El crédito vuelve a la lista de la compra

Ryoji iwata (Unsplash)

Si hubiera que citar un consenso en la gran oportunidad para 2023 sería el crédito grado de inversión. “No es exagerado decir que 2022 ha sido el peor año para el crédito que se recuerda. Sin embargo, ahora que las valoraciones de los mercados de deuda pública y corporativa vuelven a ser atractivas, hay muchos motivos para animarse”, afirman desde Schroders.

Para la gestora británica, la consiguiente revalorización de los mercados de deuda pública y corporativa ha hecho que las valoraciones sean atractivas tanto en términos de diferencial como de rendimiento absoluto. Los fundamentales de las empresas son sólidos a medida que nos adentramos en una desaceleración y se espera cierto deterioro a lo largo del año. En su opinión, las valoraciones actuales reflejan en gran medida el escaso optimismo de 2022, lo que ofrece un excelente perfil de ingresos para el crédito mundial con muchas malas noticias ya descontadas.

Predilección por deuda europea

Y dentro de la misma, hay gestoras que muestran una predilección por deuda europea frente a estadounidense. La clase de activos ha empezado además el nuevo año con fuerza, con subidas de entre el 2,5% y un 3%. Es un rally que ya empezó durante las últimas semanas del año. Según datos que maneja Neuberger Berman, desde el pasado octubre, cuando el diferencial ajustado a la opción (OAS) del high yield europeo alcanzó un máximo de 160 puntos básicos por encima del alto rendimiento estadounidense, hemos visto cómo se deshacía aproximadamente la mitad de esa prima europea (el diferencial OAS a 13 de enero era de 65 puntos básicos). El rendimiento ha sido similar en el crédito europeo con grado de inversión, que desde la reciente ampliación de los diferenciales en octubre ha experimentado casi el doble de estrechamiento que el crédito con grado de inversión estadounidense.

Y en opinión de Simon Matthews, de Neuberger Berman, es un rally que aún tiene piernas. “A corto plazo, con el apoyo de la mejora de los datos europeos y, en algunos mercados, un contexto técnico firme, esperamos que los diferenciales de crédito en Europa sigan superando a los de otros mercados. Existen muchas variables, pero vemos pocas razones fundamentales por las que los diferenciales europeos no deban deshacer el resto de su prima con respecto a otros mercados de crédito mundiales a finales de 2023”, argumenta.

De momento, prudencia con el high yield

El equipo de crédito de Robeco también coincide en que las mejores oportunidades actualmente están Europa, pero más en el segmento de investment grade europeo, sobre todo en las financieras. Este mercado ofrece unos spreads superiores a los niveles medios, además de cotizar con descuento respecto a su homólogo estadounidense.

Por el contrario, a estos niveles, aún ven con cautela el high yield, que aún podría sufrir cuando empiece a repuntar las tasas de default. “Los spreads en high yield están muy por debajo del nivel de 1.000 puntos básicos, nivel donde suelen marcar máximos en los entornos recesionistas”, detallan. Una vez que la recesión esté plenamente descontada y que los spreads marquen sus propios máximos sería el momento de posicionarse abiertamente en largo, incluso en crédito high yield. Pero de momento, en Robeco aconsejan paciencia. “El extremo de menor calidad del espectro crediticio podría registrar un aumento de la tasa de impagos, mientras que la parte de mayor calidad del mercado podría, en su momento, beneficiarse de los menores tipos y de una huida hacia la calidad”, prevén.