Javier García Díaz, jefe de ventas de BlackRock para España adelantó que 2025 será un año para adoptar un enfoque más activo y dinámico, con una cartera 50/30/20.
El régimen económico global está en plena transformación, y BlackRock, al igual que otras gestoras, señala a EE.UU. como el gran protagonista de las principales oportunidades de inversión para el 2025. Javier García Díaz, responsable de ventas de BlackRock para España, adelantó que la fortaleza del mercado estadounidense se basa en tres pilares fundamentales: un sólido crecimiento económico, el impacto transformador de la inteligencia artificial (IA) y el renovado impulso de su política energética.
García Díaz señaló, en un encuentro con los medios, que 2025 será un año para adoptar un enfoque más activo y dinámico, reequilibrando carteras hacia activos más diversificados, de calidad y asumiendo mayor riesgo. "Esta transformación estructural está exigiendo que los inversores dejen atrás el modelo tradicional 60/40 y se decanten por una estructura más diversificada, con 50% en renta variable, un 30% en renta fija y un 20% en inversiones alternativas", explicó. Estas últimas, añadió, están emergiendo como un canal clave de oportunidades a futuro gracias a su potencial de diversificación y su creciente accesibilidad.
Además, BlackRock pone un énfasis claro en la convergencia de cinco megafuerzas que están redefiniendo el entorno económico y financiero global: la inteligencia artificial, transición energética, desglobalización, envejecimiento de la población y cambios en las finanzas públicas. Estas fuerzas no solo amplían el abanico de posibilidades económicas, según la entidad, sino que también obligan a los inversores a repensar cómo posicionan sus carteras para enfrentar un régimen marcado por la volatilidad y la incertidumbre.
Convicciones claras para 2025: EE.UU., Japón y una visión táctica sobre China
En términos geográficos, BlackRock refuerza su convicción en la renta variable estadounidense, incrementando su sobreponderación hasta +2, un nivel que no habían alcanzado en años. "Hace tiempo que no lo veíamos tan claro", afirmó el director de ventas. Este optimismo, señaló García Díaz, "se apoya en el crecimiento robusto de la economía estadounidense, el impulso de la IA y la calidad de las empresas, que presentan balances saneados y beneficios empresariales sólidos, proyectados a crecer en torno al 15%".
Japón también figura como un mercado clave. BlackRock destaca que las reformas corporativas en el país asiático están impulsando beneficios y rentabilidad para los accionistas, llevando al mercado a máximos no vistos en 35 años. Mientras tanto, la entidad mantiene un posicionamiento táctico en China, donde ven signos de expansión económica, un consumo al alza y estímulos económicos que hacen de este mercado una oportunidad a corto plazo, "aunque con mayor incertidumbre a largo plazo", explicó García Díaz.
Por el contrario, sobre Europa prefieren mantener cierta cautela, especialmente en renta variable, donde las perspectivas de crecimiento son menos alentadoras debido a incertidumbres políticas y comerciales, incluyendo las elecciones de 2025 en Francia y Alemania. En cambio, en renta fija, Europa emerge como un mercado más atractivo, especialmente en la deuda británica e investment grade. En renta fija estadounidense, García Díaz apuntó oportunidades en el tramo corto de la curva de rendimientos (3-10 años), que actualmente ofrece rentabilidades superiores al 5%.
IA y transición energética: los pilares del crecimiento futuro
La IA y la transición energética se consolidan como dos de los ejes centrales de las megafuerzas identificadas por BlackRock. Según la gestora, la IA todavía está en una fase inicial, pero con un enorme potencial: estiman que esta tecnología podría añadir 1,5 puntos porcentuales al crecimiento económico anual de EE.UU. García Díaz destacó que esta tecnología ya está comenzando a transformar sectores como la salud y las finanzas, con un impacto que se expandirá a medida que más industrias adopten soluciones basadas en IA.
La transición energética, por otro lado, aunque enfrenta desafíos, es descrita como "una de las mayores oportunidades de inversión de la historia", según apunta el directivo. "Aunque hay cierta fatiga en algunos sectores, si se gestiona de forma ordenada, podría generar un impacto económico del 25% en las próximas décadas", afirmó.
"Los mercados públicos y privados tienen una responsabilidad compartida para financiar estas transformaciones", señaló García Díaz. En este sentido, la firma apuesta por inversiones en infraestructuras, protección de datos, energía y tecnologías relacionadas con la IA, enfatizando que la cooperación entre sector público y privado será esencial para lograr avances significativos.