A lo largo de los últimos años, las gestoras han ido reduciendo las comisiones de sus fondos y sus clientes moviendo su dinero hacia productos más baratos. En 2017, los inversores americanos pagaron los costes más bajos de la historia.
A lo largo de los últimos años, las gestoras han ido reduciendo de manera lenta pero paulatina las comisiones de gestión de sus fondos y los inversores moviendo su dinero hacia los productos más baratos. Es una tendencia muy evidente en Estados Unidos, que parece no tener marcha atrás. La cada vez mayor competencia en la industria de la gestión activa y la presión que están ejerciendo los productos de gestión pasiva está forzando a las entidades a reevaluar constantemente el coste que le cargan a sus partícipes. Al mismo tiempo, los inversores son cada vez más conscientes de la importancia que tiene el coste del producto para la rentabilidad total generada.
La noticia es que en 2017 los inversores pagaron los costes más bajos de la historia. Al menos, así ha sido en Estados Unidos. Según datos de un estudio realizado por Morningstar, el año pasado, de media, el porcentaje de gastos totales (TER) ponderado por patrimonio (excluyendo fondos monetarios y fondos de fondos) en Estados Unidos se situó a cierre de 2017 en el 0,52%, lo que supone un abaratamiento del orden del 8% con respecto al año anterior. Se trata de la mayor reducción interanual experimentada desde que la firma de análisis comenzó a analizar la tendencia de las comisiones medias ponderadas por activos en el año 2000. Morningstar estima que los inversores se ahorraron el año pasado aproximadamente 4.000 millones de dólares en comisiones.
“Este descenso en las comisiones es un factor muy positivo para los inversores porque las comisiones se van acumulando con el tiempo y disminuyen las rentabilidades generadas por los productos”, recuerda Patricia Oey, analista de fondos en Morningstar y autora del estudio. La industria americana está respondiendo a las demandas de unos inversores que exigen productos más baratos y, en consecuencia, aplicando rebajas allí donde está el dinero de los inversores. De hecho, los mayores tijeretazos los aplicaron en renta variable americana, categoría que concentra el 42% de los activos que atesora la industria de gestión de activos estadounidense (tanto en productos de gestión activa como ETF).
Las comisiones de los productos de bolsa americana bajaron un 9%, hasta el 0,45% (comisión media que incluye tanto el coste de los productos de gestión activa como pasiva). Se trata de un movimiento cuyo objetivo es recuperar parte de flujos que a lo largo de los últimos años se fueron a ETF y fondos indexados –principalmente aquellos que replican el S&P 500, cuyos patrimonios se han disparado- como consecuencia del mal comportamiento registrado por el grueso de las estrategias de gestión activa frente al índice americano. La eficiencia del mercado americano y la preocupación de los inversores por el coste del producto está siendo determinante en esta tendencia.
Los productos incluidos dentro de la categoría de renta variable internacional también experimentaron el año pasado una fuerte caída en el coste. Concretamente, el porcentaje de gastos totales ponderado por activos cayó un 8%, hasta el 0,64%. Dentro de esta categoría, el coste de los productos de gestión pasiva se redujo hasta el 0,23%, lo que supuso una caída del 9% con respecto al año anterior, la mayor experimentada dentro de los fondos de gestión pasiva. Aunque pudiera parecer que apenas queda margen para que el coste de los ETF y fondos indexados pueda seguir bajando, lo cierto es que en 2017 volvieron a ser los productos donde los gastos totales ponderados por activos más bajaron.
En agregado, el porcentaje de gastos totales ponderado por patrimonio en las estrategias indexadas se redujo un 7% con respecto al año anterior. La media en gestión pasiva ya está en el 0,15%, frente al 0,16% de 2016 y al 0,18% de 2015. La comisión más baja está en la categoría de renta variable americana (0,11%). “El hecho de que el porcentaje de gastos totales ponderado por activos haya bajado significativamente se debe principalmente a dos razones: en primer lugar a la huida de los inversores hacia los productos más baratos y, en segundo término, a la reducción aplicada por algunos proveedores en las comisiones que cobran en algunas de sus estrategias que replican índices core”, explica Oey.
En lo que respecta exclusivamente a la aplicación por parte de las entidades de rebajas en las comisiones, éstas se están viendo especialmente por el lado de la gestión activa, donde el año pasado casi el 50% de los productos experimentaron una reducción en las tarifas que cobran a sus clientes. Se trata de un porcentaje más elevado que el registrado tanto en 2015 como 2016. Los fondos que bajaron comisiones fueron principalmente los que están dentro de las categorías de renta variable americana e internacional. En lo que respecta a la gestión pasiva, el porcentaje de productos que recortaron comisiones se quedó en un 25%. “Si se compara con los fondos de gestión activa, es menos probable que los ETF y productos indexados reduzcan comisiones”, señala la experta.