El ahorro vía planes de pensiones que pueden tener los españoles es un 60% inferior a la media europea, según el IEE

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Jumbera, Flickr, Creative Commons

El Instituto de Estudios Económicos (IEE) ha presentado un informe titulado Por una mejora de los incentivos fiscales a los planes de pensiones, en el que compara el tratamiento fiscal que  reciben los planes de pensiones privados en España con el del resto de los países de la Unión Europea.

Una de las principales conclusiones es que, a igual renta de un partícipe (30.000 euros), igual rentabilidad de producto (4%) y teniendo en cuenta el ahorro máximo en estos productos de ahorro que se permite en cada país, el ahorro mensual complementario que pueden generar los españoles una vez se jubilen en muy inferior a la media europea. En concreto,  un partícipe que aportara cada ejercicio el máximo permitido en España durante 35 años (actualmente ese máximo es de 1.500 euros anuales) obtendría unos derechos brutos consolidados al final del plan de 110.500 euros frente a los 238.800 euros de la media de la UE.

En renta neta, esto supondría que en el momento de la jubilación el partícipe percibiría una renta mensual neta para complementar su jubilación de 464 euros mensuales durante 2 décadas, lo que es un 60% inferior al partícipe promedio de la UE, que se sitúa en 1.166 euros. "Antes de la reforma el sistema fiscal incentivaba el ahorro y situaba a España por encima de la media  europea mientras que ahora es uno de los peores países", ha afirmado Gregorio Izquierdo, director general del IEE en la presentación del informe. En concreto, en renta mensual España se sitúa en el puesto 22 de un total de 27 y en ahorro acumulado, en el puesto 21 de un total de 27, como se ve en el gráfico.

Qué se propone

Es por ello que desde el Instituto abogan no solo por recuperar el régimen fiscal que había antes de las reformas- hasta 2014 el límite estaba en los 10.000 euros anuales- sino también implementar una serie de mejoras. Entre ellas se encuentran mejorar la tributación de las prestaciones para que tributen sobre la base imponible del ahorro y no como rendimiento de trabajo, con aplicación del actual porcentaje de reducción del 30% tanto en las prestaciones recibidas en forma de capital sino también a las prestaciones recibidas en forma de renta.

También solicitan elevar la reducción en cotizaciones a la Seguridad Social para las aportaciones realizadas por la empresa, igualándola con el límite fiscal deducible general. Al fin y al cabo, según defiende Íñigo Fernández de Mesa, presidente del instituto, "el problema que hay con los límites de los planes de empleo es que las las reducciones de las cotizaciones a la Seguridad Social sobre las aportaciones que realiza la empresa son muy bajas ya que en Europa se suele permitir el 100% y en España es de un tercio".