Desde el punto de vista macro, los principales riesgos vienen por el binomio inflación y crecimiento. Tras el buen dato de inflación de julio, los mercados ven muy poco riesgo en un repunte o cambio de tendencia. Nuestra expectativa es que la evolución seguirá siendo favorable y en línea con las estimaciones de los bancos centrales. No obstante, una sorpresa negativa podría revertir gran parte del movimiento de los tipos de interés a la baja, provocando ajustes en los activos de riesgo. Desde el punto de vista de crecimiento, una menor visibilidad en el momentum de crecimiento estadounidense volvería a poner en alerta al mercado ante un mayor riesgo de recesión, en línea a lo ocurrido a final de julio. Nuestro escenario de crecimiento de medio plazo es positivo, sin embargo, vemos la volatilidad de los datos macro como un factor de vulnerabilidad en el corto. Adicionalmente, China y Alemania podrían ser foco de preocupación macro debido a su debilidad reciente.
En el ámbito geopolítico, las elecciones y los conflictos bélicos son susceptibles de generar incertidumbre y debilidad en los mercados. Por el lado político, y dentro de Europa, Francia sigue sin completar la configuración de gobierno. La imposibilidad de formarlo podría afectar a las primas de riesgo galas y contagiar al resto de mercados europeos. Por el lado americano, podemos tener cierta volatilidad previa a las elecciones presdenciales. Los riesgos derivados se pueden resumir en tres puntos clave: política comercial, política fiscal y policía migratoria. Por el lado de los conflictos globales, al ya duradero entre Ucrania y Rusia, este año ha aumentado la tensión en Oriente Medio. Por otro lado, también EE. UU. y China siguen inmersos en una guerra tecnológica, pudiendo afectar a los precios de materias primas o bienes clave en las cadenas de suministro.
Por último, no hay que minusvalorar los factores técnicos: septiembre suele ser un mes negativo para los activos financieros (terminando el año con estacionalidad positiva, es decir, rentabilidades superiores a las medias mensuales). Con un posicionamiento en mercado todavía elevado y tras el evento de riesgo de principios de agosto, la capacidad para continuar teniendo flujos de entrada de los inversores sistemáticos ha quedado muy limitada. Si hubiese episodios similares, lo mercados podrían verse impactados por la venta generalizada de estrategias muy populares como tecnología, semiconductores u otros carrytrades que afectarían al resto de activos debido al alto apalancamiento existente.
2/10