Desde 2012, el bono español ha sido el primero o segundo más rentable en el raking de renta fija pública, según un gráfico que acaba de publicar J.P.Morgan AM y que recogemos en Funds Academia.
Las políticas acomodaticias que han llevado a cabo los bancos centrales en los últimos años para paliar los efectos de la crisis financiera desatada por las hipotecas subprime hace ya más de diez años, han tenido quizá un mayor impacto en los activos financieros que en la economía real, como demuestra este gráfico que publicábamos hace un mes en Funds Academia.
Ese efecto en mercado ha resultado ser, además, mucho más beneficioso para los activos de renta fija que para los de renta variable y no porque se hayan visto precisamente más rentabilidades en los primeros que en los segundos, si no por los flujos que ha recibido la renta fija en comparación con los de renta variable. De hecho, según los datos de Morningstar Direct, mientras que los fondos de renta fija a nivel global (se incluyen también ETF) han recibido suscripciones netas en los últimos diez años por valor de 3,5 billones de euros, los de renta variable se han quedado con entradas netas de dinero de 2,5 millones de euros. Y esa fotografía no solo se ha visto en este largo plazo, sino también en plazos cortos, como sucedió el año pasado, a pesar de la mejor evolución que ha tenido la bolsa en comparación con la deuda.
Aunque de cara a este año, cada vez son más los profesionales de la inversión que recomiendan a los inversores de renta fija alejarse de la pata de los gobiernos (con la excepción de los emergentes) para centrarse en el mayor potencial que presenta la deuda corporativa, lo cierto es que en los últimos años la demanda de bonos públicos no ha dejado de crecer y, con ella, la rentabilidad que daban los mismos. Eso sí, estos rendimientos han variado mucho en función de la geografía de las emisiones. Se ve en un gráfico elaborado por J.P.Morgan AM publicado en su blog Market Insights.
Analizando el gráfico al detalle se ve cómo la inversión en deuda pública española es la que ha resultado mejor posicionada en cada uno de los últimos ocho años analizados por la gestora. De hecho, con la excepción del año 2017, la deuda gubernamental made in Spain ha ocupado la primera o segunda posición en este particular ranking de rentabilidad al calor de la búsqueda de yield de unos inversores que cada vez tenían más complicado encontrar rentabilidad real invirtiendo en este tipo de activos. La situación dista mucho de parecerse a la evolución de su región más comparables, aunque sea porque ha formado parte del famoso grupo de los PIIGS. Hablamos de los bonos italianos han intercalado los primeros con los últimos puestos del ránking.
¿Mantendrá el puesto en el ránking?
La gran pregunta es si este rally que se ha producido en los bonos españoles de Gobierno se mantendrá a partir de ahora. De momento, la evolución del bono español a 10 años ha comenzado el año cayendo, lo que ha elevado su rentabilidad del 0,38% con el que comenzó 2020 al 0,46% actual. Sin embargo, aunque quizá con menos potencial que en años anteriores, este tipo de deuda sigue teniendo una alta demanda como elemento de descorrelación en las carteras en un contexto en que toda deuda con yield positiva, aunque sea baja, es positiva.
Se ve en el resultado de la primera subasta que el Tesoro ha llevado a cabo este año, la primera con un Gobierno de coalición de izquierdas al frente del país. En concreto, el Tesoro captó 5.488 millones de euros con operaciones a tres plazos diferentes (tres, cinco y quince años) tras recibir una demanda que ha alcanzado los 10.000 millones de euros. No obstante, sí se ha visto un cierto repunte en la rentabilidad que han exigido los inversores en algunos casos. Por ejemplo, el tipo en los bonos a tres años ha sido del -0,391%, frente al -0,44% de la anterior subasta de este tipo realizada en el mes de octubre y en quince años el tipo medio ha sido del 0,85% frente al 0,69% anterior, aunque en bonos a cinco años el tipo medio ha sido del -0,10% frente al -0,08% de la anterior emisión de diciembre.