A pesar de los cambios en la longevidad, la demografía, los mercados financieros y las políticas de jubilación, las necesidades de los particulares en materia de jubilación se han mantenido constantes. Sin embargo, el actual ecosistema de jubilación no está logrando satisfacer estas necesidades.
La 16ª edición del informe de EFAMA, Asset Management in Europe: an overview of the asset management industry, ofrece un análisis en profundidad del panorama actual del sector de la gestión de activos. Dividido en cinco secciones, uno de los temas tratados en el informe es el de las oportunidades de la longevidad para los gestores de activos, desde la perspectiva de Oliver Wyman, la consultora de gestión estadounidense.
Según la organización, "a pesar de los cambios en la longevidad, la demografía, los mercados financieros y las políticas de jubilación, las necesidades de jubilación de los particulares han permanecido constantes". Estas necesidades incluyen: productos comprensibles y asequibles que ofrezcan algún tipo de renta de jubilación, un asesoramiento cuidadoso y ponderado y una experiencia del cliente sin fisuras. Sin embargo, como también señala EFAMA, el actual ecosistema de la jubilación no satisface estas necesidades.
Oportunidades en la Era del Envejecimiento
En la llamada Era del Envejecimiento, los ingresos potenciales asociados a las oportunidades de jubilación podrían representar, según Oliver Wyman, más de 400.000 millones de dólares en todo el mundo de aquí a 2028. "Solo a Europa le corresponderían 50.000 millones de este aumento de ingresos, reforzado por dos tendencias: la transferencia progresiva de los planes de pensiones europeos del Estado a planes profesionales e individuales y la ampliación de las iniciativas políticas centradas en la necesidad de capital nacional a largo plazo para financiar las grandes transiciones sociales (por ejemplo, energética y digital)", añade.
Europa ha disfrutado históricamente de elevadas tasas de sustitución de los regímenes públicos obligatorios (50% frente al 39% de Estados Unidos). También está simétricamente infraequipada en términos de productos de pensiones profesionales (23% de tasa de participación frente al 56% en EE.UU.) y pensiones personales (19% frente al 30% en EE.UU.). "La regulación europea y local pretende sustituir las pensiones de capitalización estatal, que están en declive, por el fortalecimiento de las pensiones privadas ocupacionales y personales", afirman, y añaden que "este cambio estructural está abriendo el mercado europeo de las pensiones a los gestores".
Al mismo tiempo, afirma Oliver Wyman, "los gobiernos europeos quieren aprovechar este nuevo capital a largo plazo para impulsar sus alicaídos mercados de capitales y financiar sus transiciones ecológica y digital". La organización estadounidense también cree que los gestores de éxito seguirán ofreciendo inversiones alfa a precios razonables, cobertura de clientes y capacidad de servicio, así como excelencia operativa: "Estos fundamentos nunca cambiarán. Pero para capitalizar específicamente la oportunidad de la reforma, vemos dos acciones incrementales que los gestores pueden tomar".
Innovar la gama de productos
La primera medida es innovar la gama de productos para responder a las nuevas necesidades de jubilación. "Existe una amplia gama de productos que ayudan a los clientes a satisfacer sus necesidades de acumulación", afirman. Sin embargo, la lista de productos que satisfacen las necesidades de acumulación, protección y desacumulación es muy reducida, aunque ha ido creciendo significativamente en los últimos años -como puede verse en la figura siguiente- "a medida que más y más empresas dirigen su atención a esta oportunidad", explican.
Soluciones orientadas a la gestión de activos
De este modo, la organización espera más innovación a medida que se intensifique la presión para ofrecer mejores soluciones de jubilación a una gama más amplia de particulares en todo el mundo. Sin embargo, la adopción de estos productos varía en función del mercado: "Por ejemplo, los productos estructurados son populares en Europa y Asia. Por otro lado, los ETF amortiguados han ganado una tracción significativa en Estados Unidos desde su introducción en 2018. Pero en Europa, estos productos han tenido dificultades para establecerse debido a la falta de familiaridad entre los inversores, la fuerte competencia de los fondos de gestión activa establecidos, los productos estructurados y las pólizas de seguros, y las preferencias por la exposición a activos puros entre los inversores institucionales".
Esta adopción heterogénea de distintos tipos de soluciones en todas las regiones demuestra que probablemente no habrá una solución única para la reforma. En cambio, los gestores pueden tomar la iniciativa para obtener importantes beneficios de los cambios en la demanda de los inversores innovando y ofreciendo rápidamente productos creíbles. "Esto es particularmente cierto en el caso de los productos de jubilación, donde los matices del mercado (a menudo impulsados por las diferentes ventajas fiscales) y las preferencias de los inversores pueden variar significativamente", afirman. En el caso concreto de Europa, la capacidad de asociarse con aseguradoras y otros intermediarios para co-construir soluciones de jubilación será clave para acceder a los clientes finales.
Aprovechar los cambios regulatorios y de los consumidores
La segunda medida que Oliver Wyman cree que pueden tomar las gestoras de activos para capitalizar la oportunidad de la reforma es "estar preparadas para aprovechar los cambios regulatorios y de los consumidores", apostando por una serie de productos que se adapten mejor a los principales mercados.
"Históricamente", afirma la entidad, "la industria de gestión de activos es una industria global, en la que los productos pueden diseñarse y distribuirse en diferentes mercados con cambios mínimos en la estrategia o la mecánica del producto". Sin embargo, las complejidades y matices del mercado de la jubilación en los distintos países exigen un enfoque más personalizado y específico para los gestores de activos que quieran exportar sus capacidades. "Incluso cuando se trata de servir a los mercados nacionales, el complejo conjunto (y la naturaleza variable) de los requisitos e incentivos regulatorios, la disponibilidad y suficiencia de los planes públicos de pensiones y las necesidades y preferencias únicas de las distintas poblaciones complican el desarrollo de productos", concluyen.