El despegue del capital riesgo: principales magnitudes para entender su atractivo en España

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Firma: Verne Ho (Unsplash).

La industria del capital riesgo vive un momento dulce en España. Al mayor apetito de los inversores se une la posible bajada de la inversión mínima que prepara el Ministerio de Economía. Algo que podría terminar de impulsar su despegue.

De acuerdo con los datos de Ascri, la Asociación Española de Capital, Crecimiento e Inversión, el volumen de inversión en España alcanzó en la primera mitad del año los 2.056 millones de euros en un total de 394 inversiones, un 27% más que en el mismo periodo de 2020. Así, el Venture Capital ha superado todos los máximos registrados, con 731 millones en un total de 316 inversiones.

Por tipo de inversores, se observa el apetito de los fondos internacionales, tanto de Private Equity como de Venture Capital. Contribuyeron con más del 75% del volumen total invertido en empresas españolas, según estos datos. De hecho, en la última década la tendencia has ido creciente ya que en 10 años han pasado de cerrar 28 inversiones (registro del primer semestre 2011) a 96 en la primera mitad de 2021. Desde Ascri destacan el interés en el Venture Capital (69 inversiones) y máximo en número de inversiones en Private Equity (27).

Aquilino Peña, presidente de Ascri, asegura que este apetito “pone de manifiesto que, a pesar de la incertidumbre de este periodo, nuestro país conserva su atractivo y la industria de Venture Capital & Private Equity mantiene parte del patrón de la inversión que ha caracterizado los últimos ejercicios desde la recuperación”.

En lo que respecta al tamaño de éstas, el mercado mediano continúa muy activo. Se ha mantenido el dinamismo de años anteriores tanto en volumen (805 millones) como en número de operaciones (31 inversiones estimadas por Ascri). Hasta hace dos años, este segmento estaba liderado por las gestoras nacionales de Private Equity. Ahora, se encuentra repartido entre gestoras nacionales e internacionales y con una presencia elevada del Venture Capital en este semestre. 

Cambios legislativos…

Además, hay una serie de factores que refuerzan el atractivo del mercado español. "La implementación de la Directiva de Gestión de Fondos Alternativos (AIFMD) ha supuesto la creación de un mercado regulatorio único en Europa, basado en la transparencia y la protección del inversor, lo que ha permitido hacer al capital privado un mercado más accesible a distintos tipos de inversores”, explica Emma Urraca, Sales & Relationship Manager de BNP Paribas Securities Services España.

Y no solo eso, sino que la incorporación a esta Directiva “ha permitido que las gestoras domiciliadas en cualquier país miembro de la Unión Europea puedan invertir y gestionar fondos domiciliados en España a través del pasaporte europeo de gestión. Con esto se da una mayor flexibilidad y es especialmente útil para aquellos inversores que quieren invertir en diferentes jurisdicciones”, añade la experta.

A lo anterior se une también la alta volatilidad de los mercados en los últimos años que, unido a las dificultades para encontrar rentabilidad en activos como la deuda, ha ayudado a que el capital privado se posicione como un activo más en las carteras de los inversores tanto institucionales como de bancas privadas.

… Y de inversión mínima

Por si fuera poco. A lo anterior podría sumarse un último cambio fiscal que fomentaría la inversión en capital riesgo. El Ministerio de Economía plantea la bajada de la inversión mínima en capital riesgo hasta los 10.000 euros en un anteproyecto de ley. De esta manera, se rebajaría el umbral mínimo actual para invertir en este tipo de vehículos, que se sitúa en los 100.000 euros.

Así, como alternativa a la exigencia de los 100.000 euros se permitirá la comercialización a minoristas con test de idoneidad y un peso proporcional de estas inversiones limitado en el conjunto de la cartera. No obstante, los detalles concretos se especificarán más adelante.