El BCE pone el piloto automático para verano: primeras reacciones de las gestoras internacionales

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Martin Lamberts/European Central Bank

Las citas veraniegas del Banco Central Europeo con los mercados suelen pasar sin pena ni gloria (con permiso del verano de 2012). Los inversores esperaban más bien poco de la reunión de julio y así se ha cumplido: sin cambios en los estímulos monetarios ni anuncio de novedades futuras. Como ya adelantaba Konstantin Veit, gestor senior PIMCO, el BCE está en piloto automático y lo que esperaba es que el banco central se abstuviese de hacer cualquier cambio en la configuración de política monetaria.

“El BCE está satisfecho por ahora con la extraordinaria relajación que ya ha puesto en marcha, y se siente especialmente motivado por la adopción de su programa de préstamos bancarios TLTRO, que está ayudando a evitar cualquier tensión en la financiación bancaria”, resume Paul Diggle, economista senior de Aberdeen Standard Investments.

Solo había una opción a sacar un titular de la reunión de este jueves, pero la presidenta de la entidad, Christine Lagarde, rápidamente cerró las dudas: habrá PEPP hasta que se agote. Veit explica la pequeña polémica: “En las actas de la reunión del BCE de junio se mencionó que el  PEPP debe entenderse como un límite máximo, lo que implica que en caso de que se produzcan importantes sorpresas al alza en las perspectivas, no será necesario utilizar el sobre completo. Varios miembros de la Junta Ejecutiva han repetido ese mensaje desde entonces, lo que ha dado lugar a algunas especulaciones del mercado sobre la posibilidad de que el BCE reduzca las compras del PEPP antes de lo previsto. Dadas las perspectivas de inflación a mediano plazo, creemos que esas consideraciones están fuera de lugar y que las posibilidades de no agotar el programa actual son muy escasas.

En cierto modo, una reunión sin novedades es una señal positiva. “El estado de los mercados y la economía no requieren nuevas acciones en estos momentos. Las contundentes medidas tomadas hasta ahora han ayudado a relajar las condiciones financieras desde el apogeo de la crisis en marzo. El Consejo de Gobierno ha dotado a los programas actuales de una gran flexibilidad y, en caso necesario, parece disponer de un adecuado margen de maniobra, habida cuenta de las necesidades de financiación de los gobiernos para luchar contra las consecuencias de la pandemia”, afirma Anna Stupnytska, economista global de Fidelity International. La experta ve brotes verdes en los datos económicos para que así se justifique: los indicadores de alta frecuencia sugieren que la actividad de la zona euro sigue acelerando, aunque la cautela de los consumidores y la debilidad de la demanda externa plantean importantes dificultades para la recuperación a partir de ahora.

Esta inactividad también se puede interpretar como que el BCE estaría cerca de los límites de lo que puede hacer para apoyar de manera significativa las economías de Europa a través de innovaciones en la política monetaria. En efecto, algo en lo que coinciden en señalar las gestoras es que ahora el impacto de verdad vendrán de las decisiones políticas que tome Europa. Esto es, la escala y el alcance del Fondo de Recuperación de la UE que se debate estos días. “Un rápido acuerdo sobre un paquete de apoyo de gran envergadura haría mucho más por la economía de la eurozona de lo que el BCE puede lograr ahora. Es probable que el BCE sólo mantenga un rumbo firme a partir de aquí, impulsando el nivel de compras de activos como considere oportuno”, vaticina Oliver Blackbourn, gestor de fondos Multiactivo en Janus Henderson Investors.

Del plano económico en Europa, también pocas novedades. Bill Papadakis, estratega macro de Lombard Odier, resalta que la entidad ha reconocido la mejora económica observada desde que tocó fondo la actividad en abril, pero también subraya los riesgos restantes, comprometiéndose a seguir apoyando la economía mediante bajos tipos de interés, la compra de activos y generosas operaciones de refinanciación.

En este contexto, las gestoras internacionales se aventuran a mirar más en el medio plazo, donde sí necesitarán ver de nuevo a un BCE que tiende la mano a los mercados y gobiernos. Franck Dixmier, director de Inversiones Global de Renta Fija de Allianz Global Investors, espera que se extienda el Programa de Compra de Emergencia frente a la Pandemia (PEPP) en otoño para satisfacer las considerables necesidades financieras de los gobiernos en 2021. “Este que debería alcanzar los 1,1 billones de euros dentro de la zona euro en 2021, prevé el experto. El PEPP, ya extendido en la reunión anterior el 4 de junio, debería extenderse hasta 2022”, afirma.