El dato de IPC de EE.UU. avala el calendario de la Fed para iniciar el tapering

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Polycart, Flickr, Creative Commons

Esta semana había un dato que concentraba la preocupación de los inversores: el de IPC, que se daba a conocer en EE.UU. Su publicación ha calmado un poco los ánimos. No porque el dato no haya sido alto- en agosto fue del 5,3%- sino porque el desglose del mismo ha dejado ver qué sí, que podríamos estar viendo ya un tope en el alza de la inflación. La misma que vigila la Fed para elaborar su hoja de ruta que tiene como primer punto el inicio de la retirada de estímulos, el famoso tapering.

"Lo que es más relevante es que la cesta, quitando los componentes más volátiles, ha bajado hasta el 4% desde el 4,3% a finales de julio cuando el consenso estaba ligeramente por encima", apunta Álvaro Cabeza, Country Head de UBS AM en Iberia. A esa relajación apunta también Seema Shah, estratega Jefe de Principal Global Investors. "El desglose de la publicación sugiere que las presiones sobre los precios impulsadas por la escasez de oferta siguen disminuyendo, mientras que el auge de los precios impulsado por la reapertura de la economía también está empezando a desvanecerse", afirma. No obstante avisa que pese a esta cierta estabilización es previsible que la tasa anual se mantenga alta durante unos meses más.

En defensa de la inflación transitoria

Es precisamente la lectura que deja ese desglose del dato del IPC lo que viene a sustentar la idea de que la creciente inflación ha de ser considerada, al menos de momento como algo transitorio. Esa es la línea que ha defendido Jerome Powell para justificar por qué se puede pensar en un tapering a finales de año pero aún no en una subida de tipos. Y es también la idea que compran los gestores de fondos ya, según la última encuesta a gestores de BofA Securities, que por primera vez desde mayo de 2020 el consenso de los encuestados espera una caída en las subidas de los precios.

"Powell ha defendido enérgicamente la opinión de la Fed de que la inflación es temporal. Los datos de los próximos seis meses van a poner realmente a prueba esa teoría. Si continuamos viendo más descensos en la inflación durante los próximos seis meses, eso debería aliviar la presión sobre la Fed para que suba rápidamente los tipos de interés tras el tapering", afirma, James McCann, economista jefe adjunto de Aberdeen Standard Investments. Algo que, de momento no se espera que se produzca hasta al menos el año que viene.

Vigilancia total

No obstante, pese a que hay un cierto consenso en que los datos de inflación empiezan a mostrar una estabilidad dentro de su racha alcista, también lo hay en cuanto a que no se puede bajar la guardia a la hora de vigilar sus oscilaciones. E igual de importante será la manera en que los responsables de los bancos centrales comuniquen los resultados de esa intensa vigilancia a los mercados. "La trayectoria de salida de la situación actual va estar telegrafiada de manera bastante clara y transparente. Esto debería aliviar las tensiones del mercado hasta cierto punto", confía Cabeza.