“El FOMC está cada vez más dividido en cuanto a la forma de comunicar los temas referentes al mercado laboral”

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Guillermo Fdez, Flickr, Creative Commons

La máxima autoridad monetaria de Estados Unidos sigue acaparando todos los focos de la actualidad en primer lugar por la celebración de la reunión anual de banqueros centrales en Jackson Hole y en segundo lugar porque todavía siguen flotando en el ambiento los mensajes de la última reunión del Comité de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés) del pasado mes de julio. La siguiente intervención programada por la Reserva Federal, la reunión del FOMC correspondiente al mes de septiembre junto con una rueda de prensa de Janet Yellen, no se producirá hasta los días 16 y 17 de septiembre. En ausencia de nuevas declaraciones, el estratega y analista de Amundi Bastien Drut interpreta el último giro en la política de comunicación de la Fed.

Drut comienza remitiéndose a la reunión del FOMC de julio: “Si la publicación de las actas del 30 de julio muestra algo, es que a los miembros del FOMC cada vez les molesta más la forma en la que tienen que hablar del mercado laboral estadounidense. Con la fuerte caída del desempleo durante los últimos tres años, los miembros del FOMC han tenido que borrar cualquier mención al ‘elevado desempleo’ en su comunicado de prensa, diciendo en cambio que ‘un rango de indicadores del mercado laboral sugiere que continúa una significativa infrautilización de los recursos laborales”, explica.

Para el estratega, la aparición de esta clase de eufemismos no está exenta de problemas, porque “podría ser incluso difícil preservar esta caracterización de alguna manera diluida del mercado laboral” si éste se sigue fortaleciendo a un ritmo más rápido del previsto. En este punto, Drut se fija en otro síntoma de los ánimos en la Fed leyendo entre líneas: “Las actas muestran que el FOMC está cada vez más dividido en cuanto a la forma de comunicar los temas referentes al mercado laboral”.

La verdad es que el desempleo se encuentra muy, muy cerca del objetivo autoimpuesto por la Fed (6,2% en julio), mientras que el empleo no agrícola ha superado sus máximos previos a 2008. “Es interesante ver que el descenso del desempleo está uniformemente distribuido desde un punto de vista geográfico: el desempleo se ha desplomado en todos los estados americanos, no sólo en Dakota del Norte, un estado en pleno boom gracias al petróleo y el gas”, constatan desde Amundi. Paralelamente, constatan que la creación de empleo también “está razonablemente bien distribuida desde un punto de vista sectorial, con la excepción del sector público y el sector de la información, que es microscópico”, en palabras de Drut, que añade que hasta la industria de la construcción está generando nuevos puestos de trabajo. “Las vacantes repuntaron significativamente en el segundo trimestre, alcanzando su nivel más elevado desde 2001”, añade.

Sin embargo, el estratega constata que no todo está mejorando. Por ejemplo, destaca que la tasa de participación está en su nivel más bajo desde finales de la década de 1970. Asimismo, los desempleados de larga duración suponen un tercio de todas las personas sin trabajo en Estados Unidos.

El siguiente paso: los salarios

“Con la inflación al 2%, es probable que la mejora continuada en las condiciones del mercado de trabajo exacerbará los problemas de comunicación del FOMC, y una subida de la tasa de fondos de la Fed se convertirá en un importante tema de mercado”, explica el estratega de Amundi. Éste concluye así su análisis: “Uno de los factores más decisivos será la evolución de los salarios, que todavía no están al mismo ritmo que la amplia mejora del mercado laboral”, una situación similar a la que se está viviendo en Reino Unido.