El gráfico que está ignorando el mercado

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cabbit, Flickr Creative Commons

Antes de las elecciones de noviembre de 2016, el escenario macro con el que trabajaban los expertos de Amundi preveía que EE.UU. estaba llegando al final de su ciclo, con múltiples datos económicos apuntando hacia esta dirección como la cercanía del pleno empleo, las altas valoraciones de la renta variable o los indicios de uso agresivo del capital (para financiar la recompra de acciones u operaciones de compra) entre las empresas calificadas con grado de inversión. La situación se había precipitado desde comienzos de 2016: “Hace doce meses, muchos en el mercado estaban preocupados y el mercado estaba prácticamente deprimido porque le preocupaba que estuviera acabando el ciclo y la situación de la energía. Por ello, las valoraciones estaban más baratas o eran más atractivas que en la actualidad”, explica Ken Monaghan, gestor de renta fija.

Una vez más, el resultado sorpresa de las elecciones en EE.UU. ha cambiado las normas del juego, al menos parcialmente. Ahora, el escenario macro central con el que trabaja la firma francesa es que el plan económico de Trump no va a ser un impulso fenomenal para el crecimiento de EE.UU. “Puede que lo incremente modestamente, pero no se va a ir al 4%, lo encontramos altamente improbable”, indica el gestor. “Sí creemos que el ciclo se verá extendido por el plan económico de Trump”, matiza. Las propuestas del recién estrenado presidente en el terreno fiscal e infraestructuras son la razón de esta revisión, y así lo está poniendo en precio el mercado… quizá excesivamente. “Ahora la gente está emocionada. De alguna forma, el mercado parece tener exceso de confianza”, reflexiona Monaghan.

Atentos a las señales

El reciente hito histórico del Dow Jones, al superar la barrera de los 20.000 puntos, junto con las recientes correcciones de los bonos estadounidenses y del dólar, están empezando a plantear a los participantes del mercado serias dudas sobre la continuidad del ciclo alcista originado en 2009 para las bolsas, así como sobre la duración del fenomenal ciclo alcista que lleva viviendo la renta fija desde la década de 1980.

Precisamente Monaghan lleva 30 años operando en el mercado de renta fija. “La ventaja de peinar canas es que, al llevar tanto tiempo en el mercado, acabas reconociendo que todo cambia en algún punto de una forma u otra”, comenta.

En opinión del gestor, uno de los indicadores que están emitiendo ahora claras señales de preocupación es el VIX, el índice que se utiliza generalmente como medidor de la volatilidad: “Si miras la tendencia de largo plazo entre el VIX y la comparas con la del Índice Global de Incertidumbre Económica, se puede observar que suelen estar correlacionados. Actualmente no es el caso. El VIX te está diciendo que no hay nada de riesgo. Pero el índice de incertidumbre te está alertando de que está pasando algo, y no estamos seguros de que nos guste”.

Se puede apreciar esa correlación en el gráfico adjunto, que recoge la evolución de ambos indicadores en los últimos 20 años. “Uno de los dos está equivocado. Nosotros diríamos que hay más probabilidades de que sea el VIX el que está equivocado”, advierte Monaghan.

VIX