El incremento de la demanda debido a las bajas temperaturas aunado a una disrupción de la oferta hace que el precio del gas natural para la UE reporte alzas de casi 50% en 2024. Los inventarios se encuentran el 72%, cuando en octubre estaban por encima del 90%.
Las gélidas temperaturas aunadas a un problema de suministro ruso hace que los futuros del gas natural europeo (Mecanismo de Transferencia de Títulos neerlandés, referencia europea para el comercio de gas natural) continúen su tendencia alcista en precios, alcanzando los 51 euros por megavatio-hora, el nivel más alto desde octubre de 2023 y que representa un alza cercano al 50% en un año. Los flujos de gas ruso a través de Ucrania se detuvieron el día de Año Nuevo después de que expirara un acuerdo de tránsito, lo que dejó sin reemplazo y generó preocupaciones sobre retiros más rápidos de almacenamiento.
Sin embargo, una vez solucionado el tema de flujos y sin esperar cortes inmediatos a pesar de la creciente demanda, en los últimos seis días el precio ha corregido y se sitúa ya por debajo de los 50 euros por megavatio-hora, habiendo corregido cerca de un 8%.
Si bien Europa tiene suficiente gas para este invierno, según algunas fuentes, los inventarios están agotándose al ritmo más rápido desde 2021, ya que temperaturas bajo cero en algunas partes de Europa podrían aumentar la demanda de calefacción. Una mayor dependencia del gas natural licuado (GNL), incluidas las costosas importaciones para las naciones sin litoral, agrega presión, especialmente a medida que se intensifica la demanda de verano de Asia.
De acuerdo con datos de Aggregated Gas Storage Inventory los inventarios se encontraban por encima del 90% desde agosto hasta alcanzar el 95% a mediados de octubre. Sin embargo, a medida que las temperaturas descendían en el continente comenzaron a bajar, tocando el 85% al cierre de noviembre hasta el 72% a cierre de diciembre de 2024.
La media de estimaciones de los analistas, el precio pudiera llegar a 52,46 a finales del primer trimestre del 2025, implicando un incremento del 7,13% adicional con respecto al cierre del 2024. No obstante, la Comisión Europea afirmó que no existe amenaza a la seguridad del suministro para Europa central y oriental, ya que la labor preparatoria hace que se haya asegurado el suministro de gas a través de rutas alternativas.
Otras energías también repuntan
El conflicto en Medio Oriente también se deja sentir en el precio de algunos tipos de petróleo, con un repunte en precios antes de finalizar 2024. En un mes, el precio del petróleo tipo brent ha repuntado casi un 5% hasta rozar los 77 dólares por barril, acercándose al máximo de tres meses y un 11,7% superior al mínimo de 12 meses.
Para agravar los problemas, la prohibición del Grupo Portuario de Shandong de los buques petroleros sancionados por Estados Unidos en sus puertos está destinada a ejercer presión sobre el suministro en China. Además, el clima más frío en Estados Unidos y Europa ha aumentado la demanda de combustible para calefacción. Otro factor que entra en juego es la fuerte demanda asiática, así como el descenso continuado de los inventarios de crudo en EE.UU., que ha supuesto un apoyo adicional.
La geopolítica como un tema central
Según Francisco Blanch, responsable global de materias primas para Bank of America, "el mercado está dando señales de que no habrá suficiente suministro de gas en 2025 y, si Europa quiere alcanzar los requisitos de almacenamiento el próximo otoño, tendrá que hacerlo sin compensación". Blanch subraya que "la geopolítica sigue siendo un motor fundamental de los precios de las materias primas a corto plazo".
Considera que una posible resolución del conflicto entre Rusia y Ucrania, aunque parece menos probable en medio de las recientes escaladas, podría cambiar drásticamente el panorama de los mercados del petróleo y el gas, sobre todo si las cadenas de suministro se restablecen a las condiciones anteriores a la guerra. Para Blanch, los inversores y los participantes en el mercado deben sopesar los riesgos de un conflicto prolongado frente a la posibilidad de importantes ajustes del mercado si las negociaciones de paz llegan a buen puerto.
Según apunta el equipo de analistas de Schroders, la presidenta de la Comisión Europea aboga por una distensión con los EE.UU. que podría mitigar las amenazas arancelarias vía el aumento de compras de GNL de ese país. Apuntan a que "este enfoque recuerda cuando el ex presidente de le CE, Jean-Claude Juncker, acordó una tregua comercial con Trump en 2018, en la que la UE se comprometió a aumentar sus importaciones de GNL y soja de EE.UU.". No obstante, el equipo de Schroders sigue considerando un proceso desinflacionario para Europa en 2025, con una inflación media interanual del 2,2% para 2025 y del 2% para 2026.
Por otro lado, Marcus Garvey, responsable de estrategia de materias primas en Macquarie, considera que el papel del gas en la transición energética seguirá siendo una temática en 2025, pero el crecimiento sectorial para el resto de los combustibles fósiles ya está comenzando a ralentizarse. Con ello, su visión es de rezago para este tipo de energías a medio plazo y apuesta más por otros commodities, que no están relacionados con la energía.