El dinamismo de un fondo long/short en el mercado de bonos

Vincent Laurencin y Demian Brasil. Foto cedida (Amundi)

La subida de tipos de interés ha aportado oportunidades a un mercado que, según los expertos, llevaba mucho tiempo reprimido por el peso del papel desempeñado por los bancos centrales.

A lo largo de los años, los especialistas han buscado formas de generar rendimientos en condiciones de tipos de interés bajos e incluso negativos. Aquí es donde entra el Lyxor/Chenavari Credit Fund, un fondo long/short que opera en el mercado de bonos europeo con una cartera muy dinámica. Este fondo con Rating FundsPeople 2022  pertenece a la plataforma Amundi Alternatives gestionado por Chenavari Investment Managers, expertos en crédito europeo, crédito estructurado y crédito privado, con más de 5.500 millones de dólares de activos bajo gestión y un equipo de unos 80 expertos.

En una entrevista con FundsPeople, Vincent Laurencin, director general adjunto de Chenavari, explica los tres pilares en los que se basa el fondo: la descorrelación con el mercado, la baja volatilidad y el esfuerzo por minimizar el drawdown.  El proceso de inversión busca conseguir una rentabilidad absoluta consistente con una baja correlación con las principales clases de activos. Para ello, el equipo de gestión busca obtener rentabilidad a través de un proceso que combina el análisis top-down y bottom-up.

Tres factores diferenciadores

Laurencin explica los principales factores diferenciadores que definirían al fondo. En primer lugar, su baja correlación con la dirección del mercado. "Se trata de una estrategia long/short dinámica con liquidez diaria que pretende adoptar un enfoque de inversión cubierto orientado a la preservación del capital y a la generación de alfa", detalla. En este sentido, se centra en un drawdown controlado con un mantra de baja volatilidad.

En segundo lugar, los dos cogestores de la cartera cuentan con más de 50 años de experiencia combinada en los mercados de crédito, habiendo invertido a lo largo de múltiples ciclos de mercado.  Este profundo conocimiento de los mercados les permite encontrar oportunidades de inversión que surjan de las ineficiencias derivadas de la evolución del entorno de mercado. Además, el fondo cuenta con un sólido marco de gestión de riesgos y una robusta plataforma tecnológica.

Por último, y en línea con este último punto, la propia dedicación de los gestores, siempre alineada con los intereses que puedan traducirse en una inversión relevante a largo o a corto en el fondo; así como un proceso de inversión robusto y colegiado. El proceso de inversión se materializa en las revisiones quincenales de la cartera presididas por Laurencin, parte esencial del marco de gobernanza del fondo.

Cartera muy dinámica

La asignación de esta estrategia long/short se divide en dos bolsas: corporativa y financiera; buscando el valor relativo a través de la estructura de capital y entre emisores, y con un enfoque en los instrumentos más líquidos en ambos casos. El fondo está gestionado por dos cogestores, Demian Brasil y Stephane Parlebas.

Como hemos mencionado, el fondo tiene una cartera muy dinámica. Demian Brasil, cogestor del fondo destacado, explica que el equipo es muy agnóstico respecto a las previsiones macroeconómicas. Aspira a entender el escenario actual y cómo posicionar la cartera para sacarle el mejor partido. De este modo, el fondo tiene una rotación muy alta, resultado de las operaciones realizadas. “Hacemos muchas operaciones tácticas a corto plazo; de media, cuando reposicionamos la cartera, miramos a los próximos 30 días”, cuentan.

Un 2022 atípico

El comienzo del año fue bueno para el fondo. Empezaron el año siendo constructivos en crédito pero cautelosos en tipos. "La parte larga de la cartera se invirtió en activos de corta duración y la parte corta en activos de larga duración, empezando el año con una exposición neta corta en tipos pero larga en sensibilidad al crédito", cuentan. De este modo, la revalorización de la deuda pública funcionó como un viento de cola para el fondo.

Cuando los tipos de interés subieron y los precios de los bonos bajaron en general, los gestores empezaron a cambiar la cartera. Ahora el fondo prefiere invertir en posiciones de muy larga duración, pero siempre en empresas de alta calidad. "Un buen ejemplo de las empresas que buscamos son las utilities, el tipo de empresas que sufren menos las recesiones", explica el cogestor del fondo.

En cuanto al riesgo de crédito, la recomendación actual es mantener la calma y la paciencia. El gestor cree que hay demasiada prima de riesgo incorporada al mercado en comparación con la probabilidad de impago. "Las empresas europeas de High Yield han aprovechado el entorno de bajos rendimientos de los últimos años y han ampliado el perfil de vencimiento de su deuda. Este proceso se traduce en un gran riesgo de duración para los participantes en el mercado, pero un menor riesgo de impago para los emisores", argumenta Brasil.

Las perspectivas de futuro

Aunque no depende de ello para posicionar su cartera, el gestor deja su corazonada sobre el movimiento a la baja de los bonos: "Creo que la revalorización de los bonos del Estado se ha completado en un 75%".

Prevé trimestres de alta volatilidad. "Los precios de los bonos variarán mucho en torno a estos niveles, habrá una ampliación de los diferenciales de crédito y surgirán empresas con valoraciones muy atractivas", estima el cogestor del Lyxor/Chenavari Credit Fund. Por la razón expuesta, el gestor no prevé muchos impagos en 2023.

A medida que el mercado se amplíe, acabaremos observando entradas en la clase de activos, ya que los inversores tratarán de aprovechar los atractivos rendimientos. "Estas entradas son importantes para facilitar la refinanciación de la deuda que va a vencer en los próximos años", apunta.