El BCE aplaza la subida de tipos y ofrece más liquidez: primeras reacciones de las gestoras

Mario Draghi
European Central Bank, Flickr, Creative Commons

El mercado ha pedido y el Banco Central Europeo ha cumplido. Incluso con más firmeza de la que muchos esperaban. En la reunión de este jueves 7 de marzo, el BCE anunció una batería de medidas más en línea con la debilidad económica en Europa: aplaza la primera subida de tipos hasta diciembre de 2019, ha reiterado que seguirán reinvirtiendo los activos comprados a través del QE e iniciarán una nueva ronda de financiación a la banca –TLTRO III-, lo que dará liquidez al sector desde septiembre de este año hasta marzo de 2021. Así, Mario Draghi será el primer presidente de un banco central en terminar su mandato sin haber subido ni una vez los tipos de interés. ¿Será suficiente para calmar a los mercados? Las gestoras internacionales no lo tienen tan claro. 

De momento la reacción inicial ha sido “decepcionante”, como lo define David Riley, estratega jefe de inversiones de BlueBay Asset Management. Los bonos de gobierno europeo han subido con fuerza pero las bolsas, incluyendo las acciones de bancos, han caído y el euro se ha debilitado modestamente. “Parece que los inversores se están centrando más en la sustancial pero realista degradación de las previsiones del BCE para el crecimiento de la eurozona”, apunta Riley. Del 1,7% que manejaban en diciembre, ahora se contempla un crecimiento del 1,1% para este año. “Los mercados temen que pese a que Draghi habla de opcionalidad la realidad es que el BCE tiene munición monetaria limitada para contrarrestar los riesgos mientras que la eurozona es incapaz de dar una respuesta fiscal coordinada”, añade. Además, como recuerdan desde Ethenea, el BCE también espera que las condiciones favorables de financiación, la mejora reciente del mercado laboral y el aumento de los salarios apoyen aún más la expansión de la economía de la región. “Esto respalda la opinión de que la primera subida de tipos del BCE se producirá en el primer semestre de 2020”, afirman.

Para Anna Stupnytska, economista global de Fidelity International, las medidas de hoy del BCE están totalmente justificadas por el telón macro de fondo. La desaceleración en la actividad global sigue su curso y hasta la fecha hay poca evidencia de "brotes verdes". “El debilitamiento del crecimiento en China, las condiciones globales más estrictas a nivel mundial, la incertidumbre relacionada con el comercio y algunos factores específicos de cada país se combinaron para ejercer de lastre en las economías europeas el año pasado. Los países que se encuentran más estrechamente relacionados con estos factores han estado soportando la mayor parte del ajuste, siendo Alemania un claro ejemplo”, comenta.

En palabras de Nick Wall, co-gestor del Merian Strategic Absolute Return Bond Fund de Merian Global Investors, el BCE no se está arriesgando con el sistema bancario al lanzar una nueva ronda de liquidez barata hasta 2021. “Esto ayuda a los márgenes al mantener el coste del crédito barato, pero la clave en Europa ha sido la demanda”, señala. Para que esta vuelva, Europa deberá ver un repunte en el crecimiento de China para impulsar su exportación y que los gobiernos reactiven el gasto. “El BCE está haciendo todo lo que puede en su marco legal para mantener el dinero barato, pero hasta que esto llegue es como empujar un hilo”, añade. 

La firmeza de la decisión del BCE de adoptar un tono más dovish y sacar la artillería ha sorprendido a varios. Tal y como comentábamos en un artículo reciente, el consenso de las gestoras veían muy probable –y casi obligatorio- una nueva ronda de TLTRO, pero la mayoría hablaba de una primera pista en la reunión de marzo y, si eso, planes más concretos en la de abril. "Esto ciertamente va más allá de lo que la mayoría de nosotros pensábamos que iba a hacer el BCE”, comenta Paul Diggle, economista senior de Aberdeen Standard Investments. Johannes Müller, responsable de análisis macro de DWS, se une a la lista de sorprendidos. “En general el BCE ha dado más de lo esperado”, comenta, “y el grado de política monetaria es más acomodaticio que nunca”. En su opinión, el hecho de que aún hace falta más TLTRO 10 años después del pico de la crisis financiera muestra que el sistema está aún lejos de lo normal. 

La reunion de hoy pone al BCE en línea con el giro dovish de otros bancos centrales del G10, como apunta Jeremy Gatto, gestor del fondo Navigator de Unigestion. Un cambio de tondo que, para el experto, explica gran parte de la recuperación de las bolsas desde el arranque de 2019. Y, quizás, que todo esto esté en gran parte descontado

Una lectura positiva es la que da Aaron Anderson, vicepresidente senior de análisis de Fisher Investments. “A los mercados les gusta escuchar que los reguladores pueden ser flexibles si es necesario, pero continuar con la normalización de políticas representa el camino correcto para el BCE. Los datos económicos son menos favorables, principalmente a causa de factores externos que, por lo general, quedan fuera del control del BCE. Europa es bastante más sensible a la economía china de lo que muchos piensan. A medida que los estímulos comiencen a hacer efecto en China, Europa debería notar la mejoría”, comenta.