursátiles (57%) o una posible recesión (55%).
Curiosamente, en comparación con el año pasado, la preocupación por la inflación persistente ha aumentado, mientras que el riesgo de recesión está disminuyendo.
A más largo plazo (próximos 10 años), las preocupaciones de los inversores están relacionadas con problemas sistémicos más amplios a escala nacional y mundial:
- Impacto a largo plazo del creciente conflicto político en EE.UU. (77%)
- Aumento del coste de la asistencia sanitaria (67%)
- Deuda nacional (66%)
- Relaciones entre EE.UU. y China (64%).
Reducir la exposición a la renta variable
Este escenario de incertidumbre ha provocado una reducción del riesgo de las carteras en los últimos 12 meses. El 33% de los encuestados ha trasladado sus activos de renta variable a efectivo o inversiones de renta fija, y casi el mismo número de inversores (32%) afirmó tener previsto trasladar sus activos de renta variable a efectivo o inversiones de renta fija en los próximos 12 meses.
Entre las principales razones por las que cambiaron o planean cambiar de renta variable se encuentran unos tipos de interés más altos, seguir una recomendación de su asesor y sentirse más seguros en efectivo o renta fija. Sin embargo, aunque casi la mitad de los encuestados (54%) afirma estar preparándose para una recesión, esta cifra es inferior al 65% de 2023.