William Morgan, director del equipo de crecimiento fuera de EEUU de UBS Global AM
Las estimaciones de analistas, gobiernos e instituciones internacionales se muestran unánimes a la hora de dibujar un panorama de ralentización del crecimiento mundial, sobre todo en el mundo desarrollado. Algo que los mercados bursátiles parecen estar descontando. Pero eso no significa que exista una veda para los beneficios de las compañías. William Morgan, director del equipo de crecimiento fuera de EEUU de UBS Global AM, cree que el actual contexto es propicio para sus estrategias growth, pues numerosas empresas “están mostrando el crecimiento más fuerte de los últimos años en la mayoría de zonas geográficas”.
Morgan pone como ejemplo el aumento de los beneficios estimado superior al 30% en las empresas del MSCI Europe, el índice de referencia del fondo UBS European Growth, para los próximos doce meses, y superior al 40% en el MSCI Emerging Markets, el benchmark del UBS Emerging Markets Growth, dos fondos domiciliados en Luxemburgo de cuya gestión se ocupa. Por eso viene posicionando sus carteras desde finales de 2009 para captar la recuperación cíclica global y en las últimas semanas ha aumentado el riesgo.
“El crecimiento empresariales es real, significativo y sostenible y nos sentimos cómodos con estas estrategias a pesar de contar con medidas de austeridad y un mercado bursátil plano que creemos que acabará subiendo y poniendo en precio los hechos”, afirma Morgan, que compara la recuperación futura con la vivida en 2004, si bien reconoce que en 2003, a diferencia de 2008, no hubo recesión y las predicciones ahora son complicadas. Lo que sí descarta es la llegada de una segunda recesión, que será impedida por la reactivación de la economía china y, en general, de las emergentes. Tampoco le asustan las medidas de austeridad impuestas en algunos países desarrollados, y las considera necesarias a largo plazo, aunque tengan impacto en el corto.
Pequeñas firmas y exposición a emergentes
“Los mercados están extendiendo problemas aislados como el de Grecia y exagerando el impacto que tendrán sobre el crecimiento”, afirma el gestor. Unas valoraciones que, según Morgan, ocultan el contexto de crecimiento y que, para los gestores growth presentan grandes oportunidades de compra. Sobre todo, en firmas de mediana y pequeña capitalización y expuestas a los mercados emergentes, las dos claves de su estrategia en un periodo en el que el crecimiento empieza a repuntar, tras meses de recortes de costes y paquetes de estímulo.
También en Europa, aunque en el fondo UBS European Growth este potencial se juega principalmente a través de multinacionales que aumentarán sus ingresos gracias a su exposición al exterior, y en concreto a los mercados emergentes. Por ejemplo, proveedores de bienes de lujo, actualmente incluidas en el portfolio. O firmas expuestas a la fortaleza del consumo en esos mercados, especialmente a países más pequeños de Asia con gran potencial.
Múltiples catalizadores en los países más pequeños de Asia
Morgan busca historias de crecimiento derivadas de múltiples catalizadores. “Cuantos más, mejor”, dice. Entre ellos, vigila aquellas firmas donde se estén produciendo cambios, como el lanzamiento de nuevos productos, la apertura a nuevos canales de distribución o cambios en el equipo de gestión, que impulsen los beneficios y, más tarde, las rentabilidades en bolsa. Otros impulsores de crecimiento pueden ser también un entorno de baja inflación, fuerte crecimiento del crédito y cambios en los tipos de interés, así como el crecimiento y la fortaleza de las economías domésticas en lugares como Filipinas, Indonesia o Tailandia, que ocupan tres de las cinco mayores ponderaciones por países en el fondo UBS Emerging Markets Growth.
Para seleccionar la media de los 90 valores que componen ambos fondos, el equipo de gestión emplea una metodología bottom-up, si bien es la macroecononomía, o la perspectiva top-down, la que determina su peso en la cartera y el sistema de control de riesgos. “Somos inversores largoplacistas pero nos adaptamos a los cambios rápidamente”, dice Morgan, que explica cómo han pasado de una visión más neutral adoptada a principios de año a una actual más positiva. “A principios de año redujimos el riesgo disminuyendo las posiciones de sobreponderación e infraponderación, pero en las últimas semanas hemos vuelto a incrementarlas”, añadiendo también exposición a China y a otros países más pequeños de Asia en el fondo emergente, al mejorar su visión del gigante asiático.
En este producto la región con mayor número de posiciones es Asia, junto a Latinoamérica, frente a una más problemática Europa emergente, exceptuando las oportunidades que presenta Rusia, el segundo país con mayor peso en el fondo europeo, con inversiones sobre todo en infraestructuras, en firmas energéticas y valores de consumo. Para el fondo emergente, el equipo mira también con interés los mercados frontera, si bien los incorpora en menor medida debido a sus problemas de liquidez, una condición sine quanon para invertir en sus empresas.