EFAMA e Immfa dan la bienvenida a la iniciativa
El regulador europeo CESR acaba de publicar las claves para una definición común de los fondos monetarios europeos, con el objetivo de mejorar la protección del inversor “asentando los criterios que debe aplicar cualquier fondo que desee ser un producto monetario”, explica en un comunicado. Según el CERS, esos criterios deben reflejar las expectativas de los inversores, que podrían resumirse en el mantenimiento del valor del capital de sus inversiones en paralelo a la posibilidad de retirar su dinero de forma diaria.
Una definición común es útil además, según el CERS, para proveer “un entendimiento más detallado de la distinción entre fondos” de acuerdo con las estrategias de inversión. Siguiendo esta definición, cada país tendrá ahora que implementar una caracterización común de los fondos monetarios europeos en la legislación nacional, lo que permitirá a los inversores comparar fondos monetarios a través de Europa con una misma base.
Lamberto Cardia, jefe de la Comisión Nacional Italiana de la Sociedad de Bola (CONSOB) y del Comité de gestión e inversiones del CESR, asegura que la “publicación de estas guías supone un paso significativo para mejorar la protección del inversor y equipará a los accionistas, autoridades, firmas de gestión e inversores para tomar decisiones de inversión con mayor información”. Y es que para Cardia las estrategias de algunos productos no siempre han sido consistentes con el concepto aceptado de forma generalizada de fondos monetarios.
Fondos monetarios de corto plazo y fondos monetarios
Las claves del CESR crean dos categorías de fondos monetarios, dos enfoques que reconocen la distinción entre fondos monetarios de corto plazo (que operan con un vencimiento medio muy corto y tienen una vida por tanto muy limitada) y los fondos monetarios, que operan con vencimientos más largos y tienen una vida de media también más extendida en el tiempo. Para ambas categorías, el CESR espera normas específicas de transparencia que expliquen claramente las implicaciones de invertir en estos productos, como la inversión en nuevas clases de activos, instrumentos financieros o estrategias con perfiles de riesgo y rentabilidad inusuales.
Buena acogida
Por su parte, Efama, la asociación europea de fondos, e Immfa (la asociación institucional de fondos del mercado monetario) dieron la bienvenida a esta definición, según publica Asset Adviser. Peter de Proft, director general de Efama, felicitó al CESR por su trabajo: “Las dos categorías permitirán elegir entre fondos con diferentes objetivos”, mientras Gail Le Coz, responsable de Immfa, cree que la iniciativa “sienta los estándares para mejorar las prácticas en la gestión y operación de los fondos y además, en cierto modo, la categoría de corto plazo refleja las prácticas que nuestros miembros han utilizado durante mucho tiempo”.
La medida llega en un momento de dificultades para la categoría de fondos monetarios, sacudidos por numerosos reembolsos (en el primer trimestre del año, en Europa alcanzaron los 37.400 millones de euros, según publica Funds People) debido a la huida del capital tanto hacia los depósitos, que en algunos casos resultan muy competitivos, como hacia activos de mayor riesgo. De ahí que la industria europea pidiera ayuda a las autoridades, especialmente para aumentar la liquidez en este mercado y prevenir mayores salidas.