Efama: el impuesto a las transacciones financieras haría peligrar la industria de fondos

Los últimos comentarios de la Comisión Europea en apoyo de la introducción de un impuesto a las transacciones financieras y los resultados de las encuestas que muestran el apoyo público a esa propuesta subrayan, según Efama (la asociación de fondos de inversión europeos), que no se aprecian los significativos costes que el impuesto tendría en los ahorros a largo plazo de los ciudadanos de la Unión Europea.

 

Y es que, según calcula Efama, el impuesto perjudicaría enormemente a la industria de fondos, haciendo poco competitivos a los fondos monetarios (de donde saldrían 7 de cada 10 euros recaudados) y reduciendo el atractivo de los ahorros de largo plazo en fondos de renta variable, fija y mixtos. De haberse aplicado a principios de 2011, el impacto anual habría alcanzado los 38.000 millones de euros, pues los inversores habrían pagado 15.000 millones debido a las compras y ventas de fondos UCITS por parte de los partícipes, mientras los otros 23.000 millones habrían sido pagados por los gestores de los fondos, como resultado de su actividad de compra y venta de valores. Además, la cuota de los fondos monetarios en los ingresos totales del impuesto habría alcanzado el 67%.

 

Debido a estos cálculos, elaborados utilizando un escenario de base teniendo en cuentra los momientos de suscripciones y reembolsos de los partícipes y la ratio media de turnover de las carteras UCITS, Efama pide a la Comisión Europea que reexamine su propuesta si quiere cumplir el objetivo para el que surgió. Y es que las estimaciones muestran que el impacto potencial será mucho mayor al que se había calculado, pues a esos 38.000 millones habría que sumar el impacto en las transacciones de derivados (muchas entidades eliminan la exposición a divisa a través de coberturas) y también habría que cuantificar los efectos impositivos derivados del uso de estructuras de fondos de fondos y de múltiples intermediarios en la distribución de los mismos. De ahí que su estimación, aunque importante, se queda corta con respecto a lo que será el impacto real.

 

“Efama espera que su análisis ayude a incrementar la conciencia pública del impacto extremadamente bajista que el impuesto tendrá en la industria UCITS, sus clientes y la economía europea”, dice Peter de Proft, su director general, al quitar por tanto una fuente importante de su financiación. “Los inversores tanto institucionales como minoristas retirarían sus ahorros de fondos UCITS y los llevarían a depósitos y productos de seguros que no tendrán que pagar el impuesto de transacciones financieras según la propuesta de la Comisión”, afirma.

 

Algo que, a su parecer, distorsionaría aún más la relación entre proveedores y productos de ahorro de largop lazo y haría peligrar el futuro de UCITS, reduciendo las opciones disponibles para los ciudadanos para canalizar su ahorro. “No es una evolución aceptable. Estaría totalmente injustificado a la vista de la reputación que los UCITS han adquirido como modelo de excelencia en el mercado de ahorro a largo plazo”, indica.

 

De Proft añade que, al final, los altos costes debido al impuesto harían que los inversores buscaran inversiones alternativas, un cambio que también reduciría los ingresos recaudados y afectaría a la “estructura global de crecimiento de la industria de fondos”.