La decisión del Banco de Inglaterra de mantener los tipos en el 0,5% (el mercado descontaba un recorte en un 83%) coge a los traders con la guardia baja e impulsa a la libra.
El no de los británicos a la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea (UE) y el desplome posterior de la libra hasta niveles inéditos desde 1985 había llevado a muchos participantes del mercado a anticipar un recorte de los tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra (BoE). La decisión de su gobernador, Mark Carney, de mantener el precio oficial del dinero en el 0,5% ha pillado a muchos traders con la guardia baja: la libra se apreció en los minutos posteriores al anuncio, hasta recuperar el terreno perdido en las últimas dos semanas.
Según el comunicado de prensa del BoE, sólo uno de los nueve miembros de su Comité de Política Monetaria (MPC por sus siglas en inglés) votó a favor de recortar los tipos en un cuarto de punto. Se votó por unanimidad que se mantuviera en el balance el stock de activos comprados por el BoE, de 375.000 millones de libras. “Los miembros de Comité realizaron evaluaciones iniciales sobre el impacto del voto para salir de la UE sobre la demanda, la oferta y el tipo de cambio. En ausencia de un empeoramiento mayor del término medio entre el sostenimiento del crecimiento y el regreso de la inflación al objetivo (del 2%) sobre una base sostenible, muchos miembros del Comité esperan que se relaje la política monetaria en agosto”, afirmaba asimismo el comunicado. Agosto coincide con la publicación periódica del Informe sobre Inflación que elabora el BoE.
David Lafferty, estratega jefe de mercados de Natixis Global AM, afirma que “la cuestión fundamental del gobernador Carney y el MPC será si ajustan la política de forma proactiva o reactiva”. Comprende la decisión de mantener la política sin cambios hasta ahora, dado que “a tan sólo tres semanas del voto a favor del Brexit, hay poca información oficial disponible que pudiera garantizar un recorte inmediato a las tasas en la política del Reino Unido”. De hecho, Lafferty advierte que si el BoE hubiera recortado ya tipos correría con el riesgo de “contar con menos provisiones para combatir las presiones de una recesión que pudieran desarrollarse, a la vez que se atiza a la inflación por medio de una libra esterlina más débil”.
Según el estratega, “el voto por el Brexit parece tener un impacto psicológico, debido a que las medidas informales de la confianza del consumidor ya han caído precipitadamente”. Sin embargo, Carney pronto podría cambiar de idea, tal y como anticipa el comunicado de prensa: “En vista de la posibilidad de que el Brexit conlleve a una recesión, podría resultarle difícil justificar el posponer un recorte a las tasas”, concluye el estratega.
Anthony Doyle, director de inversiones de renta fija minorista en M&G Investments, pone cifras al tamaño de la sorpresa provocada por el BCE: se estaba descontando en un 83% la posibilidad de una bajada de los tipos al 0,25%. “El MPC prefiere esperar a contar con los datos económicos generados tras el Referéndum del día 23 de junio. En nuestra opinión, bajará los tipos en su reunión de agosto, cuando tenga también en su poder el informe de inflación trimestral, en el que se incluirán unas previsiones de crecimiento e inflación revisadas para el Reino Unido”, afirma el experto, que cree que estos datos adicionales “permitirán al BoE una mejor comunicación y argumentación de las razones detrás de su decisión”.
Doyle prevé que la contracción de la inversión empresarial y del consumo de los hogares, una subida del desempleo a medida que la economía se ralentice y, potencialmente, una recesión. En consecuencia, anticipa una bajada de tipos en agosto “como parte de un paquete mayor de medidas destinado a apuntalar el crecimiento económico y apoyar la estabilización financiera (como la rebaja en los requisitos de capital para los bancos británicos anunciada el 5 de julio)”. El experto cree que la institución podría imitar al BCE e incluir la compra de bonos corporativos en el marco de un QE más amplio.
De cumplirse esta previsión, Doyle cree que “se verá como altamente inusual que un banco central con mandato de inflación baje los tipos de interés en la antesala de mayores niveles de inflación”, debido a la presión bajista continuada sobre la libra. La consideración del director de inversiones es que “el MPC continúe haciendo uso de la política monetaria para apoyar el crecimiento económico en vez de los objetivos de inflación”. Al consagrar el crecimiento por encima de la inflación, ésta podría alcanzar el 2% en 2017. “Queda por ver si el mercado contempla esta potencial subida de inflación también como temporal, tal y como hizo con anterioridad”, sentencia el experto.
Finalmente, Doyle especula con un posible viraje de las políticas de austeridad aplicadas en los últimos años hacia políticas pro crecimiento, postura que parece compartir el nuevo ministro de Finanzas, Philip Hammond. “El Gobierno tiene la capacidad de emitir deuda a precios asequibles con vencimientos a largo plazo. Podría emplear los ingresos obtenidos gracias a este endeudamiento para estimular la economía a través de la inversión en proyectos públicos”, sugiere. En opinión del director de inversiones de M&G, “los proyectos de infraestructuras de calidad podrían ayudar a apuntalar el crecimiento futuro, impulsar la competitividad y generar empleo”. A su vez, cree que, si el Gobierno optase por relajar su política presupuestaria, “sería muy bien recibido por el gobernador del Banco de Inglaterra”.
Chris Iggo, director de inversiones de renta fija de AXA IM, destaca el papel de Mark Carney durante la crisis posterior al Brexit: “Carney proporcionó un mensaje de calma y estabilidad, tomando prestado el mensaje de Mario Draghi de que haría lo que fuera necesario para apoyar al mercado financiero británico”. El experto afirma que “ciertamente hay un mayor QE de vuelta a la agenda”. Sobre los efectos no ya de las acciones, sino de las expectativas de los inversores, el experto admite lo siguiente: “Nunca pensé que pudiera ver tipos negativos en Reino Unido, pero aquí estamos, con el gilt al 8,75% que vence en 2017 cotizando con un rendimiento de tan sólo 2 puntos básicos. Después de esta semana, nada es sorprendente para mí”.